Ese día era su cumpleaños, 12 de septiembre.
A pesar de que recién había cumplido ya la mayoría de edad, el día comenzó como cualquier otro: su madre tratando de que se tomara sus pastillas, ella lidiando con su propia baja autoestima, ansiando ya llegar a la escuela para ver a Damien.
Desde hace meses venía lanzando indirectas de que su cumpleaños se avecinaba para que se acordaran, ¡y lo hicieron!
—¿Y Damien? ¿Phillip? — preguntó al no verlos. Ya deberían de estar ahí.
—Están en la oficina del director. — respondió Stella, revisando su manicura tranquilamente.
—¿Por qué?
—Damien trató de sacrificar un conejo como un regalo para ti, y Pip lo ayudó, así que los llevaron a la dirección y muy probablemente los castiguen.
—¡¿Qué?! — exclamó, atónita. Se llevó las manos al rostro, restregándolas con desesperación. — Ay, mierda... Damien y sus regalos extraños.
No era la primera vez, le había dado muchos regalos de esa índole en el pasado, pero nada como sacrificar animales inocentes como conejos y dárselos. Sabía que no le gustaba eso.
Damien y Phillip aparecieron una media hora después, justo a tiempo para un receso de 5 minutos. Apenas se les dio la libertad de comer e ir al baño, tomó a Damien de la muñeca y lo jaló afuera del salón para hablar de lo sucedido. O más bien, para regañarlo.
—Damien...
—Sé que estás enojada, y antes de que empieces, déjame darte esto.
Una caja apareció en sus manos como por arte de magia, se la extendió a la espera de que la tomara. Frunció el ceño.
—¿Ok...?
La tomó entre sus manos. Abrió la caja y apenas lo hizo un extraño olor se le metió por las fosas nasales. Toda aquella emoción se esfumó, porque lo que había en su interior era el cadáver de un conejo blanco, y el pelaje húmedo y manchado. Tenía un listón verde pálido envolviendo su cuello.
Se le cayó algo parecido al mundo.
En verdad pensó que ya no se lo daría a pesar de que estaba enojada.
—Ah, es el conejo. — dijo, todavía mirándolo.
La cabeza de Christophe emergió desde el interior del salón por medio de la ventana, inclinándose notoriamente para ver. Su rostro estaba contraído por la burla que quería reprimir a toda costa pero que le brotaba de todos modos. No perdería su oportunidad de burlarse de Damien.
—Definitivamente soy el más romántico de aquí. — opinó y luego volvió a su lugar.
____ miró a Damien, hallando en su rostro algo nuevo: vergüenza. Damien estaba apenado. Y posiblemente un poco disgustado. Pero eso era un sentimiento, ¡un sentimiento!
—Lo cacé con ayuda de Phillip esta mañana — añadió él, evitando su mirada. —, es de los que más me gustan. — al notar que ni así ella dijo algo, decidió insistir, avergonzado. — Ey... ¿no se supone que debas decir que es lindo o algo así?
____ no tuvo otra opción que sonreír ampliamente.
Se sintió estúpida por esperar un regalo normal, porque Damien no tenía nada de normal. Era el hijo del diablo, y aún así le había obsequiado algo. Y si lo pensaba bien, él mismo había forrado la caja, porque se notaba mal doblada por todos lados, muy torpe. No se lo había pedido a Phillip aunque sabía que era experto en esas cosas, lo había hecho él mismo.
A pesar de todo le gustó su regalo, el detalle del listón verde fue lindo ya que era su color favorito. Por eso se inclinó hacia él y dejó un beso sobre la pálida mejilla de Damien.
—Me encanta, es el mejor regalo de todos. — le dijo, sonriendo cálidamente a pesar de que seguía asqueada.
Damien se limitó a asentir con la cabeza, incómodo por todas las miradas. Si estuvieran solos, la habría besado como se lo merecía.
Sostuvo con cuidado la caja en sus manos mientras caminaban hacia el parque al que siempre iban ellos dos. Sonrió suavemente al recordar que, en alguno de todos esos árboles, habían escrito sus iniciales. Si no es que en todos. Ella con un objeto afilado, como un cuchillo, y él lo grabó con su fuego.
—¿Te quedarás con el conejo?
____ sonrió a medias. No podía tener un conejo muerto en su habitación. Su madre se pondría loca. Apenas había podido disimular el olor durante el transcurso del día. Pero tampoco quería decirle que debía echarlo a la basura.
—Hasta que pueda. — se limitó a responder.
Damien bajó la mirada.
—Lo siento.
Ella lo miró, desconcertada.
—Se regala cualquier cosa con un significado especial, Damien. — le aclaró. — Esto cuenta.
Él asintió y adoptó un aire pensativo. ____ no podía creer que se hubiera disculpado. ¿Lo decía en serio o era una broma?
—¿Cómo se supone que debo actuar este día? — preguntó de repente y giró la cabeza para verla. — Siempre he oído de los cumpleaños, pero nunca me ha importado. Porque tú y yo nos comportamos de una forma y la gente de otra.
—Lo has hecho a la perfección, no debes preocuparte por esto.
—De acuerdo... — y Damien ya no dijo nada más. Se guardaría toda su amargura e inseguridad para sí mismo.
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✓ QUESTION...?, damien thorn.
Fanfiction𖧧 𝗊𝗎𝖾𝗌𝗍𝗂𝗈𝗇...? ₍⑅ᐢ..ᐢ₎ 💭 ˒ ︨ ྀི◟ ͜ ◞ ྀི◟ ͜ ◞ ྀི◟ ͜ ◞ ྀི◟ ͜ ◞ ྀི ︧ ★ 𝗱𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻 𝘁𝗵𝗼𝗿𝗻 es enviado al pueblo de south park para que busque conocimiento para gobernar el infierno cuando sea mayor. ★ ____ 𝗱𝗮𝘃𝗶𝘀 llega para...