La casa de las cartas ~Minsung~

Capítulo 28

—Tenemos que hablar— dijo, estaba serio, sentado en su cama con los brazos cruzados—, no me vayas a interrumpir en lo que te voy a decir.

Bbama movió su cabeza hacia un lado antes de ladrar. Jisung tenía que tomar medidas extremas con su mascota.

—Hoy voy a tener una cita con Minho, tú vas a venir también, pero debes de saber que Minho es mi novio, no tuyo. Viene a darme besos a mi, no a ti.

Bbama ladró, no sabía si tenía que tomar eso como un "Entiendo, Minho es tu novio" o como un "¿Aún no te queda claro que Minho es nuestro novio?"

—¿No me crees? ¿Quieres ver la canción quee escribí?

Buscó su libreta de canciones para mostrarle a su mascota lo que le había escrito a su novio. Encontró la libreta en el suelo y rápidamente la tomó y buscó la hoja.

—Mira, aquí dice que Minho es MI volcán, no es tuyo, él es MI pecado, no tuyo, yo me quemo por él, tú no.

Bbama pareció no importarle mucho que su dueño tuviera una libreta con palabras escritas, incluso parecía que se burlaba de él señalando la pelota que Minho le había regalado.

—A mí me da sus sudaderas, y aún tengo la que me dió cuando nos conocimos. Es derecho de antigüedad, Bbama, tú ni siquiera habías nacido cuando Minho ya me coqueteaba.

No podía creer que estaba peleándose con un perro por el amor de su novio, cuando claramente SU novio lo amaba más que a su perro.

—Tal vez deberíamos dejarlo con que es un 80% mi novio y un 20% tu novio, ¿qué te parece eso?

Bbama ladró, tomó eso como un sí.

—De cualquier forma, hay que arreglarnos porque no podemos ir desarreglados a la cita con mi novio. Minho dijo que me tenía que poner algo negro, así que haré eso. Me voy a bañar, Bbama.

Bueno, al menos aún no llegaba al punto donde hacia una voz aguda para pretender que su mascota le contestaba.

Después de arreglarse y terminar de arreglar el esmalte de sus uñas, decidió quedarse encerrado en su cuarto mientras se metía en la cabeza que estaba a punto de tener una cita con Minho.

Su yo de 17 años nunca se hubiera imaginado que su yo de 19 años estaría saliendo con Minho, pero ahí estaba, impresionado por todo lo que había sucedido en todo ese tiempo.

—¡Jisung! ¡Ya llegó tu novio!— no sabe si se emocionó más Bbama o él.

—¡Ya voy, abuelo!— volteó a ver a su mascota—. Recuerda, es mi novio, no tuyo.

Abrió la puerta de su habitación, Bbama corrió para ir con Minho mientras ladraba de felicidad.

—¿En qué habíamos quedado, Bbama?

Cuando llegó a la sala lo recibió la escena de Minho cargando a Bbama, quien lamía su mejilla.

—Ah, mira, ya llegó tu novio principal— dijo su abuelo.

Minho estaba vestido de blanco así que iban vestidos de pareja. Sintió que no podía decir nada al ver a su novio sonriéndole.

—Señor Han, ¿Me dejaría llevarme a su nieto a una cita?

—Señor Han, ¿Podría llevar a su hijo a una cita?

El hombre vió por unos largos segundos a Minho.

—Di que sí, es Minho, nunca me haría nada.

—Di que sí, así no tendrás quejas de la vecina.