Capítulo 23

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Se sentía en paz, de alguna forma se sentía drogado.

Dejó de necesitar al aire en un momento determinado, no podía decir en cuál. Quería quedarse así toda la vida.

—Dios, te amo— dijo el mayor antes de volver a besarlo.

Sus labios estaban hormigueando, se sentía tan correcto que algunas veces le daba miedo.

—No siento mis labios, jagiya— dijo después de la ronda de besos.

—Yo tampoco— respondió Minho, lo volvió a besar antes de acostarse en la cama del menor jalándolo con él—. Te amo, Han Jisung.

—Te amo, Lee Minho.

Esa era la tercera, o tal vez cuarta vez, que Minho iba a Seúl para ver a Jisung. Esos habían sido los mejores días del chico, estaba tan feliz de haberse topado con Minho en su vida, no sabía que haría sin él.

Lo abrazó más fuerte, no quería que Minho se fuera nunca de su lado, incluso cuando sabía que no lo haría hasta muy entrada la noche y apenas iban a ser las 4 de la tarde.

—¿Estás nervioso por tu exámen? Lo haces la próxima semana.

—Intento no pensar mucho en eso, me preocuparé cuando esté sentado en las silla con el exámen en mi pupitre.

—Estudiaste mucho, mi niño inteligente, te irá muy bien en el exámen. No hay forma de que lo falles— volvió a besar al menor para después ocultarse en su cuello—. ¿Te veré en Jeonju este verano?

Después de que su padre lo castigara y ninguna súplica funcionara, su abuelo lo llamó diciéndole que le había comprado nuevos rollos fotográficos para su cámara y que había revelado las fotos del verano. Jisung lloró diciendo que no iba a ir a Jeonju porque estaba castigado.

A la mañana siguiente apareció su abuelo en la entrada de su hogar exigiendo hablar con su hijo lo más pronto posible. ¡Jisung iría a Jeonju!

—Claro que si, me verás ahí todos los veranos, es una promesa— tomó la mano de Minho y entrelazó sus meñiques— ¿Ves? No hay forma en la que no vaya.

Antes de que pudiera empezar otra ronda de besos la puerta de la habitación de Jisung se abrió, Han empujó a Minho demasiado fuerte tirándolo de la cama por accidente.

Los padres de Jisung conocieron a Minho la segunda vez que fue a Seúl, ambos chicos estaban abrazados en la entrada de la escuela de Han cuando el padre del chico apareció para recogerlo -ni siquiera le habían avisado que lo iban a recoger-, terminó con un viaje muy incómodo en auto mientras pasaban a un McDonald's para comer algo.

La señora Han pareció llevarse bien con el chico, aunque no parecía que tuviera intenciones de querer conocerlo un poco más.

—Ah, sigues aquí. Que bueno— Minho sonrió a pesar de saber que la mujer rezó todo el camino a la habitación de su hijo que no estuviera ahí—. Ya nos vamos, Jisung. Hay dinero en la mesa para que pidan una pizza o algo. No cierres la puerta cuando esté tu amiguito en la casa.

La mujer se fue, Jisung corrió a ayudar a Minho a levantarse.

—Perdón, me espanté. No pensé que llegara tan de repente.

No pudo terminar de disculparse cuando Minho ya lo estaba besando otra vez. Han Jisung estaba enamorado de Lee Minho y nada iba a cambiar eso.

Las horas más pesadas de su vida terminaron al escuchar el "Arriba lápices". Llenó todas las secciones de su examen, cada pregunta, ya no podía cambiar nada.

Sentía que estaba sudando, nunca había tenido que pensar tanto en toda su vida. De solo pensar en las preguntas le dió náuseas, tenía que abandonar ese lugar tan rápido como fuera posible.

La casa de las cartas ~Minsung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora