PROMESAS DE PAPEL | JENLISA [G!P]

Parte 13 [1/3]

Después de vivir el exquisito momento en el que por poco sus labios se tocaron, nada más ocurrió, o al menos nada parecido a un beso. Jennie se sentía tan avergonzada que apenas podía mirar a Lisa a la cara, mientras que esta última solo quería estar cerca, de hecho, se la estaba empezando a olvidar el problema que sería presionar o perseguir tanto a la coreana, pero ese acercamiento que tuvieron para ella no fue más que una confirmación de lo que tanto llevaba esperando. Ese maldito beso que parecía no llegar nunca, aunque en algún momento tuviera lugar, no sería ahora. 

Jennie se quedó profundamente dormida en el sofá, la tailandesa creyó que eso se iba a volver una costumbre cada vez que vieran una película, y la verdad era que no la importaba puesto que podía tomarla en sus brazos para llevarla a la cama, tenerla tan cerca de su cuerpo era el alivio perfecto para la ansiedad que vivía por querer tocarla. 

Aquella noche transcurrió tranquila, al igual que los días siguientes. La coreana rogaba por el cálido abrazo de la tailandesa, quién ya no pisó más el sofá, ahora la morena exigía su presencia en la cama, necesitaba sentir esa seguridad, abrazarse al calor de su cuerpo y sentir ese aroma que la ayudaba a dormir.

Jennie fue a sus citas con Nayeon donde poco a poco iba mejorando en cada aspecto, también estuvo visitando a Lisa en la oficina por pura insistencia de esta última, aunque para qué negarlo, ella también quería estar cerca de su ángel de la guarda. Allí Momo empezó a tomar más confianza, y fue testigo de lo embrujada que estaba por Dahyun, al punto que parecía no escuchar nada por tan solo mirar como hablaba con Jeongyeon, a quién pudo conocer en esos días.

Jisoo junto a su equipo comenzaron el trabajo como seguridad personal de Lisa, por lo que ya podía caminar o hablar tranquila de cualquier cosa, sabía que nadie la espiaría para contarle a su padre lo que hacía con su empresa o su vida personal, además de que la presencia de Jisoo en la casa aumentaba la confianza de todos, especialmente la de Jennie que cada día se sentía menos temerosa, pero aún así la sola idea de cruzarse a Louis la hacía temblar de pies a cabeza, por suerte ahora estaba Jisoo ahí para pararle los pies si es que era necesario, algo que parecía que no iba a ocurrir, sin embargo Lisa no estaba exenta del contacto con tu padre.

- Si no cruzas esa puerta conmigo, atente a las consecuencias que puedan venir. - Habló Louis antes de salir hacia la reunión empresarial. Esa con la que tanto insistió, pero a su hija no le importaron ni sus insistencias ni sus amenazas, ahora tenía poder suficiente para llevar a cabo un guerra si era necesario. 

- Padre, atente a las consecuencias de tus actos, porque si estás a punto de caer en bancarrota, es solo culpa tuya. - Lisa sonrió de lado con superioridad, aunque su interior estaba bombeando con ansiedad, no por esta discusión ni mucho menos. Había planeado todo el fin de semana, se pasó todos los días dejando cada aspecto de su trabajo perfecto para que no hubiera ni un solo problema en la oficina y poder disfrutar con ella fuera de la ciudad, irían a un cabaña en el bosque que Lisa compró hace un par de años.

- Estás muy confiada, pero si caigo yo, en esta familia caeremos todos.

- Pues que así sea, prefiero caer contra el frío suelo que tenderle la mano a una sucia rata como tú. - Los ojos de la tailandesa se oscurecieron al mirar a su padre, los de este estaban de la misma forma. 

Esta vez no hubo sonrisa, tampoco ningún comentario superior por parte de su padre, lo único que hubo fue un gran silencio, después unas pisadas y así Louis salió de la casa con sus dos enormes guardaespaldas siguiéndole el paso. 

Soltó un gran suspiro antes de echar a correr escaleras arriba, acababa de llegar y lo primero que tuvo que escuchar fueron las estupideces de su padre, solo quería estar aquí para ver a su Jennie, hablar con ella como cada día lo estaban haciendo, y si había suerte, poder tener otro acercamiento como el del Domingo, pese a que no había pasado nada, ni tan siquiera parecido. El mayor contacto que tuvieron fue el de Lisa colocando la crema en la espalda de Jennie, y eso estaba a punto de acabar porque las magulladuras se iban borrando.