Capítulo 1: El comienzo.

128 4 22
                                    

Madison

¿Has escuchado la frase "la traición no viene de un enemigo"? Yo sí, y ahora sé que es una de las frases más ciertas...

Así comienza esta historia...

Hoy es el día en el que por fin salimos del infierno o lo que yo denomino el infierno.

Vamos de camino en el autobús que nos recogió en el orfanato y que nos lleva a una universidad en el cual gane una beca junto a mis amigas.

Es una de las universidades más prestigiadas de Washington D.C. Por la variedad de carreras que ofrece.

He escuchado que vienen personas de otras ciudades cada que está a punto de empezar un nuevo año, para tratar de encontrar algún cupo, ya que pocas personas logran tener uno para presentar el examen de admisión -eso si tienen un promedio alto-, según investigué son cuarenta y cuatro los que aceptan, más seis estudiantes que ganan una beca que dan cada dos años, infortunadamente nosotras fuimos cuatro de ellos.

Esto se debe a que la universidad ofrece alojamiento, y las habitaciones son compartidas, máximo entre seis estudiantes, por lo tanto, aceptan pocos.

A mi lado está Nati quien escucha un poco de música por los auriculares y yo estoy del lado de la ventanilla apreciando la vista y sintiendo el aire chocar con mis mejillas, nunca se había sentido tan bien salir de ese lugar.

No sé si debo sentirme así. Aunque tengo un poco de nervios por saber cómo será estar en un nuevo lugar, estoy más que segura que será mejor que estar en aquel orfanato que se supone debía hacer el papel de "mi hogar".

Supongo que es mejor estar en el centro de la ciudad que casi al extremo, y tendremos un poco más de libertad sin tener que preocuparnos por lo que pueda decir una mujer que no tiene autoridad en nosotras más que la que le han dado como directora.

Llegamos a la universidad, y el ambiente está cargado de una sensación de prejuicio y división. Todo el mundo nos mira con desprecio y desconfianza, como si fuéramos intrusos en un territorio hostil. Los estudiantes parecen perfectos, con rostros inmaculados y peinados impecables, pero su actitud hacia nosotros es de absoluta falta de hospitalidad.

¿Sorprendente? No lo creo.

-Oigan chicas, cuando la señorita Beatriz decía que la universidad era grande, no exageraba, eh -dice Nati.

-Sí que hablaba en serio, además es muy bonita a-añade Dani mirando con asombro cada centímetro del lugar.

-Y ¿saben qué es aún mejor? -pregunta isa.

-¿Qué?

-Los chicos -dice ella con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Es en serio, Isabella?
-resoplo con una mueca.

-¿Qué? -se encoge de hombros.

-Es el primer día de clases y ya estás empezando a fijarte en los chicos, no puede ser -dice Dani poniendo los ojos en blanco.

-¡Exacto!

-Ella tiene razón -asegura Nati apoyando a isa, y le pasa un brazo por los hombros- los chicos no están nada mal.

Como ha sido siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora