La habitación estaba oscura, no se veía más que lo que mostraba el brillo de la Luna entrando por las ventanas.Seguía en el sofá, la televisión se había apagado sola al pasar cierto periodo de tiempo y nada se había movido a excepción de Jennie. Lisa notó la mano de la coreana aferrada a su camiseta, haciendo un agarre fuerte en ella. Su cara aún más cerca de su rostro, golpeando la respiración en la mandíbula, el espacio en su cuello entre su oreja y la misma. Estaba tranquila, no como otras noches que había despertado.
Se giró lentamente para intentar ver el hermoso rostro de la chica. Cada día quedaba más impresionada, su cara parecía estar tallada por los ángeles, o un demonio muy perverso, pues era imposible que hubiera maldad en ella.
Pasó los dedos detrás de la su oreja, quitando el mechón que caía por su cara. En un momento se vio a ella misma delineando sus cejas, pasando a la nariz, acariciando las mejillas y finalmente, tocando sus labios con delicadeza, un tacto casi imperceptible para alguien dormido.
Pero no para Lisa.
La suavidad de ellos la llevó a pensar que se había vuelto su textura favorita, no querría tocar nada más, también estaba segura de que no había nada tan suave y frágil.
¿Qué pasaría si besaba esos labios? ¿Los rompería?
Si se casaban esa sería una realidad al fin y al cabo, tendría que besarla, además de que ahora estaba segura de que de una manera u otra mantendría a Jennie en su vida, bajo ningún concepto se alejaría de ella.
¿Amor? Por supuesto que no, en menos de una semana no puedes enamorarte de alguien, menos aún cuando tus conversaciones han sido vagas, repletas de monosílabos y a penas sabes sobre esa persona, entonces, ¿Qué era? Ni ella misma lo sabía, pese a estar segura de lo que quería, no tenía idea de lo que sentía y aún así, afirmaba que no era amor.
Poco a poco se fue apartando de ella, sujetando su cabeza con las manos para que no cayera de bruces en el sofá. Cuando se había separado lo suficiente pasó los brazos por detrás de su cuerpo y nuevamente la cargó.
La luna alumbraba lo justo para poder ver dónde se encontraba la cama, o si había algo en el suelo con lo que pudiera tropezar, pero nada de eso, por lo que llegar fue sencillo si no fuera por lo perdida que estaba Lisa en el rostro de Jennie.
"¿Cómo puede ser tan hermosa?" - Pensaba a cada momento que miraba esa cara angelical.
Suavemente dejó el cuerpo en la cama, no sin antes dejar ese cariñoso beso en su frente, pero para cuando se fue a separar tenía una mano aferrada a su pecho, y no pensaba soltarla.
- Jennie... - Habló bajito para tratar de despertarla lo justo, que supiera que no era su almohada. - Jennie... - Susurró nuevamente intentando captar la atención de la chica.
- No te vayas... - Pidió esa tímida y dulce voz que se hacía una bolita en la cama, solicitando que alguien la abrazara.
- Jennie... Tengo que dormir... - Murmuró nuevamente, quería estar segura de lo que la chica le estaba pidiendo.
- Duerme... Conmigo... Por favor... - Lo que Lisa no sabía era que Jennie fue plenamente consciente de lo que ocurrió en el sofá, de como se aferró a su camiseta y se pegó a su calor.
Por un momento la tailandesa quedó petrificada, sin saber muy bien donde situarse o como se iba a quitar el fuerte agarre de la coreana.
- Está bien... Pero necesito que me sueltes... - Trató de disimular la risita que salió de sus labios. Jennie no lo hizo, por el contrario se movió hasta el centro de la cama, dejando el lado para que Lisa se situara ahí.
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PROMESAS DE PAPEL | JENLISA [G!P]
FanfictionVivir en la familia más poderosa solo es un dolor de cabeza para Lisa, más aún cuando es obligada a casarse con alguien inocente. ⚠️AVISOS⚠️ 🔺 Contenido sensible 🔺 Lenguaje mal sonante 🔺 Contenido sexual explícito 🔺 Historia G!P [Si no te gusta...