Pasaron los días y tuve que asistir a mi primer día de rodaje, por lo que no pude ir a clase. Por un lado me alegré, me apetecía muchísimo empezar el nuevo proyecto y he de admitir que rodar era mucho más divertido que asistir a estúpidas clases. Por otro lado, me entristeció no poder molestar a Ashley en el instituto.
Cuando llegué al estudio donde se llevaría a cabo la edición de la película, ya había otros actores repasando el guión y todos los productores preparando cosas de un lado para otro. Entonces, entre el barullo de gente divisé a Robert.
-¡Ey! Robert.
-¡Connor! ¡Qué bien que estés aquí!
-¿Por qué? ¿Llego tarde?
-No, no. Es que la mayoría de la gente ha llegado muy pronto.
Me reí con su comentario.
-Bueno, siéntate en aquella mesa. Dentro de nada empezaremos la lectura del guión.
Por si no lo sabéis, lo primero que se hace en un rodaje es una lectura dramatizada del guión al completo. Así se pueden encontrar fallos dramatúrgicos de última hora e incluso comenzar a indicar a los actores algunos matices de expresividad. No era mi parte favorita, prefería un millón de veces más entrar en acción, pero era necesario hacer este proceso.
Una vez que ya nos habíamos sentado todos alrededor de la mesa, Robert comenzó a pasar lista antes de comenzar a leer el guión. Ahora sí que me sentía en el instituto.
-Jason Fox, Sam Anderson... y cómo no, mis dos protagonistas: Connor Hunt y Lisbeth Sallow.
Levanté la mano para mostrar mi presencia pero de repente la expresión de Robert cambió a una que expresaba confusión.
-¿Dónde está Lisbeth?
¿No estaba? ¿Pero qué clase de actriz habían elegido? Sí, había oído hablar de ella, tenía muy buenas críticas. Al parecer había explotado hace poco al igual que yo, sin embargo no había podido ver ninguno de sus trabajos porque había estado liado con mi propia carrera.
De repente, ella irrumpió por la puerta.
-Lo siento, me ha costado encontrar el estudio.
Se apresuró a sentarse en la mesa y sacar el guión junto con un estuche de su elegante bolso. A decir verdad, la tía estaba buenísima, no me iba a disgustar demasiado tener que hacer de su novio. Ella era alta, de piel muy clara con pequeñas pecas que adornaban su rostro, de enormes ojos verdes y labios carnosos. Además, se notaba que era presumida, muy presumida, pues llevaba su rubia melena perfectamente ondulada, un maquillaje sutil pero impoluto e iba vestida súper elegante con ropa que resaltaba las curvas de su cuerpo.
¡Joder! Tiene un cuerpo increíble. ¡Connor contrólate!
-Que no pase más, Lisbeth. Ya sabes que la puntualidad es de las cosas más importantes en un rodaje.
-Sí, no volverá a pasar.
Una vez que estuvimos todos y terminamos con los preparativos, comenzamos a leer el guión y, ¡dios! Estaba de puta madre. Ya lo había leído y estudiado antes de ese día, pero leerlo allí todos juntos era muy distinto. Me encantaba mi personaje, era duro pero con una gran profundidad, con puntos cómicos y sobre todo, muy cabrón. ¡Era el puto amo! Además, era la película romántica perfecta, pues mezclaba amor, comedia y acción. Toda una obra maestra. Ya estaba deseando verla en la gran pantalla.
-¡Estoy harta de esconderme!- leía Lisbeth.
-¿Y qué coño quieres que haga?
-No sé, ¿tan malo sería que sepan que estamos saliendo?

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Mi protagonista
Lãng mạn¿Qué pasaría si tuvieras que convivir con un actor famoso? Ashley está harta de vivir en el mundo de ensueño de su padre, Robert Walker, un prestigioso director de cine. Pero la gota que ha colmado el vaso, es que este decida alojar en su casa a uno...