22. Volver al pasado

60 8 0
                                    

Esa noche, Naoto nos sugirió hospedarnos en su apartamento a todos. Al entrar recuerdo haber visto muchas cajas apiladas por todos lados, supuse que eran las cosas de su hermana. Nos acomodamos en medio de la sala y mientras Naoto revisaba unas facturas yo aproveché para pedirle prestada su laptop.

—Adolescentes—murmuró mientras me la pasaba negando con desaprobación.

—Ancianos—repliqué sacando la lengua y alejándome antes de que se arrepintiera.

Cuando llegué frente a Takemichi, que veía cosas en su celular ya que Naoto nos había dejado en paz solo por esa noche, le mostré la laptop.

—Si la conseguí—dije agitandola frente a él.

—¿Crees que pueda hacerme amigos de ellos?—preguntó refiriéndose a los chicos de Toman.

Sonreí para mis adentros, recordando lo mucho que terminó significando Takemichi en el manga para cada uno de ellos.

—Claro—asentí con una sonrisa para que se sienta mejor—. En mi canal siempre aparecen, quizás así puedas darte una idea de cómo son.

Para una chica de quince ver qué su canal en una red social realmente progresó es lo más fenomenal del mundo. Y así me sentí cuando vi que tenía más de 50 millones de seguidores. Hace mucho no subía videos, saqué un cálculo de al menos 7 años, pero seguía monetizando.

Comenzamos a ver un blog tras otro, empezamos por uno en el que junto a Mikey fuimos a la inauguración de un buffet en el que competimos por quién comía más, en el pasado no había sucedido mucho tiempo desde su publicación así que era la versión más reciente del Manjiro adolescente que podía ver. En ese vídeo grababa Yuji, no paraba de reír y me di cuenta de lo mucho que extrañaba su risa.

—¿Ese era tu novio, no?

—No lo era—dije con pesar.

—Claro que sí—dijo pausando el vídeo—. Hubo un tiempo en el que no dejaban de salir juntos por todos lados en la televisión, pero fue...no fue hace mucho. Quizás un año antes de que comiences a salir con él—dijo señalando a Sanzu, que veia la televisión y no nos prestaba atención.

—Wow—fue lo único que pude decir, decepcionada.

En mi mente, Yuji y yo íbamos a estar casados y con dos hijos.

Deje correr el vídeo y seguimos viendo hasta muy tarde, Naoto nos separó para dormir, más que todo a Haruchiyo de mi.

—Tiene quince—le recordó antes de apagar las luces.

Escuché un bufido y como las sábanas se movían y me daba la espalda. Pasaron varios minutos, no podía concebir el sueño, muchas cosas pasaban por mi mente y era extraño estar en el cuerpo de una adulta.

—Oye Haru—susurrré.

—¿Mmh?

—¿Me prestas tu celular?

—No te engaño.

Rei levemente para no despertar a Takemichi.

—Realmente no me importaría si lo haces. No somos pareja, tengo 15 y tú ya estás por entrar a la crisis de los 30.

Le escuché reír contra su almohada.

—No te desveles mucho—fue lo único que dijo mientras me lo prestaba.

Lo que había dicho Takemichi sobre Yuji y yo me estaba quemando la cabeza, pero no quería averiguar más sobre eso. En cambio, decidí actuar por el bien de todos ya que si me iba a desvelar tendría que ser con un buen propósito.

RD Tokio Revengers Y OtrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora