20. Encuentro inesperado con Takemichi

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Mentiría si les dijera que la situación con Thiago no me afectó. Le había tomado cariño, uno muy independiente a la pasión superficial que nos envolvía. Cuando se marchó a Brasil y mi hogar se transformó en algo similar a un cementerio por la noche, fui consciente de lo sola que estaba allí dentro.

Las últimas semanas con él en casa fueron extrañas. Lo que menos deseaba era que se fuera sin poder arreglar las cosas, pero sé que él se hallaba avergonzado. Tanto así que comenzó a evitarme, una situación cómica si no fuera por el contexto. Yo no lo trataba diferente luego de aquella fiesta, al contrario, parecía que quien quería disculparse era yo de lo complaciente que intentaba ser para poder hablar un poco y así pedirle una explicación.

Una noche me encontraba revisando unos apuntes sobre mi cama, cuando escuché que tocaba la puerta y confirmaba algo que ya esperaba: volvería a su país. No intenté detenerlo, a ese punto ya sabía que lo menos que él deseaba era un interrogatorio sobre su mal comportamiento.

Y creo yo, que no merecía ser más atormentado. En especial porque luego de esa fiesta tuvo que quedarse varias semanas en casa de la persona que descubrió que era un "interesado" porque debía terminar su programa deportivo obligatoriamente.

A pesar de que salí decepcionada de Thiago, no salí decepcionada de los hombres. Al menos no de los de mi entorno. Draken, Keisuke y Mikey me mandaron una caja de chocolates y vinieron a visitarme, admito que era chistoso observar como miraban a Thiago cada vez que lo veían entrar a mi casa. Yuji venía a visitarme casi todos los días junto a Fushiguro y Nobara luego de las clases.

-A Thiago siempre le olí las malas vibras-confesó Nobara en unas de sus visitas.

-¿Las olías? ¿Sos un sabueso o qué?-se burló Megumi.

Pero bueno, para cerrar el arco de Thiago-por ahora-puedo decir que no logramos arreglar nada. Por mi parte, no había conflicto contra su persona. Pero no sabía cómo el se sentía, algo que me causó problemas luego.

Estábamos iniciando Julio, el clima era espectacular, días antes había salido con Baji y su madre a la playa. Mi tía nos obligó a hacer una competencia de castillos de arena.

Kei y yo be like:

Según mis cálculos Takemichi llegaba en 1 día al pasado, y yo no había hecho nada hasta ese momento para alivianar la carga para él

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Según mis cálculos Takemichi llegaba en 1 día al pasado, y yo no había hecho nada hasta ese momento para alivianar la carga para él. Literal mandé mi plan al tacho.

Lo único que podía hacer era fraternizar con Kisaki, y para eso debía volverme toda una intelectual, algo que no le resultaría creíble luego de mi historial en las redes. Me había acostumbrado a hacer blogs con gran frecuencia, y como siempre me pasaban cosas humildes, la monotonía no era algo con lo que me asosiaran.

En uno de aquellos días en los que corría por los pasillos para poder llegar y refugiarme en la biblioteca de Oikawa y su obsesión por entrenar hasta en el recreo, me encontré a Haruchiyo y le pedí que me acompañara para no aburrirme. Aprovechamos las computadoras y yo dispuse mi tiempo a revisar correos de marcas que me pedían publicidad y también los correos de Gojo en los que como mi representante, intentaba ser lo más serio posible pero siempre terminaba por mandarme una foto chistosa-de mi padre o Suguru durmiendo con la boca abierta-en forma de firma. Estoy segura que Kuroo era la mente maestra detrás de las imágenes de mi padre. Ahora sí, yendo al punto porque me desvié demasiado; Haruchiyo se interesó por las propuestas y me dio la idea de una nueva sección en mi canal, se trataría de ir a restaurantes a los cuáles debía de adular y a cambio me daban comida gratis y dinero.

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