28. Baji se nos fue

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-Mikey, ¿puedes callarte un segundo?-susurré-. ¿Se te metieron gusanos en el trasero?

-Deja de avergonzarme-se quejó en voz alta y luego se acercó un poco más a mi, tanto como la pequeña mesa se lo permitía-. En realidad, estaba jugando fútbol con Draken antes de venir y por alguna extraña razón terminé con arena allí. Así que si, si me pica.

Tuve que contener mi risa, no arruinaría el plan que con tanto esfuerzo y con mucho desperdicio de dignidad logré organizar.

-No podía vivir sin saberlo, Mikey-murmuré mordiendo mi lengua para no reír.

Escuché a alguien hacer un ruidito, me giré para ver a Draken bajo la alfombra favorita de la madre de Baji.

-Callense un momento.

-cállate tú.

-Kenchin, pareces una tortuga.

-¡El que hable es Kisaki!-susurró Chifuyu en voz alta.

Todos quedamos en silencio justo a tiempo, porque oimos a Baji en la puerta.

-Puerta de mierda-se quejó-. Te voy a golpear para que te abras.

Observé a Takemichi mirando asustado al techo con las manos juntitas, el se había escondido tras ella.

-¿Es necesario que nos ocultemos? Aquí huele mal-murmuró Megumi, escondido junto a Yuji que recién regresaba de su entrenamiento.

-Amo ser tu amigo-respondió este último con ironía.

-Lo que uno debe soportar por una pizza baja en calorias-susurró Nobara, tapándose la nariz.

Solté una risita.

-Si, sobre eso...-empezó Mikey, pero le pedí que se callara porque Baji acaba de entrar.

Kei dejó las llaves en un mueble, prendió las luces y aprovechando que nos daba la espalda mientras se sacaba los zapatos, todos corrimos hacia él para abrazarlo.

-¡SORPRESA!-gritamos en coro.

El rio al analizar la situación, unos banderines que no había notado por su molestia con la puerta serpenteaban por toda su sala. En la mesa del comedor habían varios postrecitos que Emma había preparado junto a gaseosas y alguna que otra lata de cerveza que alguno de los chicos habían conseguido clandestinamente.

Nos colocamos en filita para felicitarlo más humanamente, todos abrazándolo con sentimiento, pues aunque nadie lo comentó, sabíamos que en nuestra mente recordabamos como casi lo perdimos.

-Feliz cumple-mumuré sobre su hombro, sin disimular el alivio por su bienestar lo abraze con más fuerza-. Me alegra que estés bien-sonreí separándome de él y entregándole una bolsa gigante que no solo tenía mi regalo, también el de Akashi, Bokuto, Kenma y Gojo, quienes los apreciaban mucho.

-Joder, si que me quieren-sonrió, dándome otro abrazo.

El timbre nos distrajo, él estaba por ir a abrir la puerta pero lo detuve para que siga recibiendo sus regalos.

Abrí la puerta, era un grupo de repartidores con las pizzas que había pedido para compartir. Como éramos muchos, no me sorprendió que fueran tres con tres cajas cada uno.

-Muchas gracias, pero creo que falta una-dije recibiendolas y recordándole que eran 10 cajas.

-En unos minutos llegan las otras-respondió él, sin permitirme responder.

-¿Otras?

Pensé que se había confundido, pero cuando pasados esos minutos el timbre volvió a tocar y está vez eran cinco repartidores, me comencé a preocupar.

RD Tokio Revengers Y OtrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora