Mi protagonista

27. Aiden

Ashley salió disparada hacia Connor y yo me quedé mirándolos atónito sin saber muy bien qué estaba pasando. No escuchaba lo que estaban diciendo pero se tratase de lo que se tratase, mi chica parecía muy enfadada. ¿Qué habría hecho esta vez el actor engreído?
Casi antes de que me diera tiempo a pensar alguna respuesta para aquella pregunta, ambos entraron a toda velocidad en la vivienda. Por ello, eché a andar con intención de seguirlos, pero el pequeño Luke me detuvo agarrándome la mano.

-¿Ya no jugamos más?

Me quedé mirándolo sin saber qué responderle, pues me miraba con una expresión triste en esos enormes ojos que tenía.

-Es que creo que tu hermana se encuentra un poco mal.
-¿Por qué? ¡Si no hemos jugado casi nada!

No pude evitar echarme a reír, pues lo que para Luke habrían sido escasos minutos, realmente había sido una hora entera de "partido".

-Pero eso te lo parece a ti porque eres un campeón y estás muy fuerte. Nosotros somos mayores y por eso nos cansamos antes. Yo también estoy muy cansado, ¿no lo ves?- añadí y comencé a hiperventilar mientras apoyaba las manos sobre mis rodillas.

Entonces Luke empezó a reírse.

-¡No te creo!
-¿Cómo que no? ¿Por qué?
-Porque estabas encestando todas las canastas. Si de verdad estuvieras cansado, fallarías.
-Pero eso es porque tengo mucha práctica. Entreno todos los días.

El pequeño se quedó un momento mirándome intentando entender lo que le había contado y a continuación afirmó. -Pues cuando yo sea mayor también entrenaré para ser igual de bueno que tú.

-Seguro que sí. De hecho, con la edad que tienes creo que ya puedes apuntarte para jugar con el equipo del colegio.
-¿En serio?- sus ojos se abrieron como platos, esta vez llenos de ilusión.
-¡Claro! Si tu ya eres lo suficientemente grande.

Luke no se lo pensó ni un instante más. En cuanto escuchó esa última frase salió corriendo a toda velocidad en dirección a donde se encontraban sus padres.

-¡Mamá! ¡Me voy a apuntar a baloncesto como Denny!

Esta me dedicó una mirada y una sonrisa forzada desde la distancia. No sé si había hecho muy bien en meterle esa idea a Luke en la cabeza, pero en ese momento no tenía tiempo para pensarlo mucho. Era mi oportunidad para ir a buscar a Ashley, que sorprendentemente parecía seguir con Connor, pues ninguno de los dos había vuelto al jardín.
Entré en el interior del salón y avancé buscándolos por todas partes pero no había ni rastro de ellos. Finalmente, llegué hasta las escaleras y me encontré con Connor parado frente a ellas. No tenía ni chispa de ganas de dirigirle la palabra a aquel imbécil, pero seguramente sabría dónde estaba Ashley.

-¿Qué le pasa? ¿Se encuentra bien?- fui directo al grano.

Entonces el musculitos que me sacaba poco menos de una cabeza se giró para mirarme con la expresión de pocos amigos que habitualmente tenía pintada en la cara.

-Sí, sólo algo acalorada.

Hubo algo en su manera de dirigirse hacia mí que no me gustó nada, por lo que decidí pasar de él e ir a buscar a mi chica yo mismo.

-Ah, debería ir con ella.- contesté por educación y me dispuse a subir las escaleras.

Sin embargo, Connor me plantó su manaza en el pecho impidiéndome el paso.

¡¿Pero qué coño se cree que hace?!

¿Cómo se atrevía a impedirme subir a buscar a mi novia? Si por estar viviendo allí creía tener algún tipo de derecho o autoridad en aquella casa, estaba muy equivocado. Me quedé mirándolo fijamente y mi expresión tuvo que endurecerse un poco más porque vi cómo se iluminaron sus ojos al ver que estaba consiguiendo provocarme.

-Ya... ha dicho que iba a darse una ducha. Así que creo que no hace falta, tío.- añadió con una leve sonrisa que me dedicó con malicia.

A continuación, ejerció presión sobre mi pecho apartándome así de la escalera.

La rabia comenzó a invadir mi cuerpo y mis ojos se encendieron con ira. Sin embargo, no podía darle lo que quería. Estaba intentando provocarme y yo era mucho mejor que eso. No iba a montar la escena precisamente en casa de mi novia y mucho menos estando llena de invitados. Por ello, fuí inteligente y dejé mi orgullo a un lado para volver en dirección al jardín.

-¡Denny! Mi madre me ha dicho que "ya veremos si me apunta", pero tengo que practicar por si acaso. ¡Vamos!- dijo Luke tirando de mi mano hacia el exterior de la casa.

Menos mal que no le has cruzado la cara al actor de pacotilla.