La casa de las cartas ~Minsung~

Capítulo 12

—Jisung, despierta, ya va a llegar la maestra.

Abrió sus ojos poco a poco, enfrente de él estaba esa chica dulce y extrovertida llamada Yeji, era esa chica que no importaba el lugar siempre iba a estar haciendo algo para sacar risas a sus compañeros, como aquella vez que intentó hacer una acrobacia y tiró dos mesas en el proceso.

No pudo evitar sonreír al ver el rostro de la chica lleno de dibujos hecho con plumón permanente, tenía unas orejas de gato pintadas y algunos rayones más.

—¿No tenías que ir a hacer algo? Me dijiste que querías ver a unos chicos.

Prendió su teléfono encontrándose con una pantalla de chat con mensajes, el chat con Felix, hablaban de la competencia entre escuelas que se iba a hacer, el pecoso iba a estar participando en representación de su escuela junto con el equipo.

Vió la hora maldiciendo por quedarse dormido, culpaba a Minho, estuvieron toda la noche mandandose mensajes, hablaban de absolutamente todo y absolutamente nada al mismo tiempo.

Buscó en su mochila el paquete y una bolsa llena de frutas, cartas y dibujos, corrió a pararse al frente del salón.

—¿Alguien más quiere dejar algo para el equipo de Taekwondo?— preguntó a su grupo—. Ya me voy y no voy a esperar a nadie.

Un chico se acercó y metió una carta en la bolsa donde mandaba todo su apoyo al equipo de la escuela.

Jisung agradeció y se dirigió al lugar donde el equipo iba a tomar el autobús que los llevaría a la sede de la competencia.

—Buenos días, Jisung-ah

—Buenos días, hyung

—Hola, Jisung-hyung

Le sorprendía cómo había logrado volverse popular en el colegio, había pasado un día normal donde unos chicos decidieron hacer una batalla de rap, había terminado con un micrófono en mano, insultando al chico que enfrentaba y con todos sorprendidos, después de eso bajó la cabeza avergonzado mientras escuchaba como todos le aplaudían.

Después de eso lo llamaron "El rapero de Seúl" y ahora no había persona que no lo conociera, incluso consiguió un club de fans que eran algunas chicas de primero y muchas otras de segundo que no paraban de dejarle dulces en su casillero y mesa.

Llegó justo a tiempo para llamar a uno de los atletas que aún no subía al autobús escolar. El atleta se acercó rápidamente a él.

—Hola, soy Jisung. ¿Te puedo pedir un favor? El equipo de la escuela de Jeonju va a estar participando— le dió al chico el paquete en el que se había esmerado demasiado—. ¿Puedes darle esto a uno de sus atletas? Se llama Lee Felix o Lee Yongbok, responde a ambos nombres.

—Si, puedo hacer eso.

—Y esto es para ustedes— le entregó ahora la bolsa—. El segundo C nos encargamos de hacerles cartas motivacionales y también hay fruta para que coman en el viaje.

Jisung pudo ver la sorpresa del chico al ver la fruta al fondo de la bolsa, comprar frutas en Corea era todo un lujo, costaba demasiado. Jisung se había encargado de comprar la fruta y los demás escribieron cosas bonitas a los chicos, era un trabajo en equipo.

—No podemos aceptar la fruta, es que es demasiado cara y...

—Son un regalo para todos ustedes, se lo merecen. Vayan y den todo de ustedes. No importa que pase, el segundo C los apoya.

—Gracias...— el chico vió la etiqueta de nombre del saco del chico— Han Jisung. Le daré este paquete a Lee Felix, no te preocupes. Muchas gracias.