Como ha sido siempre.

Capítulo 8: ¿Conexión?

Madison

—Señorita Parker… ¿Está prestando atención?

Es la voz de la profesora quien me llama porque me estoy quedando dormida en su clase.

No es mi culpa, ya que la noche anterior me he quedado despierta hasta tarde estudiando para un examen. Así que debe tener consideraciones con sus alumnos.

Puesto que no es mi culpa puede culpar al profesor Silvermount, ese hombre de verdad no tiene compasión ni consideraciones con nadie, creo que ni siquiera con él mismo. Nos había dejado casi ocho hojas para estudiar para el bendito examen de hoy, y estoy más que segura que solo saldrán como diez preguntas de las sesenta y ocho que nos estudiamos.

Podía no haberme desvelado, pero tenía que saberme eso como si mi vida dependiera de ello —mejor dicho mi beca, se supone que es uno de los exámenes más importantes—.

Siendo sincera, ya me sabía todo desde antes de ayer, pero no puedo evitar querer saberme todo perfectamente, al igual que si hago cualquier cosa y no me sale perfecto, o al menos como yo quiero, lo hago de nuevo, sin importarme cuanto tiempo pude haber invertido en ello.

Las chicas dicen que soy muy perfeccionista y me estoy comenzando a creer que es verdad.

—Psh, Madi, te está hablando la profesora —Connor pellizca mi brazo y frunzo mis labios con disgusto, la profesora me ve fijamente.

—Ah, claro que sí, profesora.

—Muy bien, entonces dígame qué es lo que acabo de decir.

Volteo a ver hacia atrás porque siento la ligera risa de alguien y cuando lo hago es Ian, tiene una sonrisa estúpida esperando a que yo responda y lo fulmino con la mirada.

La verdad es que no escuché mucho lo que dijo la profesora, pero sé de qué hablaba. Obviamente, no puedo quedar como una tonta, así que digo lo poco que he escuchado y algo más que se me vino a la mente.

Lo digo un poco dudosa, pero infortunadamente acierto y me vuelvo a girar para ver Ian y sonreírle de la misma manera estúpida que él lo ha hecho, me mira y luego niega con la cabeza, pero sigue sonriendo.

Otra cosa es que soy muy competitiva, mucho más si me retan a hacer algo, me gusta aceptar cualquier cosa para demostrar que puedo y que se equivocan al subestimarme.

Aunque debo admitir que eso me gusta mucho más que ser perfeccionista, porque aparte de que puedo dejar a muchos con la boca abierta, me demuestro a mí misma que tan buena soy y logro sentirme orgullosa, aunque pueda durar poco.

—Uh, siento que emanas el interés que sientes por él —susurra Connor, divertido.

—Que dices, no hay ningún interés —me giro hacia él y alzo una ceja.

—Pues yo creo que sí.

—Puff, claro que no, además, mejor hay que prestar atención a la clase, no quiero que nos llamen la atención.

El resto de la clase va aburrida, luchando entre mantenerme despierta y prestar atención a la clase o quedarme dormida y ser feliz, tuve que optar por la primera opción.