Capítulo 22

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—Hola.

Pudo escuchar la sonrisa del otro lado de la línea, casi podía ver la expresión de Minho del otro lado del teléfono.

—Hola.

Sonrió tanto que sintió que sus mejillas le dolían, solo se habían saludado.

Estaba acostado en su cama, su cabello con las puntas de un azul claro estaba desordenado en el edredón, había corrido para llegar a su hogar así que su cabello terminó despeinado.

Se preguntaba donde estaría Minho en ese mismo momento, ¿Que hizo antes de contestar la llamada?

—¿Cómo estás, bonito?— preguntó el mayor, Jisung tuvo que tomar su almohada y ocultarse en ella para que el rojo de sus mejillas bajara.

—Bien, acabo de volver de la escuela. ¿Tú cómo estás?

Ni siquiera sabía la razón por la cual estar tan nervioso, era solo Minho, era solo el chico que lo amaba, el chico que amaba.

—Tuve un mal día, un cliente se enojó, pero ya estoy hablando contigo así que ya estoy bien.

Se tapó otra vez con su almohada, estaba tan enamorado.

—Te extraño, Minho— dijo, sintió que era un secreto.

El que ambos chicos se extrañaran siempre sería un secreto a voces.

La madre de Jisung pasó por enfrente de la puerta de la habitación de su hijo que movía sus pies lentamente mientras hablaba con alguien.

—¿Con quién hablas?— preguntó la mujer, el chico volteó a ver a su madre por un momento.

—Con Minho— dijo quitándose el celular y en voz baja antes de volver a colocarse el aparato para seguir escuchando al mayor.

—Pensé que se habían peleado— Jisung no respondió, ni siquiera estaba segura de que su hijo hubiera escuchado algo aparte de la voz del otro adolescente.

La mujer se dirigió al estudio de su esposo encontrándolo guardando documentos para el viaje que tenían que hacer en unos días.

—Sungjae, ¿No crees que tú hijo está actuando un poco extraño?

El hombre la miró sin entender, hasta donde sabía su hijo era un alumno regular en su escuela que entregaba notas perfectas.

—No, para nada.

—Es que siempre está hablando con ese chico de Jeonju, con el tal Lee Minho. Creí que se habían peleado, pero ahora siempre están hablando, y no sé, siento que nuestro hijo ya no es nuestro hijo, como si ya no lo conociera. Ya no nos cuenta nada.

—Si tanto te preocupa podemos hablar de eso en la cena.

Jisung intentaba descifrar la expresión de sus padres en la cena, no sabía si lo iban a regañar por algo o felicitarlo por algún logro del cual no estaba enterado.

Tomó sus palillos para empezar a comer intentando ignorar la mirada de sus padres, no pudo llegar muy lejos cuando la voz de su madre llegó a sus oídos.

—Ya no nos cuentas nada de ti.

Entonces era eso.

Intentó distraerse viendo a Bbama persiguiendo un juguete en forma de hueso, ¿Cómo podría empezar esa conversación sin que sus padres lo regañen?

—Pues nunca están en casa— definitivamente no así.

El silencio fue lo siguiente que llegó a esa mesa, Jisung pretendió que no dijo lo que acaba de decir.

La casa de las cartas ~Minsung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora