Capítulo 21

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Scarlett

No podía ser posible.

Simplemente no podía serlo.

¿Cómo podía haberme dejado el mapa de las clases en mi habitación sabiendo que hoy me tocaba una nueva asignatura y no tenía ni la menor idea de donde quedaba esa aula?

Subir a buscarlo no era una opción. Había salido de la habitación con el tiempo pisándome los talones y no tenía la menor idea de a donde ir. Si decidía ir a buscar el papel tardaría mínimo dos minutos entre llegar y volver a bajar. Ni siquiera, aunque usara la velocidad vampírica, merecía la pena. Si bien era cierto que podíamos recorrer mayores distancias en menos tiempo, nosotros también nos cansábamos. Una cosa no quitaba que estuviéramos haciendo deporte, así que nuestras reservas también se agotaban. Y mis piernas, en estos momentos, estaban destruidas de subir las infinitas escaleras hasta mi habitación varias veces al día.

Ni loca iba a volver a proporcionarles esa tortura a mis pobres piernas.

Así que no me iba a quedar más remedio que preguntarle a alguno de los estudiantes por donde se llegaba a la clase de armas. Sinceramente, no es que fuera la mejor opción. No me consideraba antisocial, ni nada por el estilo, pero, en los años que corrían, no te podías fiar al cien por ciento de nadie (ni siquiera de nuestra propia raza, como había podido comprobar meses atrás). Nunca sabías quien podía darte una puñalada por la espalda. Tal vez, si tenía a la suerte de mi lado, me cruzaría a Amelia saliendo del torreón sur y ella sería tan amable de conducirme hasta el aula.

Descendí el último peldaño de la escalinata que conducía al hall donde convergían la mayoría de estancias de la academia: el torreón norte donde se encontraban las habitaciones de los estudiantes, el torreón sur por donde se accedía a la lavandería y se llegaba a los aposentos de los profesores (donde, por inexplicables motivos, teníamos prohibido el acceso), el pasillo izquierdo donde estaba ubicado el comedor y la puerta que daba a la parte trasera exterior del castillo, y el pasillo frente a mí, el cual llevaba hasta el patio interior donde sestaba esculpida la fuente de mármol.

En cuanto la suela de mi blanca zapatilla derecha tocó el marmoleado suelo, escuché a alguien a mi derecha llamando por mi nombre. Mi cabeza rotó en dirección a la voz, reconociendo al grupo de siete chicos, con los que había tenido varios encontronazos en mis primeros días, viniendo en mi dirección.

Si antes de llegar a la academia alguien me hubiese dicho que terminaría teniendo una relación cordial, casi llegando a parecer una amistad, me hubiese reído en su cara y, tal vez luego, le habría saltado a la yugular con mis colmillos deseosos de beber sangre. Desde que había llegado aquí mi plan había sido provocar que me expulsaran, no tratar de crear lazos con otros vampiros.

La vida de verdad era impredecible. Por más que tratáramos de seguir un mismo camino esta nos iba poniendo atajos para conducirnos a otro.

—Hola —los saludé, deteniéndome para esperar que llegaran hasta donde me encontraba.

Me quedé embobada mirándolos recorrer el espacio que nos separaba. ¿Cómo era posible que el horroroso traje les sentara tan bien a los siete? Era estéticamente imposible. ¿Cómo hacían para lucir el incómodo y feo uniforme como si en realidad este fuera la mayor creación de algún diseñador de prestigio? Simplemente no era justo. ¿Por qué ellos tenían que parecer modelos de pasarela mientras yo me asemejaba más a un saco de patatas con claros problemas para combinar colores?

Observé las idénticas prendas de cada uno de ellos. Los pantalones de color gris, tenían la raya pulcramente planchada en el centro de ambas perneras. Las camisas blancas, correctamente remetidas por la cinturilla y con todos los botones abrochados. Las corbatas, de líneas paralelas lilas y moradas, bien atadas y colocadas por debajo de las chaquetas azul oscuro (que casi parecían confundirse con negro). El símbolo de la academia, dos óvalos de punta estrecha interconectados con un punto en el espacio que dejaban en el centro, parecía relucir con la luz pese a estar bordado en hilo dorado.

𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐁𝐎𝐔𝐍𝐃: 𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕  | ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora