"Viper" Hunt, unɑ militɑr lɑ cuɑl ɑpuntɑbɑ ɑ ser unɑ de lɑs mejores y entrɑr ɑ lɑ ligɑ de élite, fue reclutɑdɑ por Price pɑrɑ lɑ Tɑsk Force 141 teniendo que dejɑr México de unɑ mɑnerɑ peculiɑr, llegɑ ɑ Reino Unido cɑrgɑndo no solo su equipɑje, sin...
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𝙻𝚊𝚜 𝙰𝚕𝚖𝚊𝚜, 𝙼𝚎𝚡𝚒𝚌𝚘
- Confirma, ¿Todo despejado? - Miré de un lado a otro, para corroborar que si quiera una sombra esté cerca.
- Confirmado coronel, podemos entrar - dije hacía el intercomunicador e hice una seña para que me siguieran y entramos a aquel edificio que parecía abandonado. - Nada sospechoso hasta el momento.
Caminábamos agachados y con mucho cuidado de no alertar a nadie en caso haya gente aquí. Yo subí las escaleras con cuidado y oí voces, me dispuse a acercarme y una mano me detuvo
- Viper, espera no vayas es peligroso
- Silencio sargento Parra, estoy a cargo y te diriges bajo mis ordenes. - Rudy quitó su mano.
Seguí mi camino hasta la puerta donde me posicioné para poder tratar de escuchar lo que decían pero de un momento vi a mis soldados entrar repentinamente a disparar a todo el que veían.
Tomé mi CR-56 AMAX y empecé a disparar mientras veía que el objetivo trataba de escapar, salté desde una ventana hasta el primer piso y con cuchillo que lancé pude evitar que siga corriendo y este cayó al piso, quité mi cuchillo y pise su pecho apuntándole con el arma.
- Héctor Rodríguez, quedas en custodia de las fuerzas especiales mexicanas - saqué mis esposas y se las puse ayudando al hombre a quedar arrodillado.
Un disparo silenciado me alertó, uno de los hombres que yacía agonizante en el piso disparó, pero no hacía mi, sino hacía Rodríguez, mi misión era llevar al objetivo vivo, por lo que mi primera reacción fue cubrir al detenido con mis piernas y el impacto me cayó en la pantorrilla.
- Maldito hijo de perra - disparé 5 balas hacía el que me disparó.
- Viper ¿estás bien? - Escuché que hablaron desde el intercomunicador a Alejandro
- Pendejo, me acaba de disparar como chingados voy a estar bien - dije irritada, ya que esto no hubiera pasado si los soldados seguían mis ordenes y no hacían lo que se les dio la gana.
- Tranquila, ya mandé apoyo, solo respira.
- Respira mis ovarios, llegando a la base hablaremos.
