La casa de las cartas ~Minsung~

Capítulo 27

Existían dos personas a las cuales Han Jisung no podría insultar si se aparecían en su casa a las 3 de la mañana. Lee Minho y Hwang Hyunjin.

Sabía que si Minho aparecía en su puerta, iban a terminar durmiendo abrazados para después, a la mañana siguiente, ver cómo Bbama le quitaba a su novio robando toda su atención.

Si aparecía Hyunjin... solo le seguiría a donde fuera.

Eso pasó aquella madrugada, solo se puso sus zapatos y siguió al chico en silencio por todo el pueblo hasta llegar a un parque con tres columpios y una resbaladilla.

—Me gusta aquí de noche, nadie pasa— dijo mientras se sentaba en un columpio, Jisung se sentó a su lado.

—¿Has venido más veces?

—Al menos una vez por semana— respondió antes de empezar a columpiarse.

Sus piernas se movían para ayudarle a darse impulso y no frenar, cada vez iba más arriba, más lejos. Jisung solo lo veía ir y venir.

Hyunjin es tan difícil de entender, parece que es un idioma nuevo. Un libro al que le faltan 10 palabras cada 3. Hyunjin es tan Hyunjin que todo lo que hace lo hace ver perfecto, y ahora, después de romper con Chan, parecía ser que un brillo apareció a su alrededor.

—Te amo, Hyunjin. Eres demasiado importante para mí.

Vió las piernas de Hyunjin dejar de moverse, poco a poco el columpio se empezó a detener.

El chico se levantó del columpio cuando aún no dejaba de moverse, se acercó a Jisung lo suficiente y lo besó.

Han no se movió, pero tampoco impidió el beso, Hyunjin se alejó arrepentido tapándose la boca.

—¡Perdón! No me gustas.

—Lo sé— respondió con tranquilidad.

—Y yo no te gusto.

—Lo sé— volvió a decir.

—¡Y tienes novio!

—Lo sé.

—Fue un impulso que no pude controlar, no debí besarte.

—Y yo debí alejarte.

Hyunjin vió a Jisung con arrepentimiento, no tuvo que pasar mucho tiempo antes de que el mayor empezara a llorar tirándose al pasto que estaba un poco húmedo.

—¡Odio Jeonju! ¡Odio Corea! ¡Lo odio todo!

Se apuró a llegar al lado de su amigo abrazándolo, dejando que llorara en su hombro.

—¡Siempre tienes que ser perfecto para todo! ¡No soy perfecto, Han! ¡Ya me quiero ir de aquí!

¿Cómo das palabras de apoyo a eso? ¿Cómo hacías sentir mejor a alguien que quería huir? Jisung no sabías, pero de verdad deseaba saberlo.

Se quedó callado, con ninguna palabra en la boca o mente mientras abrazaba a su amigo que no dejaba de llorar.

—Todo va a estar bien, Hyunjin.