11. Ran Haitani se esfuerza demasiado

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Llegar al restaurante fue un caos. A ver, yo sí era consciente que teníamos un montón de dinero, pero no imaginaba que la cantidad era tanta como para ser considerados una especie de celebridades. Era confuso, muy confuso. Y no solo para mí. Cuando bajamos del coche, no imaginamos que a quiénes esperaban era a nosotros, pensábamos que tal vez había algún actor dentro del restaurante, sin embargo, fue una sorpresa cuando un montón de personas con cámaras nos atacaron con preguntas que no lograbamos comprender.  Me molestó demasiado que la seguridad del lugar tardó mucho en hacer algo al respecto.

Los cuatro nos habíamos separado, Megumi y yo logramos escapar junto a uno de los hombres que vino en busca de nosotros, y Yuji y Nobara debieron salir corriendo hacia otro lado, con otro de ellos.

El restaurante se ubicaba en la tercera planta de un hotel, cuando logramos entrar, bajo la atenta mirada de todos los clientes curiosos que comían en otras franquicias, le dimos las gracias al hombre que nos ayudó y le pedimos seguir solos.

—¿Qué sucedió allá afuera?—Megumi se acomodaba el saco—. Ojalá no sea una broma de Gojo.

—Lo dudo—le mostré la pantalla de mi teléfono—. A ellos también les pasó.

Se encogió de hombros.

—Gojo dice que nos reservaron una mesa para los cuatro, así que no nos aburriremos en esa reunión—mencionó mientras veía el suyo.

Llegamos a recepción y amablemente nos guiaron a ambos hasta nuestros lugares, unos segundos después vimos a Nobara e Itadori aproximarse.

—¿Alguien sabe que está pasando?—inquirió Yuji.

—Nos persiguieron hasta el garaje—se quejó Nobara mientras arreglaba su cabello.

—Es culpa de los que están allá—Megumi señaló con pesadez hacia la zona "VIP" en la que se estaba llevando a cabo la reunión mientras leía algo en su celular.—En resumen, nos consideran los próximos herederos del conglomerado.

—Bueno, es cierto—afirmó Nobara leyendo el menú.

—Si, eso es lo peor—suspiró Fushiguro, refregando sus ojos—. Itadori heredará todo el dinero de Nanami, Nobara de su madre, yo de Gojo...y bueno, Himeko...

—Medio Japón —completó Yuji.

Épale, esa no me la esperaba. Obviamente era una exageración, pero no era algo tan fantasioso. Bokuto y Akashi eran empresarios muy reconocidos en su área y también fuera de ella. No solo en Japón, también a nivel internacional. Y cuidaban demasiado esa imagen "correcta" que los caracterizaba.

Me hubiera gustado que con toda la tecnología de mi RD también la mentalidad de las personas hubiese sido cambiada. Pero no fue así.

Sé que tenían una relación, jamás me lo dijeron porque ellos sabían que no era necesario decirlo de manera directa. Basta con ver cómo se miraban y hablaban cuando estaban conmigo o sus amigos. Ellos se querían mucho y a pesar de que yo no era hija biológica de Akashi, él me consideraba una.

Es por eso que no heredaría solo la fortuna de Bokuto, también de Akashi. Aunque claro que esto último era algo que la prensa no se enteró.

O bueno, al menos hasta que ambos fallecieron. Pero eso es algo que pasó años después, en el peor de los peores futuros.

—¿Puedo tomar su orden?—una señorita se nos acercó y en turnos nos fue preguntando lo que queríamos.

—Fushiguro se hace el humilde pero también tiene un montón de dinero por parte de su padre—mencionó Nobara cuando la chica se fue—. Por cierto, ¿Sigue soltero?

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