— Lo siento mucho, Bokutin... pero ya te dije que tengo que ir a Miyagi con Haru hoy mismo.Le recordó realmente apenada al teléfono mientras ordenaba unas carpetas del instituto. Los exámenes finales venían pisándole los talones y aunque había recuperado parte de su memoria, el estudio seguía dándole batalla.
— Yo quería hacer una fiesta, y que comamos pastel juntos.
La voz del otro lado sonaba tan triste que Naru se sentía mal por arruinarle los planes de su propio cumpleaños a su amigo.
— Me iré solo por dos días, no te pongas triste. Además podemos hacerlo cuando regrese, no te preocupes por eso. Comeremos pastel juntos, lo prometo.
— Mhm... esta bien...
Aún no sonaba tan convencido, pero un cotilleo que no llegó a escuchar del otro lado ya que sintió como el micrófono era muteado de repente le llamó la atención.
— Bokutin... ¿Sigues ahí?
— ¡Bien, Naru-chan! Me avisas cuando llegues allá ¿Okey? ¡Adiós!
Cortó la llamada sin darle tiempo a responder, aún en shock por el repentino cambio de humor. ¿Qué había pasado por su cabeza de repente?
Dejó su celular sobre el escritorio y se dedicó a observar la ventana de la habitación que daba justo a la cima de la copa de un enorme árbol. Las pocas hojas rojas y amarillas que le quedaban siendo que el invierno parecía estar adelantándose le apenó mucho. No era muy fan de aquella estación, estaba poco acostumbrada a las grandes heladas.
— Naru ¿Estás lista? —la voz de su hermano la tomó por sorpresa desde la puerta. Ella asintió y fue por la mochila que reposaba en su cama— El tren sale en media hora, será mejor ya irnos.
Y sin esperar más partieron a la estación de Tokyo. Al par de horas ya estaban arribando la estación de Sendai siendo recibidos por el abuelo Ukai y aquellos niños que habían jugado con ella en su primera visita en los suburbios. Al enterarse de que volvería una tercera vez los había puesto muy contentos ya que así completaban equipo para unos buenos partidos de vóleibol que Naru terminó aprendiendo a jugar gracias a ellos y un poco gracias a Hinata y Kageyama en su segunda visita.
La noche ya se había adueñado de la escena y Haru estaba un poco ansioso desde que Naru le había dicho que tenía una sorpresa para él cuando llegaran, pero se había hecho tan tarde que ella había preferido dejarlo para el otro día y aprovechar a vagar y descansar.
Aunque todos prefirieron quedarse despiertos hasta la medianoche donde Naru cumpliría veinte años. Su primer cumpleaños luego de aquella tragedia que en ese mismo momento cumplía su segundo aniversario. El segundo aniversario de sus padres fallecidos.
Haru estaba realmente preocupado por cómo su hermana podría llevar eso con ahora todos los recuerdos puestos en su lugar. No dejaba de observarla sonreír mientras veía a esos niños cantándole el feliz cumpleaños con un pequeño pastel en sus manos y apagaba la vela con un nudo en su garganta. Haru podía sentir como ella estaba conteniendo sus emociones. Su sonrisa era triste, sus ojos brillaban reteniendo algunas lágrimas que amenazaban con asomarse. No sabía que hacer o que decirle en ese momento, solo quería abrazarla y que soltara todo aquello que la estaba atormentando, que los estaba atormentando a ambos, el aura de dos asientos vacíos a su lado.
El graznido de los cuervos fue el primer sonido a la mañana siguiente. Eran aproximadamente las 9:35 cuando Naru se había levantado del futón en aquella habitación que todos habían compartido. Haru no estaba a su lado y los niños seguían dormidos del otro. Aún con su pijama puesto fue hacia la cocina encontrándose a su hermano hablando con el señor Ukai mientras preparaban el desayuno. El corazón de Naru siento una gran calidez ante tal imagen.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdame cuando llueva en Noviembre | Kuroo Tetsuro
Hayran Kurgu« Siempre estarás en mí. » « Siempre estaré en ti. » portada: fanart by ミッキー マウス