Capítulo Once

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RAFE

Llegué a casa de Zoe y ella salió, iba muy guapa. Llevaba puesto unos pantalones vaqueros ajustados y una camiseta negra, su pelo suelto y largo y unos tenis negros.

—Hola— dije amablemente.

—Hola— dice borde y le extiendo el casco de la moto—¿vamos a ir en moto?— pregunta.

—Si, ¿algún problema?.

—Es que nunca me he montado en una— confiesa.

—Tranquila, estás en las mejores manos, vamos súbete— dije sentándome y ella me imita— agárrate a mi abdomen si no quieres caerte.

—Ni de coña— dice.

—Esta bien, cómo quieras— dije, nos pusimos los cascos y arranqué, avancé unos cuantos centímetros y noto sus manos envolver mi abdomen— te lo advertí— dije y reí. No lo vi pero pude notar como rodaba los ojos.

Ahora si, arranqué y en pocos minuto llegamos a la cafetería. Aparqué la moto, bajamos y entramos.

—¿No ha ido tan mal, verdad?— pregunto mirándole mientras nos sentamos.

—No, la verdad es que me lo esperaba peor— dice y pude notar una pequeña sonrisa en sus labios.

Qué sonrisa mas bonita

Rafe, concéntrate

Pedios nuestros batidos, yo de limón y ella de fresa. Estuvimos hablando tranquilamente cuando veo que entran por la puerta Topper y Kelce.

—Mierda— murmuro. Ella me mira extraño y luego les mira a ellos.

—Me voy— dice recogiendo sus cosas pero le cojo suave del brazo y la detengo.

—No, por favor— le pido.

—Rafe, si te avergüenzas de mi, solo dímelo— hace una pausa mirándome fijamente a los ojos— no sé por qué he venido a esta estúpida cita.

¿Cita?

—¿Cita?— pregunto y ella me mira.

—No quise decir eso...

—Vamos a un lugar mas tranquilo— digo, soltamos los batidos vacíos en la mesa, le agarro de la mano y a ella no parece molestarle. Salimos y nos dirigimos nuevamente a la moto.

—¿A dónde me llevarás ahora?— pregunta.

—Es sorpresa— le digo y nos subimos a la moro. Arranco y nos vamos.

ZOE

Las cosas con Rafe estan cambiando. Ya no creo que seamos "enemigos" por así decirlo, actúa de una manera extraña conmigo y con los demás pouge sigue siendo igual de capullo.

Eso es porque le gustas

Sinceramente, no lo creo

Habéis tenido una cita, Zoe, y encima el te la a propuesto.

Tienes razón, pero es una salida de amigos ¿no?

Tú misma lo llamaste cita...

Deje de pensar conmigo misma ya que la moto frena. Nos bajamos, me quito el casco y veo que estamos en el monte.

—¿Qué hacemos aquí?— pregunto.

—Vengo siempre para despejarme, es un lugar tranquilo donde no suele pasar nadie. Y nadie nos interrumpirá— dice y mira, me sonríe y nos adentramos caminando un poco para llegar a una especie de pico, y nos sentamos.

—¿Vienes mucho?— pregunto y le miro

—Si, la verdad, tengo muchos problemas y a veces no tengo a nadie con quien poder hablarlos, así que vengo aquí a despejarme— dice mirando al frente.

—Te entiendo— digo con empatía—Si quieres... puedes contármelos— me mira.

—No creo que quieras escuchar mis problemas...— apoyo mi mano en su mano.

—Rafe, cuéntame...

¿𝚀𝚄𝙴 𝙴𝚂𝙲𝙾𝙽𝙳𝙴𝚂? || 𝐑𝐚𝐟𝐞 𝐂𝐚𝐦𝐞𝐫𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora