✓ QUESTION...?, damien thorn.

007

Tenía que ser extremadamente honesta.

Le había sorprendido bastante que la escuela organizara un baile de invierno antes de las ansiadas vacaciones. Y sobretodo, que no avisara con antelación, mínimo un mes antes. Había sido todo demasiado repentino. Además, era extraño que la escuela hiciera tales eventos teniendo de objetivo que los niños se divirtieran y no para verlos sufrir.

Necesitaba una pareja que la acompañara al baile... o al menos para no parecer tan patética. Nunca le habían interesado esas cosas, tampoco lo hacían ahora, pero empezaba a crecer y a tomar conciencia de su alrededor. Sería penoso aparecerse como si nada y totalmente sola.

¿Tal vez Pip...? No, sería algo raro.

¿Damien...? No, definitivamente no.

Ambos estarían ocupados decorando el gimnasio y vigilando que nadie hiciera desastres, de cualquier forma. Pip lo había obligado a apuntarse y Damien, como no tenía nada que hacer, accedió. Ni aunque les rogara podrían hacerse un pequeño espacio.

Y... no tenía más amigos hombres, genial. Tal vez debería pedirle el favor a su primo para no estar tan sola.

En el cambio de clases aprovechó para ir a su casillero para dejar unos libros y tomar otros, cuando fue llamada por alguien. Giró la cabeza sin dejar de hacer lo que hacía, para descubrir a Clyde Donovan parado a un lado suyo, recargado en los casilleros.

Un buen atleta aficionado a los deportes, definitivamente. El chico era otra cosa, muy diferente al Team Stan o al Team Craig, o a los rechazados sociales como ella.

—Hola, ____.

—Hola, Clyde. — le saludó con afabilidad. Nunca se había llevado mal con él y tampoco le desagradaba, así que hasta le dedicó una pequeña sonrisa. — ¿Cómo estás?

—Todo bien. — se pasó la mano por el cabello castaño. Eso hacía siempre frente a las chicas. — Pues, mira... ¿sabes lo del baile, no es así? — asintió, apretando los libros contra su pecho. Ya se hacía una idea de lo que iba a proponerle, y estaba lista para decirle que sí. El chico no estaba nada mal, después de todo. Clyde se rascó la sien con nerviosismo, evitando mirarla. — Me preguntaba si... ibas a ir, y si te gustaría ir conmigo...

Una extraña risa interrumpió la conversación. Una risa baja, apática y con una nota burlona. Damien estaba allí, apoyado en los casilleros de igual manera, con los brazos cruzados, mirándolos, escuchándolos. Observaba a Clyde con un aire raro, escalofriante.

Entonces, se acercó a ambos, y pasó un brazo por sus hombros, acercando su cuerpo al suyo.

—Ella va a ir conmigo. Piérdete. — demandó.

El toque la derritió por dentro, pero su comentario congeló su expresión facial. Literalmente, Clyde quedó tan sorprendido como ella.

—¿Uhm? ¿Ustedes...? — emitió el castaño, alternando la mirada entre ambos. — ¿Salen?

—Sí. — respondió Damien de manera tajante.

—No. — contestó al mismo tiempo, separándose.

—¿Sí o no? — preguntó Clyde, frunciendo el ceño.

—Que sí. — sostuvo Damien en un tono monocorde.

—¡No! — exclamó, corrigiéndolo.

—De acuerdo, estoy confundido justo ahora...  — dijo Clyde con una expresión de pasmado.

—El punto es que no está disponible para eso del baile, no hay que dar ninguna otra explicación. — replicó Damien. Sus ojos manifestaban disgusto ante la otra presencia.