Nancy
Los niños estaban jugando en su zona. Algunos de ellos estaban subidos sobre la estructura de plástico que habíamos instalado para su diversión. Consistía en una especie de fuerte con varios toboganes incorporados para que los pequeños pudieran entretener sus horas libres de la escuela y pudieran interactuar entre ellos.
Mely y Tise, las otras dos cuidadoras, estaban en su pequeño descanso para tomar algo. Habían estado bañando a algunos de los pequeños minutos antes. Cuando bajaron a dejar a los niños junto al resto, les dije que se tomaran un rato para descansar. Podía entender que necesitaran descansar, a veces los niños solían ser agotadores, sobre todo con la hiperactividad que los caracterizaba en su niñez. Eran demasiado revoltosos y no paraban quietos hasta que los metías en la cama para dormir (y, en ocasiones, tardábamos casi una hora en dormir a alguno de ellos).
Mi vista se trasladó hacia el pequeño grupo de niños que estaba jugando en la zona verdosa. Estaban arrancando briznas de hierba, tirándosela unos a otros. Daba gracias porque no fuera invierno todavía. Prefería que se tiraran inofensivas plantas a un puñado de agua compactada que podía herir a alguno de ellos.
Una sonrisa se estaba formando en mi cara al verlos tan felices, cuando el ruido de algo impactando contra el suelo y los gritos ahogados de los infantes captó mi total atención. Mi mirada voló veloz al grupo que estaba jugando sobre la construcción. Los niños estaban asomados sobre uno de los lados, observando algo que se encontraba en el suelo. Me enfoqué en lo que ellos estaban mirando.
Uno de los niños se había caído del castillo de juegos y se encontraba tumbado sobre el arenoso suelo. Me apresuré a dejar el porche y acercarme hasta el niño, sabiendo que sus llantos por el repentino golpe serían lo siguiente que escucharía. Desde donde había estado no pude reconocer cuál de los pequeños era el que había caído al suelo. Me agaché hasta quedar a su altura y entonces le moví un poco la cabeza para poder ver de quien se trataba. Era Byron. Era uno de los nuevos niños que habíamos acogido. Hacía apenas un par de meses que lo habíamos encontrado fuera del orfanato con apenas cuatro años, llorando por la ausencia de sus padres (había estado totalmente segura de que habían sido estos quienes lo habían dejado allí y, el pequeño, al darse cuenta de que estos habían desaparecido rompió en llanto). Sus hipidos junto con sus sollozos fueron lo delataron su presencia.
Me giré hacia el resto de los niños que seguían observando desde las alturas.
—¿Qué ha pasado? —me dirigí a todos, esperando que alguno de ellos me dijera lo que había sucedido.
—Jack y Byron estaban peleándose y Jack empujó a Byron —la voz de Giselle, alterada y a punto de llorar, fue la única que conseguí escuchar entre los gritos del grupo de infantes que jugaban más allá de donde me encontraba.
Asentí con la cabeza y entonces dirigí mi vista de nuevo al pequeño a mi lado. No había abierto la boca ni los ojos. No estaba llorando, lo cual era demasiado extraño en alguien tan joven. Lo normal, después de cualquier golpe, por mínimo que fuera, era que rompieran en llanto. Pero no había sido así. Lo cual me empezaba a preocupar. Podía ser que estuviera en shock por el repentino golpe, pero mi sexto sentido, ese que nunca me fallaba, me decía que no era así.
Moví el cuerpo de Byron, hasta posicionarlo de cara al cielo. Había un ligero rastro de sangre en la zona derecha de su cabeza, pringando su pelo. Mi cara se arrugó al instante, presa del pánico. De seguro el pequeño había caído sobre uno de los montones de piedras que los niños habían apilado cuando estuvieron jugando en la arena.
Traté de enfocar mi vista en la zona de su cabeza para ver si la sangre que fluía se debía a una herida más grave de lo que parecía a simple vista. Mi mirada vampírica se activó al instante. Tenía algunas piedras diminutas incrustadas entre las pequeñas brechas que se habían abierto en la piel. Traté de retirárselas con mi mano, lo cual fue efectivo hasta que empezó a salir más sangre.
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𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃𝐁𝐎𝐔𝐍𝐃: 𝑺𝒉𝒂𝒅𝒐𝒘𝒔 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 | ENHYPEN
FanfictionSiete dioses les encomendaron la misión de proteger a la vampira original, confiriéndoles poderes extras para llevarla a cabo. Se habían convertido en sus caballeros y llevarían a cabo su cometido. ⚜️⚜️⚜...