-Prefiero no morir mientras grabo esta experiencia-dijo-. En fin, los peligros a los que uno se enfrenta solo por dinero.
- Ey, ¿Y quién te dijo que te iba a pagar?
-Tu amistad no me paga las deudas.
Estábamos en el coche de Yuji, este último parecía estar imaginando el desenlace de esta experiencia. Algo que debió hacer antes de prometer en el avión que me enseñaría a conducir.
Pero bueno, ahí él. Unos segundos después la puerta del auto fue abierta, alguien se subió.
-Ya llegué. No saben lo complicado que es elegir la comida adecuada para esta ocasión-observé por el retrovisor, le entregó una botella a Megumi y luego se estiro para pasarle otra a Yuji-. Ten bro, algo de azúcar no viene mal antes de morir.
Si gente, era Todou.
-¿Y mi casco?-preguntó. Megumi sacó otros dos más y se los entregó a cada uno.
-No puede ser.
-¿Desde cuándo se llevan bien?-Escuché que Todou le "susurró" a Megumi, el se encogió de hombros.
Sentí a Yuji pinchando mi hombro, me sonrió cuando le presté atención.
-Bueno, lo primero que tienes que hacer es...
No los voy a aburrir amigues, la verdad es que en esa ocasión no logré hacer las cosas muy bien porque Yuji me ponía demasiado nerviosa. No me culpen, tenía 15 y que se me acerque mucho o ponga su mano sobre la mía para guiarme, bueno, para qué mentir, todo contacto físico con él me ponía de los nervios. Y era raro, porque con Thiago no sentía esos mismos nervios. No sabía si eso era algo malo o bueno, pero llegué a cuestionar aquello durante un buen tiempo.
-¡Himeko, si vuelves a avanzar y parar en seco otra vez, te voy a vaciar el contenido de esta botella en la cabeza!-exclamó Megumi.
-¡Ni si quiera puedes dejar de aferrarte a los asientos, Megumi!
-¡Porque soy muy joven para morir!
-¡Ay mamita! ¡¿Por qué venir me pareció una buena idea?!-gritó Todou aferrado a sus piernas.
-¡Gojo me va matar!
-Megumi lindo de mi corazón, ¿Por casualidad no tienes otro casco por ahí?-pregunté intentando esquivar una camioneta-. ¡¿Cómo tenía que frenar?!
-¡¡Ni se te ocurra frenar!!-exclamaron entre los tres.
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-No creo que subir esto a Youtube sea legal-se lamentó Megumi.
Para resumir, estaba en contraflecha. ¿Un muy lindo recuerdo de tu primera experiencia conduciendo, no?
-¡No quiero morir!-grité asustada, intentando esquivar un camión gigante.-¡Mierda, la policía!
