RD Tokio Revengers Y Otros

1. Llegué

Llegar a otra realidad luego de haberlo intentado por mucho tiempo, es uno de los sentimientos que jamás olvidaré. Aún tengo presente en mi mente el tacto de mis manos sobre el cuero del lugar sobre el que desperté de lo que parecía ser una larga siesta.

Estaba desorientada y temía que nada de lo que sentía fuera real, fueron tantos meses de esfuerzo, que me pareció una imprudencia abrir los ojos. Escuché unos ligeros pasos aproximarse, con ello me aferraba a la idea de que todo era real.

—¿Señorita Himeko?—preguntó una delicada voz. Una voz que jamás había oído y que mucho menos se trataba de mi lengua natal—. ¿Se encuentra despierta?—susurró, dubitativa.

—Cinco minutos más—probé a decir, esperando no cometer el error de hablar antes de tiempo.

Una jovial y leve risita fue lo que escuché.

—Señorita Himeko, ya hemos llegado.

Abrí los ojos, necesitaba saber a dónde había llegado. Tenía miedo de estar en un lugar en el que tendría pocas oportunidades de sobrevivir, pues ya había leído y escuchado testimonios de Shifters que aparecían en otras realidades y no en las que deseaban desde un principio.

Pero no fue mi caso, la cuerina que sentía bajo mio era la de un sillón reclinado, me rodeaba una decoracion repleta de muebles y sillones que intercalaban entre colores sobrios, a mi derecha un carrito con todo tipo de dulces y envoltorios de los mismos, la fragancia a lavandas me endulzaba el olfato y el silencio que corría en la cabina era tranquilizador.

Aún me mantenía acostada, miré hacia abajo, acaricié la fina capa de cabellos blancos que me confirmaron que en definitiva, había llegado.

Observé que Jiu —como se llamaba la azafata—aguardaba una respuesta, pero no podía hablar, la conmoción me había consumido tanto que me limite a asentir.

—Su padre lamenta no venir a recogerla—comenzó a decir—. Sin embargo, ha mandado a alguien por usted, la estará esperando al llegar.

Había llegado. No podía creerlo.

Comencé a repasar los acontecimientos que había previsto. Yo acababa de llegar de un exitoso torneo intercolegial de volleyball mixto, debido a pequeños errores con la planificación de horarios tuve que salir un dia después que las personas que estarian conmigo en ese viaje. Estaba emocionada por conocer Brasil, siempre tuve gran interés por aquel país y pensé que iniciar mi estadía en aquella realidad con un viaje familiar y acompañada de personas con las que sabía que interactuaria mucho por los siguientes años, sería alivianador.

Por otro lado, una de las cosas que me salieron mal tras que llegué, fueron mi relaciones amistosas. Nunca he sido capaz de llevarme mal con las personas abiertamente, sin embargo, allá debido a una subtrama romantica muy influenciada por un libro que acaba de leer y por un cariño poco definido por un personaje que no formaba parte de la trama de Tokyo Revengers, terminé creando un enemies to lovers que realmente no duró demasiado pero el poco tiempo que lo hizo, fue extraño para mi.

Jiu me aviso que ya estábamos en tierra, prepare mis cosas y la seguí, una puerta corrediza se abrió sola y nos abrió paso a una pequeña sala de reuniones con una gran mesa y varias sillas a su alrededor, pasamos esa zona y luego de unas indicaciones Jiu y yo bajamos. La curiosidad me inclino a darle una vuelta completa al jet, era fascinante.