PROMESAS DE PAPEL | JENLISA [G!P]

Parte 3

El desayuno se mantuvo en un estado ameno y tranquilo, hablando especialmente con Lisa puesto que Jennie solo respondía con monosílabos, aunque no negaremos una pura verdad, y es que era la primera vez que podía comer tranquila todo su plato, sin miedo a que alguien viniera a quitárselo sin miramientos, sin importar dejar a una niña totalmente desnutrida y en ocasiones, al borde de la muerte. Estaba siendo alimentada con deliciosa comida, aunque para ella quizás estaba tan buena por el tiempo que llevaba sin comer con tranquilidad y a Lisa eso le fascinó.

No podía dejar de mirar a la chica de ojos felinos que parecía disfrutar, o al menos eso reflejaba el tenue brillo en sus ojos.

Sí, sería un camino largo, difícil y lleno de mierda en el proceso, pero quizás podría construir una relación de confianza. El matrimonio iba a tener lugar pasara lo que pasara por lo que lo menos que podía hacer era esforzarse para tener una relación de cariño aunque no hubiera amor como tal.

A los minutos dos personas hicieron presencia en la cocina.

- ¡Mami! - Gritó el pequeño Lander extendiendo los brazos a su madre.

- ¡Oh! ¡Pero si es mi pequeño galán!

- ¿Sabes qué?

- Dime mi amor.

- He visto a Lalisa con... - Paró sus palabras cuando sus ojos divisaron a la chica de la que el pequeño se enamoró. - ¡Jennie! ¡No te has ido! - Lisa se llevó las manos a la cabeza cuando el enano descarado fue corriendo hacia la corena y sin ningún permiso abrazó su cuerpo.

Hasta la señora Seulgi sintió que debía hacer algo para apartarlo.

- ¡Lander! - Liam, de doce años, regañó a su hermano adelantándose a todos allí.

- ¿Qué? - Replicó el otro con chulería.

- ¡Qué seas respetuoso! ¡Es una invitada, no puedes invadir su espacio así!

- ¿Y tú que sabes? ¡Jennie será mi novia algún día! - Todos allí rieron y eso incluía a Jennie que soltó una leve risa, quedando sorprendida por ella misma, ¿Cuánto tiempo hacía que no reía? Ni siquiera lo recordaba, no creía haberlo hecho en ningún momento de su vida pero ahora... Ahora escuchó a ese pequeño decir algo con tanta gracia que reaccionó sin siquiera pensar. - ¡Lo ves! ¡Ha sonreído!

- ¡No ha sonreído! ¡Se está riendo porque dices estupideces!

- Liam. - Regañó Lisa con el ceño fruncido y la voz profunda, mirando al otro pequeño que comenzaba a arrugar el rostro, con una mueca en sus labios, el ceño fruncido y a los pocos segundos, un triste llanto.

Jennie por otro lado se mantenía estática, para todo el mundo allí estaba gélida e inmóvil sin saber lo que por su mente pasaba.

"Niño"

"Llanto"

"Yo"

"Abrazo"

Eran palabras sueltas que se formaban en su mente, una debilidad ocasionada por su triste pasado. Un niño llorando desconsolado, aunque la situación no fuera la misma, ni siquiera comparable, pero para ella su corazón se estremecía al escuchar los sollozos y por ello envolvió al niño en un abrazo, dejando a los tres adultos totalmente sorprendidos.

- Lander... - Murmuró con su dulce voz captando toda la atención del ahora hiposo niño. - Siento tener que rechazarte, yo... Nací muy pronto y eso... Me... Me hace mucho mayor. - Pausó un momento viendo la cara de tristeza del crío. - Pero te prometo que un día te casarás con una mujer hermosa, mucho más que yo... - Todos la miraban perplejos, sin habla, estáticos pero alegres de poder escuchar más que monosílabos de la vulnerable chica que parecía sentirse más cómoda con los niños.