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No había acudido a la escuela en un par de días, se la había pasado durmiendo para evadir a su madre, quien tenía un aura que la ponía sumamente tensa.

Se sentía culpable por hacerla sentir así de enojada, ese día era su cumpleaños y, según escuchó, había dicho que era el peor de su vida.

Era su culpa.

Su maldita culpa.

—Mamá. — la llamó mientras lavaba los platos. Ella no respondió, pero aún así continuó. — Quiero que sepas que ya pensé todo lo que hablamos el otro día, y... tienes razón. Perdóname, por todo.

La mujer paró, se mantuvo inmóvil por unos segundos hasta que giró la cabeza, mirándola de reojo. Tomó un trapo y se secó las manos, tomándose su tiempo. Cinco segundos que parecieron una eternidad, se enderezó buscando aparentar confianza ante su progenitora.

—Me alegra que lo entiendas.

La mujer fue hacia ella y la envolvió con sus brazos, abrazándola. Se refugió en su pecho, aferrándose como cuando tenía 7 años y lloraba por no entender porqué su padre no quería vivir con ella.

Ese dolor de garganta causado por sus lágrimas le impedía hablar, ya que sentía que esta era atravesada. Seca y áspera. Su voz se escuchaba lejana, casi no podía hablar por el dolor.

—Sé que es por mi bien.

Era lo mejor. Era lo más correcto.

¿Pero qué tal si no? ¿Qué tal si el único que la hacía verdaderamente feliz era él? ¿Qué tal si nunca volvía a tener esa conexión con alguien más? ¿Qué tal si desafiaba a su madre y volvía con Damien, y él... ya no sentía lo mismo?

No quería hacer sufrir a su madre, pero por otro lado... no le importaba en absoluto a quien dañase, solamente lo quería.

Todo por querer estar con Damien, todo proveniente de su propia petulancia autodidacta. Porque ¿y si estuviera enamorada a pesar de no comprender del todo el concepto del amor por su corta edad? Los niños eran mucho más inteligentes que los adultos, al menos en South Park.

¿Qué pasaría si no podía tenerlo? Que se jodiera todo si no podía tenerlo. Podría morir y no habría diferencia alguna. Como si hubiera perdido a su gemelo, a su igual. Lo tenía tan presente e indeleble como era posible.

Damien había notado que la distancia entre ambos fue creciendo más y más, incluso después de que la muchacha volviese a la escuela, ausente con la excusa de que había estado enferma

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Damien había notado que la distancia entre ambos fue creciendo más y más, incluso después de que la muchacha volviese a la escuela, ausente con la excusa de que había estado enferma.

—Pip... dime la verdad. No se enfermó, ¿verdad? — el rubio siguió caminando, subiendo la velocidad de sus pasos para evitarlo. Gruñó malhumorado; por más que le molestara, Phillip seguía teniendo la confianza de la chica y le contaba cosas que a él no. Imitó su acción y lo agarró del brazo, deteniéndolo. — Pip, te estoy hablando.

—No se enfermó. — dijo. — Pasó algo con su mamá.

—¿Qué pasó?

Suspiró profundamente. A Phillip no le gustaba involucrarse en sus cosas, pero de alguna forma siempre terminaba involucrado en ellas.

—Creo que quiere hablarlo contigo, pero igual te diré a lo que te estás enfrentando de una vez. Su madre ya no quiere que sean amigos, y ella parece que quiere hacerle caso.

Se quedó en blanco. Todos los músculos de su rostro se tensaron,  empezó a sudar intensamente. Lo que tanto había temido, había pasado. Estaba por irse del pueblo y no había logrado ningún maldito progreso.

—¡Mierda! — pisoteó el suelo. Si tan solo las cosas fuesen diferentes... — Pip... ¿puedes ayudarme a hablar con ella?

—Damien, no me quiero involucrar.

—Por favor.

Pidió, casi suplicó. Habían pasado demasiadas cosas juntos, tantos sentimientos, como para que terminara sin hablarlo siquiera.

—Bueno, está bien. — accedió, haciendo que Damien festejase por dentro.

Juntos fueron a la casa de ____, estuvieron casi en frente de la entrada. Recordaba que era una noche lluviosa, las luces del cuarto de la niña estaban encendidas. Su corazón dio un vuelco. Ella estaba ahí y no pudo tocar la puerta para hablarle por su madre.

Fue como morirse.

✓ QUESTION...?, damien thorn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora