PROMESAS DE PAPEL | JENLISA [G!P]

Parte 30

Sana conducía a toda velocidad con una Lisa completamente borracha a su lado, su cabeza se tambaleaba, tenía los ojos totalmente rojos, su cabeza dolía y su estómago estaba revuelto, pero no importaba, por fin tenía noticias sobre Jennie.

Todos acudieron en su busca por lo que lo primero que hizo fue llamar a Jisoo.

- ¿Chu?

- ¡Lisa! ¿Cómo estás? ¿Estás bien?

- Estoy... Perfecta... No... No te preocupes...

- Dios... Estás borracha.

- No, no, no... Estoy bien.

- Lisa, ¿Dónde estás?

- De camino a la fábrica... Como tú...

- ¡No puedes ir así! - Se hizo un silencio hasta que en voz profunda, decisiva y tenebrosa, Lisa habló.

- Nadie podrá impedir que vaya, y si quieres puedes intentar detenerme. - Lisa habló con decisión mientras Jisoo suspiraba, sabía que con el borrachera que cargaba sería fácil inmovilizarla, pero si se ponía en su posición lo entendía, ella también querría estar ahí.

- Está bien, Jungkook está aquí asi que podrá hacerse cargo si hay algún problema.

- ¿Kook está contigo?

- Sí. Lisa... No sabemos cómo estará Jennie y él es nuestro médico de confianza, necesitamos a alguien que pueda revisarla. - Lisa frunció el ceño. Sabía mejor que nadie que Jennie podría estar mal herida, si su padre quería hacerla daño ni siquiera podía imaginar a qué la sometió.

- Está bien.

Colgaron la llamada y continuaron el camino mientras Lisa insistía para que Sana subiera la velocidad, pero ésta ya había superado el límite hacía rato, el problema era que aquella fábrica abandonada se encontraba muy lejos del centro de la ciudad, estaba a las afueras en una zona de tierra.

Jisoo por otro lado ya está llegando con todo el equipo, dejaron los coches relativamente lejos, querían pillarlos desprevenidos por lo que llevar el coche hasta la entrada sería prácticamente con dar la alarma, y estaba la posibilidad de que algunos de ellos escaparan.

El equipo se dividió para entrar. Jisoo, Irene, Jin y Sehun por la entrada delantera, Nam, JHope y Tae por la trasera.

Allí pudieron ver varios coches lujosos estacionados, no podían correr el riesgo de que por casualidad alguno lograra escapar, por eso rajaron las ruedas de todos los carros.

No había escapatoria para esos mal nacidos.

Jisoo y Nam ya estaban posicionados, actuaron a la vez. Colocaron una carga adhesiva en cada puerta, se alejaron lo suficiente para no sufrir daños y  cuando fue volada por los aires entraron con la máxima rapidez, creando la máxima confusión en todos los rostros allí.

- ¡MATARLOS! ¡MÁTALOS! - Allí estaba el mayor hijo de puta de todos, Louis, desesperado, ordenando a sus guardias que abrieran fuego, estos mismos iban alzando el arma, dispuestos a matar a los soldados, pero ninguno fue lo suficientemente rápido.

Estaban rodeados.

Había unos díez guardias allí y ninguno fue capaz de reaccionar a tiempo, siendo recibidos por un tiro en la cabeza y cayendo desplomados al suelo.

Todos estaban muertos.

- ¡HIJOS DE PUTA! - Gritó Louis, corriendo a tomar la pistola en un acto desesperado, claro que no le dio tiempo, Tae había llegado hasta él en segundos y lo inmovilizó en el suelo.