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13. Megumi resultó ser clarividente

Como si el día anterior hubiera estado manifestando su presencia, desperté con un mensaje en mi celular.

Thiago ya estaba llegando.

Eran las once de la mañana cuando me levanté, pues la desvelada había enviado factura. El único despierto era Yuji, que se hallaba platicando con Akaashi mientras bebían unas tazas de café.

-Buenos días-me serví una taza también-. ¿Uuu y eso?

-Donas, Yuji salió a comprarlas antes de que despierten-respondió Akaashi dándole un mordisco a una.

-Y traje de las que te gustan-sonrió apuntandolas.

-Genial, graciaaas -le dije con un pedazo en mi boca.

-Himeko, no hables con la boca llena.

Que feo que te llamen la atención frente a un amigo. 😭

Por suerte Yuji solo se limitó a sonreír.

Mi teléfono vibró por una notificación, lo cual me hizo recordar el mensaje que había recibido al despertar.

-Papá, Thiago ya está llegando-dije dándole un sorbo al café-. ¿Le preparo el cuarto de invitados?

-No te preocupes, de eso me encargo yo. Bokuto me dijo que irías tú a recogerlo. Es mejor que vaya por él alguien con quién se sienta cómodo. Es su primera vez aquí.

-Le di el día libre a Jiro-murmuré.

-Yo puedo llevarte-se ofreció Yuji.

Akaashi sonrió, dando por resuelto todo.

-Como te gusta manejar ese coche, ¿No?-le dijo despeinándo su cabello con ternura-. Deberían ir saliendo, pueden almorzar por allá si gustan. Yo me encargo de esos dormilones.

Fui hacia mi casita a vestirme y al salir Yuji ya estaba esperandome afuera. Toqué la ventana antes de entrar.

-¿A dónde señorita?-bromeó colocándose una gorra.

-Aeropuerto Hameda, señor ¿Cuánto será?

Llevó una mano a su mentón.

-¿Cuánto piensa pagarme?

-Que tal...un bucket de pollo frito.

Esbozó una sonrisa.

-Hmm, está bien. Creo que puedo conducir por un bucket de pollo.

Arrancó el coche y yo aproveché para conectarme al Bluetooth (I'm the official DJ) 🤪

-Oye, ¿Qué tal eso de ser capitán?-pregunté mientras bajaba el volumen.

-Cansado, al menos ayer. ¿Puedes creer que todo el equipo tuvo que correr cada que un grupo de padres se acercaba? Me sentía una atracción de circo.

-La verdad, siempre pensé que te parecías a un payaso.

-Que chistosa. ¿Sabes? También me encontré al equipo de volley, preguntaron por ti.

-¿Les dijiste que cambié de escuela?

-Sentí que no me correspondía, así que tuve que inventar una excusa y decirles que estabas estreñida.

Lo miré mal.

-Estás de broma.

Su silencio era suficiente respuesta.

-Cuando lleguemos y mi vida no dependa de tu manera de conducir, te la verás conmigo.

-¿Me dejarás probar al menos una pieza de pollo?

El viaje continuó apaciblemente y subí el volumen de la música un poco.