2. Ashley

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Había pasado casi una semana desde lo ocurrido y las cosas con mi familia estaban más calmadas. Sin embargo, la situación con Aiden era muy rara. Él me había escrito unas cuantas veces como de costumbre pero yo apenas había contestado a sus mensajes y cuando me había dicho de vernos le había dado largas.

No sabía bien cómo afrontarlo. Él había sido mi mejor amigo desde siempre y no me esperaba algo así por su parte. Además, tampoco tenía muy claro qué sentía yo. Sí, lo quería, me hacía reír y me encantaba estar con él pero no estaba segura de que lo que yo sentía con Aiden era lo que se supone que debía se debía de sentir cuando estás enamorada.

Tampoco es que yo tuviera mucha experiencia en el amor, pues nunca antes había tenido novio ni nada por el estilo. Sí, me había fijado en algunos chicos antes, pero habían sido simples tonterías de crías pequeñas. Por ello, llamé a Yasmine, mi amiga más fiel del instituto. Era la única a la que podía contarle cualquier cosa de mi vida sin que se enterase todo el mundo y también la única que se preocupaba por mí de manera desinteresada.

-¡Ey! ¿Qué tal estás? No sé nada de ti desde la semana pasada.

-Hola, sí, bueno...

-Espera. Ha pasado algo.

-¿Qué? ¡Qué va Yas!

-A la prensa quizás sí pero a mí no me engañas. Se te da fatal mentir.

-¡Vale me rindo! Sí, ha pasado algo...

-Ay dios, esto promete.

-Fue en la fiesta.

-¿En la de tu padre? ¡Ay dios! ¿Conociste a un actor macizorro?

-¿Qué? ¡No!

-¿Te peleaste con una pija repelente?

-No, es sólo que...

-¿Te caíste y tiraste algo?

-No, en realidad...

-¿Tuviste una pelea con tus padres?

-¡Aiden me besó?- exclamé finalmente.

Mi amiga se quedó en silencio al otro lado de la línea, algo que me incomodó demasiado. No se si se debía al hecho de lo sucedido o porque le había cortado de una forma muy borde. En mi defensa he de decir que no se callaba, cuando Yasmine está entusiasmada no deja de imaginar cosas en su cabeza. Finalmente, decidí comprobar si seguía al teléfono.

-¿Yas? ¿Estás ahí?

-¡Lo sabía!

-Espera, ¿qué?

-Sí, sois la pareja perfecta.

-¿Cómo?

-Por favor, Ash. Todo el mundo en el instituto cuchichea sobre ello. Siempre estáis juntos y sois tan monos...

-No somos monos, ¿de qué estás hablando?

-Siempre andáis con bromitas que sólo vosotros entendéis, os buscáis en cada descanso y estáis siempre pegados.

-Pero eso es porque somos mejores amigos desde siempre.

-Ash, con nadie en el mundo se te dibuja esa sonrisa tan especial que tienes cuando estás con Aiden.

Me quedé en silencio. Sí que era cierto que era muy feliz cuando estaba con él, me sentía como en casa pero, ¿era eso estar enamorada?

-¿Pero tú crees que eso es amor?

-¡Claro tía! He estado enamorada millones de veces. Los chicos hacen cola para estar conmigo. Sé de lo que hablo.

Estaba claro que mi amiga tenía más experiencia que yo en cuanto a las relaciones, pero también he de decir que era muy propensa a ilusionarse con lo más mínimo y cambiar de amor platónico cada semana. Quizá yo simplemente no tenía la capacidad de darme cuenta.

Mi protagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora