Esa mañana el sol parecía brillar más de lo normal, los pájaros cantaban, y no había ni una sola nube en el horizonte, cuando Jennie se asomó a la terraza solo pudo sonreír, más aún cuando notó los brazos de Lisa abrazarla por detrás, sus dedos acariciando con suavidad el vientre de la menor.- ¿Estás preparada? - Preguntó la tailandesa.
- No hay nada que desee más Lisa, estoy más que preparada. - Giró atrapando sus labios en un delicado beso.
- No sabes lo feliz que me hace escucharte decir eso.
- Porque tú no sabes lo feliz que me haces a mí.
Comenzaron una ronda de besos interminables que comenzaban a calentar sus cuerpos, las manos traviesas de Lisa se colaban por las prendas de Jennie a pesar de que tenían el tiempo especialmente calculado.
- ¡Lisa! ¡Jennie! - Se escuchó la voz de Seulgi, pero trataron de ignorarla hasta que la puerta se abrió. - ¡Oigan! ¡Les recuerdo a ustedes dos señoritas, que tienen que casarse!
Abrieron los ojos de par en par, por un momento perdieron la noción del tiempo y sí, olvidaron que se casaban ese mismo día.
- ¡Perdón mamá! - Dijo Lisa escondiendo el rostro en el cuello de su prometida mientras ambas reían.
Fueron nuevamente a la habitación, el suave roce de sus labios se entretejió en un ballet de emociones, como si cada beso fuera una nota en una sinfonía de amor, para después arrodillarse ante ella, uniendo su frente con su vientre.
- Hola bebé, soy tu mama Lisa. - Una acción que podría parecer simple para cualquiera, puede incluso ser insignificante, pero para la morena era imposible explicar lo que sentía cada vez que la castaña hablaba a su hijo. - ¿Sabes? Hoy me voy a casar con tu mama, la persona más maravillosa del mundo, y después prepararemos una habitación para ti mi amor. - Dejó un beso en la tripa aún plana. - Te amo bebé, estoy ansiosa por verte.
- Te amo tanto... - Murmuró Jennie con los ojos cristalinos antes de envolver a su chica en un abrazo, donde la tailandesa la tomó para hacerla girar mientras ambas reían.
Para la tortura de Lisa, Jennie tuvo que partir, un coche conducido por Yoongi la esperaba para llevarla a casa de Rosé, donde se prepararía con ayuda de la rubia, Soomin, Hwasa y Taehyung.
Lisa, resignada por la partida de su amada, se dió un baño relajante, no lo iba a negar, estaba nerviosa, claro que, ¿Cómo no estarlo? Siempre pensó que el matrimonio no era para ella, y ahora, ahí está, en el baño de su casa, limpiando su cuerpo, hecha un manojo de nervios porque va a entregar su vida a la mujer que ama.
Sus pensamientos se agolpaban en su mente, preguntas y dudas se entrelazaban con recuerdos felices y expectativas del futuro. ¿Estaría preparada para este paso tan importante en su vida? ¿Podría ser la esposa que su pareja merecía? El peso de la responsabilidad se hacía sentir, pero también el dulce anhelo de comenzar una nueva vida juntos.
Se encontraba frente al espejo, observando su reflejo con una mezcla de emoción y nerviosismo. Su corazón latía con fuerza, como si quisiera escapar de su pecho. Los minutos pasaban lentamente mientras ordenaba su mente para comenzar a prepararse.
Al salir del baño se topó con su madre, la esperaba con una gran sonrisa y el traje perfectamente preparado.
Se acercó a su hija, dándola un gran abrazo donde la emoción envolvía sus corazones como nunca lo había hecho, pues de todos los escenarios posibles, este era el más improbable.
- Deja que te arregle la corbata. - Dijo Seulgi en voz tranquila cuando su hija terminó de vestirse. - Estás guapísima cariño. - Tomó la cobarta y apretó el nudo de forma apropiada.
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PROMESAS DE PAPEL | JENLISA [G!P]
FanfictionVivir en la familia más poderosa solo es un dolor de cabeza para Lisa, más aún cuando es obligada a casarse con alguien inocente. ⚠️AVISOS⚠️ 🔺 Contenido sensible 🔺 Lenguaje mal sonante 🔺 Contenido sexual explícito 🔺 Historia G!P [Si no te gusta...