La casa de las cartas ~Minsung~

Capítulo 29

El sonido de su teléfono sonando lo despertó, no estaba seguro de que día era, ni que hora, mucho menos el lugar donde estaba.

Buscó su teléfono aún con los ojos cerrados y contestó la llamada.

—¿Quién habla?

Hubo silencio del otro lado de la línea así que no estaba seguro si había contestado la llamada o no.

—¿Han?

Alejó el teléfono para ver el nombre de Hyunjin en la pantalla, bostezó antes de volver a pegarse el teléfono a la oreja.

—Hola. ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

—Ya me voy.

—Genial, ¿A dónde te vas?— hubo silencio del otro lado de la linea, se frotó los ojos mientras se alejaba del dispositivo para ver si Hyunjin le había colgado.

La llamada seguía, lo hora marcaba la 1 de la mañana... La 1 de la mañana del día de entrega de resultados del examen de admisión, Hyunjin ya se iba.

Una vez más volvió a pegarse el dispositivo a la oreja.

—Oh, ya te vas.

—Ya me voy— afirmó.

¿Tan rápido había pasado el tiempo? Ya habían pasado casi dos meses desde sus exámenes de admisión, no pensó que ESE día llegaría tan rápido.

Hyunjin habías tenido la gran idea de juntarlos a todos para una última comida juntos, fueron a comer barbacoa y luego, cuando cayó la noche, comieron tteokbokki y leche binggrae mientras hablaban de lo que iba o no a pasar con sus vidas.

Solo Jisung y Hyunjin sabían que esa sería la última vez que estarían los 8 juntos. Hyunjin decidió vivir y crecer lejos de Corea y Jisung no lo iba a detener.

—¿A dónde vas a ir?

—Aún no lo sé, ya te lo había dicho. Tomaré el vuelo internacional más próximo.

—Promete que te vas a cuidar mucho, no importa a dónde vayas cuídate, sigue tus sueños y se muy feliz.

—Lo haré, Han. No le digas a nadie lo que voy a hacer.

—Tu corre a tu libertad, yo me aseguraré de que nadie te alcance, ni siquiera yo mismo.

—Gracias. Cumple todos tus sueños, se feliz, y Han... Te quiero mucho.

¿De verdad estaba pasando todo eso? ¿Era un adiós? ¿Hyunjin de verdad se estaba yendo? Lo hacía, no podía evitar querer gritarle que se quedara, pero no lo hizo.

—Hasta siempre, Hwang Hyunjin.

—Hasta siempre, Han Jisung.

Hyunjin colgó la llamada. Eso era todo, se había acabado. Ambos estaban tomando diferentes caminos, caminos que nunca se iban a volver a cruzar.

Vió la pantalla encendida de su teléfono hasta que se apagó y volvió a quedar en la oscuridad.

Mordió su mano para evitar los sollozos que empezaban a salir, no quería despertar a su abuelo y alarmarlo, al menos no antes de los necesario.

Tardó tres horas en volver a dormir, para cuando cerró los ojos, Hyunjin ya estaba abordando un avión que lo llevaría lejos de todo lo que odiaba, y a la vez, lejos de todo lo que amaba.

Fue despertado nuevamente por las voz de su abuelo, pero esta vez ya entraba sol por su ventana. Abrió los ojos sin entender lo que sucedía, casi nunca llegaba su abuelo a despertarlo.

—Jisung, ¿dónde está Hyunjin?— preguntó el hombre con tranquilidad.

Lejos, muy lejos de aquí.