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Halloween, su celebración favorita.

Lo que más le gustaba de la festividad eran los dulces —amaba los dulces, tanto que estaba dispuesta a vender droga para poder comprarlos.— y que podía ayudar a su madre a decorar la casa. Solo una vez al año tenía poder de decisión en la forma en la que operaba su hogar.

Ese día todos estaban sumamente emocionados, por lo que nadie puso una mínima de atención a las clases. Ni siquiera Pip, que era el más aplicado de todos.

La última asignatura era inglés, que estuvo llena de palabras raras que no entendía. No tenía su cabeza en la clase, sino en el Halloween, fantaseando por todos los dulces que obtendría en la noche, hasta que sonó la campana, marcando el final del día. Todos chillaron de la emoción.

—Voy a organizar una fiesta de Halloween, todos están invitados. — Cartman sonríe mientras lo dice. — Incluso tú, ____. — le guiñó un ojo, sentándose de nuevo.

Ella rodó los ojos, fastidiada. Claramente no era verdad lo que decía. El lugar se vació en cuestión de segundos, dejando al grupo a solas.

—Oye ____ — Pip la llamó, por lo que giró su cuerpo para observarlo, mientras guardaba sus cosas con pulso tembloroso. —, quería preguntarte como íbamos a reunirnos en la noche. — dijo sonriendo tímidamente, llamando la atención de Damien.

—Mi mamá te recogerá y nos llevará a casa media hora antes de las ocho, y saldremos por nuestra cuenta a pedir los dulces. — respondió, tan cálida que daba miedo. Era muy inusual verla así.

—¿Están hablando de Halloween? — Damien se metió en la conversación, algo irritado. Hacía lo mismo que ella de guardar sus cosas, solo que con más apuro.

—¿Por qué tan seco? Pensé que siendo hijo de quien eres amabas la festividad.

—Y sí me gusta, pero no soy fan.

¿Que a Damien le gustara algo? Rarísimo.

—Bueno, Pip y yo iremos a pedir dulces. — no obtuvo respuesta del contrario, quien había fruncido el ceño, ____ se mordió el labio. No quería excluirlo, hasta que recordó que no era necesario. Su mamá le había dicho que podía invitar a otra persona si quería; claramente lo ofreció porque quería conocer a una amiga suya, no a otro niño con el que se juntaba que era un rechazado social. Porque ni sus súper amigos del grupo de Cartman lo invitaron. — ¿Nos quieres acompañar?

Se percató de un rubor en el rostro del peli-negro, que escondió desviando la mirada.

—No tengo nada qué hacer esta noche, supongo que tengo tiempo.

—Genial, ya sabes donde está mi casa, ve ahí a las 7:20pm. ¿Te vas a disfrazar?

—Ya veré.

Damien se colgó la mochila y se fue sin mirar atrás, dejando al dúo en el salón vacío. Pip sonrió ante la conversación tan amena que ____ fue capaz de mantener por más de diez segundos con Damien, sin peleas ni gritos. Al parecer ya se estaban haciendo amigos.