Parte 8

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Una morena respiraba nerviosa, respondiendo a las preguntas que le hacía su próxima jefa, tensa por la penetrante mirada que le daba la segunda al mando. Momo. La veía de arriba abajo sin ningún tipo de descaro, solo podía observar a esa mujer, sabiendo que no había visto a ninguna otra igual.

- Momo. - Llamó Lisa, pero la otra no prestaba atención, hacía rato que se perdió en la conversación, solo imaginaba decenas de situaciones con esa joven frente a ella. - Señorita Hirai. - Carraspeó la tailandesa.

- ¿Eh? Ah... - Momo parpadeo varias veces, ojeando los papeles frente a ella.

- Decía que la señorita Kim Dahyun puede ser un gran activo en nuestra empresa, tiene buen expediente y aunque parece que no tiene mucha experiencia sus calificaciones son excelentes.

- Sin duda, me encantaría verla en acción Srt. Kim. - La sonrisa pícara de Momo hizo que Lisa frunciera el ceño. Sabía las intenciones de la mujer a su lado, y ni que decir lo poco que la gustaba eso.

Ante todo exigía profesionalidad.

- Sí, seguro que hará un gran trabajo con Jeongyeon. - Aclaró penetrando la mirada en Momo.

- Claro, claro, Jeongyeon estará encantada.

- Exacto. - Enfatizó. - A penas tendrá que subir a esta planta, se quedará en I+D.

- Bueno, pero tendré que bajar a entregar documen...

- Tranquila, Sonia se encargará de eso. - Sonrió Lisa mirando a su amiga, dejando claro que no la engañaba, sabía exactamente sus intenciones y bajo ningún concepto iba a permitirlo.

- Ya... Por supuesto. - Respondió Momo a regañadientes, pero aún así sabía que Lisa tenía razón.

- Bueno señorita Kim, ¿Le gustaría trabajar con nosotros? - La chica que observaba la escena algo incómoda, abrió los ojos de par en par al escuchar las palabras de la imponente mujer que ahora la veía con una sonrisa.

- ¿En serio? Cla-Claro, por supuesto Srt. Manoban, me encantaría. - Contestó ilusionada.

- Perfecto. - Sonrió. - En ese caso... - Suspiró mirando a Momo, no la quedaba otra, tenía que delegar en ella puesto que debía recoger a Jennie. - La Srt. Hirai se encargará de enseñarle todo el lugar, si es de su agrado procederemos a firmar el contrato hoy mismo. - Miró de reojo a Momo que ya sonreía ampliamente.

"Victoria." - Pensó Momo.

- ¡Muchas gracias! - Se inclinó Dahyun.

Lisa asintió y observó como Momo salía de allí más contenta que nunca, se maldijo a si misma por dejarla con esa chica que recibiría constantes coqueteos, después tendría que hablar con ella para dejarlo claro. Dahyun tenía un expediente impecable, la quería en su equipo, si tenía que deshacerse de la menor por culpa de su segunda al mando tendría que prescindir de la última, si es que era capaz de hacerlo o, como en otras ocasiones, solo recibiría un regaño.

Salió de la oficina prácticamente volando, incluso sus propios trabajadores quedaban mirándola, nunca actúa de esa manera, están acostumbrados a ver a su jefa tranquila, serena, sin perder la calma y mucho menos salir corriendo, pero ahí estaba, como alma que lleva el diablo, por la chica en la que no puede dejar de pensar casi ni un segundo, esos ojos café han penetrado en su mente, exigiendo su estancia correspondiente en el lugar en el que los recuerdos no se borran.

Antes de que pudiera darse cuenta estaba cruzando las puertas de la casa, saludando a los guardias que custodian el lugar, y saliendo del coche sin siquiera aparcarlo.

- ¡Buen día Soomin! - Saludó la joven mientras subía las escaleras a trompicones.

- Buen días... Lisa... - Soomin trató de aguantar las carcajadas que saldrían en cuanto se diera la vuelta. Esa manera nerviosa de actuar, como casi se cae, la energía en sus palabras... Su nana la conocía desde que nació, por ello sabía perfectamente como actuaba, y por supuesto este es un caso que no se da nunca.

PROMESAS DE PAPEL | JENLISA [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora