Tiempo con papá 🐱

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Dabi se levantó temprano por la mañana, Shigaraki tenía asuntos importantes dentro de la liga, al ser el jefe su presencia es de suma importancia, por más responsabilidades que tuviera como madre, las de líder no dejan de existir. Por suerte la presencia de Dabi no era tan importante en esa ocasión, así que él fue el que se quedó a cuidar de su adorable hijo, como tan solo tiene 2 años no pueden dejarlo solo.
Dabi se apresura a preparar el desayuno para su hijo, siguiendo las indicaciones de Tomura, ha picado (destrozado) un poco de fruta, que coloco junto a unos panqueques diminutos con forma de oso. Para acompañar su vaso entrenador con leche y un poco de gelatina de fresa, todo en porciones pequeñas, dignas de un niño tan pequeño como Hikai.
Coloca el desayuno del menor en la silla para bebé, se lava las manos y sube las escaleras para despertar al menor, lo encuentra durmiendo tranquilamente, lo mira unos minutos antes de atreverse a despertarlo, como siempre es Tomura el que lo despierta, no sabe cómo hacerlo, le acaricia la mejilla y el menor abre los ojos, su boca se curva en un puchero y pronto está sollozando con fuerza.
Se apresura a cargarlo, lo coloca contra su pecho, a la par que da golpecitos tiernos en su espalda.
_ No llores nomu, no pasa nada _ lo acuna mientras bajan las escaleras.
_ Necesitas comer para ser un villano fuerte _ lo coloca dentro de la silla, el menor continúa llorando, mientras mira su comida su llanto se calma de a poco.
_ Vamos hice lo que pude _ su comida no se ve para nada igual a la que Tomura le da, y eso parece no pasar desapercibido por el menor. Observa el plato con desconfianza, ahora que lo piensa, esos panqueques con forma de oso no parecen para nada uno, ha usado un cuchillo y mucha imaginación.
Y la pera que corto para él, se mira toda aplastada y destrozada, es demasiado suave para soportar la manera tan maniaca con la que Dabi la corto, eso mismo con la gelatina.
_ Espera, te traeré la cuchara _ corre al otro lado en busca de los cubiertos especiales para bebé, esos mismos que Kurogiri le compro.
_ Listo _ sonríe entregándoselos a su hijo.
El pequeño los toma con desconfianza, para tener 2 años, mira con mucho desdén.
_ vamos, Hika, comamos juntos_ sonríe al mismo tiempo que toma las sobras que quedaron al prepararle la comida al niño, las coloco todas en un plato para ser comidas por él, justo como ha visto a Tomura hacer.
_ ¡Mamá! _ Hikai comienza a sollozar de manera brutal _ patalea y empuja la comida de tal manera que Dabi tiene que hacer una maniobra fugas para tomarlos antes de que caigan.
_ Mamá, tiene asuntos importantes, esta vez seré yo el que te cuide _ le toma las manos para que no haga más destrozos.
Hikai se lo toma como un reto, puesto que comienza a patalear y a sollozar con más fuerza.
Puede ver cómo su boca faltante de dientes se abre de manera enérgica. No para de llamar a su madre que seguramente está más que ocupado.
_ Hikai_ lo llama intentando tranquilizarlo, no entiende como Tomura puede mantenerlo tan tranquilo todo el tiempo. Lo toma en brazos y lo presiona nuevamente contra su hombro.
_ Shhhh _ le acaricia la espalda intentando ser tan paciente como nunca en su vida, si ese niño no fuera suyo lo habría arrojado por la ventana desde un inicio.
_ Mamá llegará pronto _ lo acuna una y otra vez.
Cuando finalmente se tranquiliza lo sienta sobre sus piernas, de esta manera puede ver lo llorosos que están sus ojos y lo roja que está su nariz. Le parece sumamente adorable, le recuerda tanto a Tomura que no puede evitar darle un beso en la frente.
_ Si no quieres comer, está bien, lo intentaremos más tarde, solo toma tu leche _ estira la mano y toma el vaso entrenador, como si aceptará el tratado de paz, Hikai lo recibe con calma, lo lleva a su boca y comienza a tomar de él.
_ Supongo que te hice despertar con el pie izquierdo _ recuerda la manera tan brusca en la que el menor despertó, no lo culpa por estar de mal humor.
Lo entiende demasiado bien, él también tenía ganas de continuar dormido durante más tiempo.
Lo observa beber, cuando se termina el contenido le entrega el vaso, ahora parece de mucho mejor humor, coloca el vaso sobre la mesa _ Es hora de darte un baño, primero prepararé todo, así que te quedarás viendo la televisión _ lo carga hasta la sala, en ese lugar lo coloca dentro de su columpio, enciende el televisor y lo deja brincoteando mientras tararea la tonta canción infantil que suena en el televisor.
Después de asegurarse que está a salvo, toma una escapada a la cocina, donde engulle su desayuno, o bueno, si es que puede llamarse así, toma el plato de Hikai y lo pone en un lugar donde no puede caerse. Insistirá de nuevo después del baño.
_ Maldición, no sé cómo Shiggy hace todo esto _ suspira con cansancio, tiene restos de comida en la playera y se siente tan cansado sin razón alguna.
Da un vistazo a Hikai, antes de subir las escaleras.
En la habitación, toma todo lo necesario para bañarlo, coloca la ropa que le pondrá sobre la cama, y lleva la toalla al baño.
Prepara la tina del bebé y baja por el pequeño Hikai que no ha dejado de brincotear al ritmo de los dibujitos del televisor.
_ ¿Realmente te gusta esta basura?_ observa asqueado los dibujos coloridos y estúpidos.
_ Deberías ver algo con más violencia, ya sabes, como el canal de crímenes o el de política, en ese siempre hay sangre _ parlotea mientras cambia de canal en busca de algo menos ridículo, cuando Hikai se percata de que cambio el canal, comienza a llorar.
_ ¡Espera! _ lo tranquiliza intentando regresar al canal, mientras presiona el botón, la imagen de un animal se dibuja en la pantalla. _ ¡Mira un animalito! _ señala la pantalla llamando la atención del niño, cuando los ojos de su hijo se posan en la pantalla, deja de llorar, esa gacela parece ser lo suficiente bonita como para parar su llanto.
_ Mira sus ojos son tan grandes como los tuyos _ anima al menor para que la mire, un instante después, un león sale de quién sabe dónde y ataca a la gacela, llevándola a su fin en un ataque salvaje y lleno de violencia.
Hikai comienza a llorar con todas sus fuerzas, Dabi se siente igual de impactado y asqueado, apaga el televisor con rapidez.
_ No pasa nada, solo están jugando _ recibe al bebé que le extiende los brazos entre llanto.
_ La señora gacela estará bien, lo prometo _ le acaricia el cabello en un intento desesperado por calmarlo.
_ Papá está aquí, no pasa nada _ besa su cabeza mientras sube las escaleras.
_ Tienes que ser fuerte, está bien llorar, pero en el futuro tienes que ser un chico muy fuerte, ¿está bien? _ lo acuesta en la cama mientras el pequeño lo mira entre lágrimas.
_ Mamá y yo te cuidaremos de todos los bastardos hijos de pu... _ la cara adorable de su hijo lo hace medir sus palabras _ hijos de pulpos… Que quieran hacerte daño... _ sonríe.
_ Pero cuando seas mayor tendrás que cuidarte por ti mismo _ el bebé hace un puchero que le roba el corazón _ Tienes suerte, tiene a los villanos y a los héroes de tu lado, quizá Shiggy y yo no somos bien vistos por los "buenos", pero eres nieto del héroe n.º 1, eso te hace especial dentro de los héroes... _ comienza a quitarle la ropa, es más seguro quitársela en la cama que en el baño.
_ No pongas esa cara tan triste, ¿sigues deprimido por el juego brusco del león?_ aprovecha su pancita desnuda para hacerle trompetillas. Como reacción Hikai, manotea y patalea acompañado de risas sonoras.
Dabi también ríe, observa su reloj, son las 11:47, debe darse prisa para que si Tomura vuelve, vea lo bien que está Hikai a su cuidado, tiene una parte de ego el querer demostrarle que también puede con el cuidado de su hijo, y otra de querer ayudarlo a las tareas del menor, a final de cuentas, la decisión de criarlo fue de ambos.
El baño es de lo más catastrófico, con el agua por todos lados, siente que Hikai se resbalara en cualquier momento, al parecer le transmite su temor, pues a diferencia de cuando lo baña su madre, Hikai no para de sollozar incómodo por el baño.
_ ¿Te molesta el agua? _ comprueba por doceava vez la temperatura del agua, solo para cerciorarse de nuevo que es perfecta, ni muy caliente ni muy fría.
_ Toma tu pato_ presiona el juguete intentando llamar su atención sin tener éxito.
Con rapidez termina aquella tortura, lo enjuaga bien, y lo lleva hasta la cama envuelto en su tierna toalla con gorro.
Es de un oso color gris, y fue elegida por Shiggy, misma que eligió mientras compraban comida en un supermercado local.
_ ¿Mi pequeño nomu tiene frío?_ cuestiona mientras lo seca con cuidado.
Recuerda las primeras veces cuando tenían que cuidar la herida que dejo el cordón umbilical, agradece porque eso quedará atrás
Lo seca por completo, le coloca el pañal entrenador y después comienza a vestirlo con su traje color azul pálido, es demasiado adorable para su gusto, pero al ser un regalo de su hermano Natsuo no puede no ponérselo.
_ Tu tío tiene gustos muy ridículos, ¿no lo crees?_ le agita una manita mientras el menor ríe.
_ Si fuera por mí te pondría el traje negro con murciélagos, pero como iremos al parque, prefiero que paces desapercibido como un niño normal y no como un nomu bebé _
Termina de vestirlo solo para ver lo adorable que se ve con la sudadera esponjosa y el pantalón a juego.
Le pone la capucha y luce aún más lindo, sus ojos enormes lo hacen recordar aquella fotografía que encontró de Shiggy cuando era niño.
_ Ahora tengo que bañarme yo _ observa del baño a su hijo y viceversa.
_ Te dejaré en tu cuna mientras me baño, prometo no tardar _
Planta un beso en su mejilla antes de dejarlo en la comodidad de su cuna.
Se quita la ropa y se mete a la ducha, en cuanto se pone el shampoo, Hikai comienza a sollozar como si lo estuvieran matando, lo hace con tanta fuerza, que se apresura a salir del baño, se cubre con una toalla y sale tal y como está. Limpiándose los ojos que no dejan de arderle por la instrusión del shampoo.
Cuando llega al cuarto se encuentra con él menor sollozando.
_ ¡Mamá!_ solloza mientras lo mira y extiende las manos, se incorpora de manera que se queda sentado pidiendo a gritos atención.
_ Hikai, solo déjame terminar, después te cargaré todo lo que quieras _ se queja tomándolo entre sus brazos, lo poco o mucho que está mojado, no parece importarle al niño que solloza sin dejar de llamar a su madre.
Después de unos minutos logra dormirlo, lo coloca con cuidado en la cuna y vuelve a entrar a la regadera.
Solo logra enjuagarse el cabello, antes de escuchar nuevamente los sollozos, se envuelve en la toalla y sale con rapidez. Al parecer fue producto de su imaginación, pues el bebé continúa justo como lo dejo, descansando pacíficamente.
Confundido, vuelve al baño, pasa por más situaciones de ese estilo, donde su baño se ve interrumpido, por eso que las madres denominaron como "sollozos fantasmas", solo basta con sacar la cabeza de la cortina y escuchar con cuidado para percatarse de que es su mente haciéndolo imaginar cosas. Finalmente termina, se envuelve en la toalla y sale a la habitación, ahí su hijo continúa durmiendo.
Saca ropa de su armario y se viste con un Pans negro.
Para acompañar con un cubrebocas y la capucha de la sudadera.
Solo así logra pasar desapercibido entre tantas personas.
_ Si te dejo dormir más tiempo, Shiggy nos pateará el trasero porque no querrás dormir por la noche, lo toma entre sus brazos mientras aún duerme.
Busca una mejor manera para despertarlo y la encuentra dándole un beso en la frente.
El pequeño abre los ojos, hace un puchero que pronto desaparece al mirar de lleno a su padre.
_ ¡Papá! _ Ríe divertido admirando su cabello blanco, a su corta edad y a pesar de las muchas veces que lo ha visto con ese tono de cabello, le sigue pareciendo sorpréndete.
_ ¡Papá es ahora como tú _ ambos ríen entre juegos _ Intentaré no molestarme para no volver a mi tono negro _
_ ¡Papá!, dame bubu_ señala su cuna y de inmediato Dabi sabe a lo que se refiere.
_ ¿Quieres a bubu?_ camina hasta la cuna de dónde toma la manta de seguridad de Hikai, esa misma que tiene forma de elefante.
Se la entrega y el menor la recibe feliz _¡Gacias! _ sonríe mostrando sus dientes.
_ De nada, alguien despertó de bien humor y más hablador _ le besa la sien.
_ Vamos a desayunar y después al parque ¿sí? _
_ ¡¡¡Sí!!! _ Hikai aplaude feliz.
Después de una rabieta donde el no querer comer y el extrañar a mamá se juntan, salen directo al parque.
Dabi lleva a Hikai hasta los juegos, como es más pequeño que la mayoría de niños ahí, se mantiene a su lado, cuidándolo y acompañándolo en cada juego al que quiere ir, en más de una ocasión el pequeño se cae  al suelo, después de sollozar y ser animado a continuar, sigue jugueteando de un lado al otro.
_ Su hijo es muy lindo _ una mujer a su lado le habla sacándolo de toda la atención que le ponía a Hikai.
_ ¿Mi nomu?_ la mira sin comprender del todo _ Oh sí, mi hijo, sí, es muy lindo_ sonríe orgullosos al comprender lo que dijo.
La mujer lo mira extrañada por el apodo tan extraño, sonríe y se aleja lo más rápido que puede.
Dabi simplemente regresa su atención a Hikai que continúa meciéndose en el caballito en donde lo dejo, cuando ve sus intenciones por bajarse, se apresura a ayudarlo.
_ ¡Pios!_ corre con Dabi detrás hasta los columpios, cuando llega se detiene y extiende las manos para que lo suba.
Dabi hace justo eso.
Pasan unos minutos, mientras lo empuja a una velocidad segura, observa a los niños a su alrededor.
Todos tan felices que lo hacen olvidar el hecho de tener que estar en cubierto mientras sale con su hijo.
Si se dieran cuenta de su identidad no tardarían en llamar a la policía, sería una emergencia extra importante al estar con un niño.
Si tan solo supieran que se trata de su hijo con el poderoso villano Tomura Shigaraki.
Una sonrisa se forma en sus labios al pensar en eso.
Ese pequeño de cabellos claros es la unión de dos villanos poderosos.
Hijo de dos villanos y nieto de dos héroes, quién lo diría.
_ ¡Papá!_ han pasado dos años desde que se volvió padre, pero desde que Hikai logro introducir esa palabra en su vocabulario se ha vuelto algo muy especial oírlo.
_ ¿Qué sucede? _ le pone toda su atención al pequeño, detiene el columpio para que el menor pueda expresarse.
_ ¡Agua!_ el menor hace un puchero mientras Dabi lo carga.
_ Vayamos por agua_ le acaricia la espalda y avanza rumbo a alguna tienda cercana.
Por suerte una tienda de conveniencia queda a nada de dónde se encuentran, no tardan más que tres minutos en llegar. Hikai elige un jugo de naranja y Dabi una lata de soda.
Paga y ambos salen rumbo a una tranquila banca en el parqué.
Sienta a Hikai sobre sus piernas y con manos torpes abre el pequeño jugo, le coloca el popote y se lo entrega a su hijo.
Hikai lo bebe con rapidez, la aventura en el parque fue suficiente agotadora.
Cuando se cansa de beber, le entrega el resto del jugo y se acurruca en los brazos de su padre.
No tarda nada en quedarse dormido.
Mientras el pequeño Hikai sueña, Dabi aprovecha para mirar alrededor y beber su soda.
Desearía que fuera una cerveza, pero debido a la situación no se puede. Se conforma con el refresco y la compañía de su muy cansado hijo.
¿Debería volver a casa o disfrutar el resto del día afuera con Hikai? No siempre tiene el tiempo suficiente para estar a solas con él.
Tomará esa decisión más tarde. Por ahora solo disfrutará la tranquilidad del lugar.
O eso planeaba, no contaba con la chica que se acaba de sentar junto a ellos.
La mira a través de sus lentes oscuros.
_ Hola Dabi... _ se sorprende al escuchar su nombre, más cuando la mira y la reconoce muy bien.
Es una de las chicas con las que salió cuando lo suyo con Tomura no iba bien.
_ ¿Cómo me reconociste? _
La chica sonríe _ puedo reconocer tu figura _ Su sonrisa es más que coqueta.
Cuando mira al pequeño entre sus brazos detiene el coqueteo.
_ ¿¡Robaste un bebé!? _ lo mira aterrada, puede sentirse atraída por aquel villano, pero no ser ciega frente a sus actos delictivos.
Dabi muere por decirle a la cara que ese pequeño es suyo, pero solo le ocasionaría problemas. La seguridad de Hikai es lo más importante.
_ Lo necesito para llevar a cabo una misión _
La expresión de la mujer da a entender que creyó su mentira _ Cuando ya no me sirva lo devolveré con su familia... O tal vez no _ sonríe perverso.
_ ¿A quién lo robaste!?_
_ Es el nieto de un héroe _ no miente.
La chica se acerca un poco más, intenta distinguir los rasgos del pequeño, como si así pudiera decir de quien es nieto.
Dabi se apresura a cubrirlo con la capucha de su sudadera, lo tapa y lo pega aún más a su pecho.
_ Deja de hacer tantas preguntas, y vete _ la fulmina con la mirada.
_ No... No te molestes _ titubea asustada _ Solo quería aprovechar para ver si querías pasar el rato conmigo _ sus mejillas se sonrojan mientras aparta la mirada.
Dabi la ignora, suspira y vuelve la vista a ella _ Sabes muy bien que no me interesas en lo absoluto. Estoy saliendo con alguien y va muy en serio, así que deja de molestarme, ¿Entiendes? _
La chica lo mira con dolor, hace un puchero en un intento de contener el llanto.
_ Creí que no estabas interesado en nadie _ recuerda que se lo dijo antes de involucrarse con ella. I
_ Con "nadie" me refería a todos menos esta persona _ no dará más detalles o de lo contrario puede ser peligroso.
Lo que menos espera es que se enteren de su relación con Tomura y el nacimiento de su hijo.
_ Debe ser muy especial para que alguien como tú hablé de ese modo _
_ Lo es, ahora, deberías dejar de molestar e irte _ Dabi nunca fue caballeroso, así que no sabe cómo tratar a una chica.
La mujer lo mira con indignación.
_ Idiota... _ gruñe entre dientes mientras se aleja a paso decidido.
_ Esa tonta es muy molesta, ¿no es así Hika?_ pregunta como si su hijo no estuviera dormido.
_ No tiene comparación con Shiggy _ instintivamente presiona el lunar bajo la boca del bebé. 
_ Espero que nunca se entere de esto. Pero ese imbécil me tiene como loco... _ lo susurra para que su hijo no pueda contarlo.
_ Espero que su día no sea tan complicado como nuestra mañana juntos _
Con bebé en brazos va rumbo a un lugar para comer algo.
Entra a una pequeña cafetería y ordena comida para él, y algo fácil de comer para Hikai, Tomura dejo preparada la pañalera, solo tuvo que tomarla y seguir las indicaciones que le explicó antes de irse.
_ Su hijo es muy lindo _ la mujer que le entrega la comida le sonríe sin apartar los ojos de Hikai.
_ Lo sé _ la expresión de la mujer lo obliga a repensar su respuesta _ Quiero decir, es como su madre, gracias_  ríe tan torpemente que a la mujer le da pesar, no está acostumbrado a ser amable, ni a recibir cumplidos de ningún tipo.
_ Llámeme si necesita algo más _ hace una reverencia y se marcha rumbo a otra mesa.
_ Toma la cuchara y la adentra en el plato con sopa, antes de llevarla a su boca se da cuenta de lo complicado que será comer con Hikai, no hay manera de comer sin tirarle la sopa caliente encima.
Observa a su alrededor sin saber qué hacer, no entiende como es que Tomura se las arregla para hacerlo.
Una mesera parece darse cuenta de la situación, se acerca de inmediato.
_ ¿Necesita algo?_
Dabi se siente como un completo imbécil.
_ No es nada, solo no tengo idea de cómo comer con mi hijo en brazos _
La chica ríe tiernamente, le parece muy adorable ver la escena.
El chico bajo esa capucha, lentes oscuros y mascarilla parece ser muy buen padre.
_ Tengo la solución, pero tendrá que despertar a su pequeño hijo _
Señala una mesita para bebé junto a otras más.
La cafetería cuenta con ese servicio, que maravilloso
_ No hay problema, de todos modos ya es hora de que coma algo _ tomando a Hikai con cuidado, lo mueve, lo suficiente como para despertarlo.
_ Vamos Hika, despierta _ le besa la frente con intenciones de que despierte de buen modo, sin llorar ni molestarse.
No obstante, eso no parece funcionar en lo más mínimo.
El pequeño se despierta con un fuerte llanto que poco a poco muestra todo el mal humor con el que acaba de despertar.
La chica trae la silla en un intento de ayudarlo.
Dabi agradece haciéndole saber que no la necesita más, puesto que se encargará del resto por cuenta propia.
Cuando finalmente la mesera se va, se descubre la cara, se ha asegurado de sentarse hasta al fondo y de espaldas a las personas, así que puede darse el lujo de mostrar de la nariz hacia abajo.
_ Deja de llorar, papá está aquí _ le acaricia la espalda una y otra vez _ Lamento despertarte, pero es hora de la comida _ se levanta y lo coloca torpemente dentro de la silla, la jala lo suficiente cerca de él, y se sienta.
_ Mira Hikai _ menea el vaso entrenador frente a su rostro.
Hikai lo aparta con enojo, está demasiado metido en su berrinche como para ser razonable.
Se empuja con la cabeza, una y otra vez, mientras patalea y solloza.
La mayoría de personas del lugar comienzan a impacientarse, y eso no le importa en lo absoluto, lo único que le interesa es que su hijo deje de llorar, pues cada vez su rostro se pone más rojo.
_ Hikai, vamos bebe tu leche _ agita de nuevo el vaso, recibiendo el mismo resultado de antes.
Se levanta y lo rodea con los brazos.
_ Shhhhh... _ le acaricia la espalda _ Intenta tranquilizarte aquí estoy _ no lo abandona en ningún momento.
_ ¡Mamá! _ Hikai llama una y otra vez.
_ Iremos pronto con mamá, pero tienes que comer _ lo mira a los ojos en un intento de que sea comprensivo.
Abre la pañalera y saca un par de pañuelos. Con ellos le limpia las lágrimas y la nariz.
Después de un rato de mimos, finalmente se tranquiliza y acepta la leche.
Lo observa beber tan tranquilamente que se pregunta si ese Hikai era el mismo que había hecho un berrinche hace poco.
_ Toma Hika _ le entrega un trozo de pollo que corto en pedazos pequeños para él.
Hikai lo recibe del tenedor con una sonrisa preciosa.
_ ¡Papápa! _ tararea con su vocecita tierna.
_ ¡Qué rico!_ sonríe cuando Hikai mastica feliz.
Si pudiera verse a sí mismo se sentiría tan avergonzado que se quemaría la cara el mismo. Su comportamiento tonto es demasiado humillante.
Después de comer abandona la cafetería.
Hikai camina de su mano mientras avanzan a casa.
Como ya es tarde decidió pasar el resto del día viendo películas y cosas así.
Está tan metido en sus pensamientos que no se percata de que Hikai se detiene y casi lo choca de lleno, a no ser por sus buenos reflejos, Hikai sería aplastado.
Entre trompicones logra estabilizarse y mirar lo que hizo detener a su hijo.
El peliblanco juguetea con un cachorro y un niño un poco mayor que él.
_ ¡Guagua! _ Acaricia al perro mientras sonríe al niño que lo lleva junto a su padre.
Un chico un tanto mayor que Dabi.
_ Espera Hikai, ¡no lo toques!_ se apresura a apartar al niño.
_ No sabemos si tiene todas sus vacunas _
El dueño del cachorro lo mira ofendido _ ¡Para tu información mi perro tiene todas sus vacunas!_ gruñe enfurecido.
Dabi levanta una ceja con poca paciencia _ No hablo de tu perro, ¡hablo de tu hijo!_ vocifera
El hombre se queda en blanco durante unos segundos, en un instante su expresión se vuelve una llena de furia.
_ ¿¡Qué dijiste!?_ gruñe
Dabi lo mira con molestia _ Es más que obvio que tu perro no le transmitiría nada a mi hijo, pero de tu cría humana no estoy seguro_
_ ¡Eres un imbécil!_ el hombre no aguanta más, se lanza sobre Dabi sin importarle los dos niños que comienzan a sollozar aterrados.
Toma a Dabi del cuello de la sudadera y lo jala hacia él.
Dabi hace lo mismo _ ¡Voy a hacer que te des cuenta de quién es el verdadero imbécil! _ Dabi siempre ha sido tan explosivo que en situaciones como esta no tiene nada de paciencia.
Sus manos comienzan a calentarse al igual que su mente.
La ropa del chico se desintegra poco a poco, mientras esté intenta retroceder sin que se lo permita.
En poco tiempo lo que se consuma no será solo su ropa.
Dabi está tan furioso que no le importa la multitud de transeúntes que comienzan a amontonarse.
_ ¡Papá! _ Hikai choca contra su pierna mientras chilla aterrado, ese acto es suficiente para que algo en la mente de Dabi apague toda esa furia. Como si su enojo se escapara de su cuerpo, detiene su ataque.
_ ¡Ve a consolar a tu hijo, está asustado!_ lo suelta de mal modo y se apresura a cargar a Hikai. También para consolarlo
_ Lo siento, no volverá a pasar _ lo tranquiliza mientras se alejan del problema.
Puede escuchas a las personas ayudando a aquel hombre.
Se aleja con su hijo sollozante.
Lo tranquiliza de camino a casa.
Cuidar a un niño es mucho más complicado de lo que creía, no es que no cuide de Hikai, pero cuando lo hace, la mayoría del tiempo está con Shigaraki que lo ayuda cuando la situación lo sobrepasa.
Cuando llegan a casa ya es por la tarde.
Acomoda a Hikai en el sofá junto a él.
Enciende el televisor y pone la película favorita del menor.
La historia de un gato que salva al mundo del ataque de conejitos malvados.
Una combinación extraña, pero que al niño le encanta.
_ No entiendo cómo te gusta esta basura_ susurra cansado de las canciones infantiles del programa.
Al contrario de su desagrado, los ojos de Hikai permanecen pegados a la televisión.
No sabe cuándo sucede, pero se queda dormido, solo despierta al sentir algo escalándolo, al mismo tiempo que abre los ojos, mira a Hikai pisar mal su brazo y resbalar.
Con la mano que el niño acaba de pisar se apresura a atraparlo, a penas si logra tomarlo de la sudadera a escasos centímetros antes de caer al suelo.
El susto ha sido demasiado, Hikai rompe en llanto, debido a esto Dabi se siente inseguro de haberlo atrapado antes de que se hiciera daño.
Con el corazón a mil, lo acomoda sobre su regazo.
_ ¿¡Estás bien!?, ¿¡Te duele!? _ inspecciona al niño con cuidado, revisa su cabeza y sus extremidades.
Al no ver ninguna lesión visible supone que fue solo el susto. Se relaja solo cuando Hikai deja de llorar.
Lo acuna hasta que se queda dormido entre sus brazos.
Es tan adorable cuando duerme, le recuerda mucho a Shigaraki.
Toma la cobija que está a su costado y lo cubre con ella.
Apaga el televisor, se recuesta en el sofá y acurruca a Hikai sobre su pecho, lo envuelve con sus brazos de manera que si el pequeño despierta él también lo haga.
Cuando Shigaraki llega a casa se encuentra con esa escena tan adorable para él, cierra la puerta con cuidado y se queda mirándolos durante un rato. Para finalmente dejar sus cosas e ir a cocinar algo.
Cuando Dabi despierta la cena está lista, el olor a comida caliente lo saca de sus sueños, se incorpora asegurándose de no despertar a Hikai, lo acomoda y va a la cocina.
Ahí está Shigaraki cocinando.
Se acerca en silencio y lo abraza por la espalda.
_ No escuché a que hora volviste... _ le besa el cuello mientras lo presiona.
_ Estaban tan dormidos que ni un oso los habría despertado _ continúa moviendo la comida en la estufa.
_ ¿Cómo te fue con la liga?_
Shigaraki suspira ante tal pregunta.
_ Igual que siempre, son realmente fastidiosos _ mueve el cuello con cansancio.
_ ¿Cómo te fue con Hikai?_
Ahora es el turno de Dabi para suspirar.
_ Supongo que pudo ser peor _ recuerda todos los sollozos y el incidente en la calle.
_ ¿Le diste de comer?_
Dabi asiente _ Desayuno los panqueques que tanto le gustan. Por cierto, eres todo un artista _
Shiggy lo mira sin comprender.
_ Hacer todas esas figuritas en los panqueques sin que te queden horribles es todo un arte _
Tomura comienza a reír con ganas, su novio lo mira sin comprender que le parece tan gracioso, le molesta que se burle de él, pero le hace feliz verlo tan sonriente.
_ ¿Qué es tan gracioso?_ frunce el ceño.
_ ¿Como carajos hiciste las figuras?_ se cubre la boca intentando ya no reír.
Dabi repiensa la respuesta, se siente como un idiota sin saber aun por qué _ Con un cuchillo... _
Tomura explota nuevamente en risas.
_ Eres un idiota, hay cortadores en el cajón _
No puede parar de reír al ver la expresión avergonzada de Dabi.
_ Cierra la boca, tonto _ lo calla con un beso en los labios.
_ Realmente disfruto pasar tiempo con ustedes _ lo abraza con fuerza mientras Shigaraki se deja.
_ Los extrañé mucho hoy... _ sus mejillas se sonrojan de manera que intenta ocultar su vergüenza en la cacerola de comida.
_ La cena está lista, comamos _ comenta apresurado para desviar la atención.
Dabi sonríe y va rumbo a poner la mesa.
Mientras lo hace, Tomura va a dónde Hikai duerme.
Le acaricia el rostro de manera gentil hasta que lo despierta tan apaciblemente que Dabi no puede creerlo.
_ Hola Kai _ le sonríe y lo recibe con un beso en la frente.
_ ¡Mamá! _ El pequeño se abalanza sobre su madre. Está tan feliz de verlo que Dabi se siente fuera de lugar, no es que Hikai no lo quiera, pero por obvias razones es más apegado a Shiggy.
_ Vamos a cenar _ carga al pequeño y se reúne con Dabi en el comedor.
Acomoda al menor en su sillita de bebé y comienzan a cenar en familia.
Mientras cenan hablan de como les fue en el día, Tomura está realmente divertido por las anécdotas de Dabi. Obviamente excluyó el incidente con el hombre del perro.
No para de reír avergonzando cada vez más a Dabi.
Al finalizar ven una película juntos y van a la cama cerrando así el ajetreado día.



NOTAS DEL AUTOR:
HOLI, PERDON POR TARDAR TANTO EN SUBIR ALGO, HE ESTADO MUY OCUPADA ÚLTIMAMENTE 😓, ESPERO QUE LES GUSTE ESTE CAPITULO, INTENTE QUE FUERA LARGO PARA COMPENSAR MI AUSENCIA, MUCHAS GRACIAS POR TODO SU APOYO, Y SUS COMENTARIOS LINDOS, INTENTARE ESTAR MÁS ACTIVA 🤗❤️❤️❤️

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