PROMESAS DE PAPEL | JENLISA [G!P]

Parte 20

Info: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS SENSIBLES SOBRE EL PASADO DE JENNIE. SI ALGUIEN TIENE CIERTA SENSIBILIDAD LE RECOMIENDO QUE IGNORE CIERTAS PARTES.

Hace 10 años...

Criada con amor y ternura en un hogar que parecía ser más que estable, una familia de revista en la que el hombre es trabajador y la mujer cariñosa, ambos volcados en su hija, pero por supuesto no es oro todo lo que reluce y los fragmentados recuerdos de una niña pueden embellecer la imagen más podrida, solo por tener algo a lo que aferrarse.

En su mente, cambió los gritos por susurros, y las palizas por abrazos.

Pero la realidad siempre fue otra...

- ¡Jennie! ¡¿Donde está esa maldita niña?! - Gritaba Jack nada más entrar por la puerta con los ojos inyectados en sangre.

- ¿Y yo que sé? ¡Cómo si me importara esa cría! ¡Mira lo que nos ha traído! - Vociferó Hyun gesticulando de manera exagerada.

- ¡No tenemos nada! ¡Mierda! ¡¡Jennie!!

- ¿Papi? - Una pequeña morena de ojos rasgados, vestida con un mugriento pijama, y arrastrando un osito de peluche, apareció bostezando.

- ¡Ven aquí! - El hombre tomó a la niña por el brazo con tanta fuerza que se hizo una marca roja, una por cada dedo, hasta arrastrarla a una habitación y golpearla. - ¡¿Qué mierda hiciste?!

- Yo... Yo no hice nada papi... - Respondió la niña llorando, confusa, sin entender nada de lo que ocurría.

- Nada... ¿Nada eh? Exacto Jennie. No hiciste nada, ¡No haces una mierda! ¡No tenemos dinero por tu maldita culpa! - Otro golpe directo a su cara. - ¡Escoria! ¡No debiste nacer! - Otro más...

- ¡Mamá! ¡¡Mamaa!! - Gritaba desesperada por una mínima ayuda.

- ¿Mamá? ¡¿Te piensas que te va a ayudar, maldita asquerosa?! ¡No vales nada! ¡Aquí nadie te va a ayudar!

Los golpes continuaron hasta que cayó rendida en la cama, ensangrentada, manchando de sangre las sucias sábanas.

- No pude conseguir nada... - Habló la mujer que ya temblequeaba a causa de la abstinencia.

- Mañana solucionaremos las cosas. - Suspiró él sacando un porro de sus pantalones. - Tranquila, ahora te doy unas caladas. - Sacó el mechero y lo prendió.

- ¿Cómo? - Preguntó Hyun confusa.

- Hablé con un hombre, uno muy poderoso. - Respondió mientras le pasaba unas caladas.

- ¿Quién?

- Louis Manoban.

- ¿Eh? ¿El qué sale en las revistas? - Abrió los ojos de par en par sin creer lo que escuchaba.

- Sí. Le dije que tenía una hija, incluso le enseñé una foto, dice que quiere conocerla.

- ¿Para qué?

- ¿Importa? Dijo que nos daría una buena suma por hacerlo.

- Entiendo... Pero, ¿No te dijo que quería? - La mujer de alguna manera parecía preocupada, sin embargo la ansiedad por esa adrenalina que provocaba un buen jeringuillazo era más poderosa.

- No, pero lo insinuó.

- ¿Y?

- Y que la inservible de nuestra hija empezará a darnos dinero. - Una sonrisa maquiavélica apareció en el rostro del hombre de dentadura amarillenta.

Las horas pasaron como siglos para esos dos drogadictos que solo rezaban para conseguir algo que poder inyectarse, el ansia les corría, la razón se perdía con ello y cada vez que Jennie emitía un solo quejido, era golpeada por cualquiera de los dos.