Capítulo Diecinueve

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ZOE

Llegué a casa tras estar con las chicas en la fiesta de pijamas.

—Volví— digo entrando a la casa y no obtuve respuesta por parte de Barry.

Estará fuera

Cerré y me dirijo a mi habitación para deshacer un poco la maleta y descansar en mi preciada cama ya que esta noche no pude dormir nada.

Me tumbo en mi cama y cierro los ojos, cayendo en un profundo sueño.

Me despierto por el toque de la puerta. Me levanto y me dirijo a abrirla.

—¿Rafe?—me sorprendo por su visita inesperada— ¿a qué has venido?— enarco una ceja.

—Zoe— dice entrando y cerrando la puerta— no puedo aguantarme más las ganas...

—¿Qué ganas?, ¿estas bi...— antes de que me dejara terminar la frase estampó sus labios con los míos.

Nos estábamos besando, y se sentía taaaan bien. Nuestros labios estaban coordinados a la perfección.

El beso comienza a ser mas salvaje y caminamos sin dejar de besarnos hacia mi habitación, me tumba en la cama quedando él encima de mi y empieza a besarme el cuello.

—Rafe...— jadeo.

—Zoe...— jadea intensificando los besos.

Le quité la camiseta dejándome una vista perfecta de sus abdominales bien trabajados.

Qué bueno esta joder

Nuestros labios volvieron a unirse y coloco mis manos en su espalda, arañándole y el jadea.

Noto como su mano baja por mi costado, pasa por mi cadera, ahora por mi pelvis, hasta que llega al broche de mi pantalón. Lo quita, me baja la cremallera y de un momento a otro me encontraba sin pantalones.

Roza la punta de sus dedos por la superficie de mi tanga.

—Todavía no e hecho nada y ya estas mojada...— susurra en mi oido y se me ponen los pelos de punta.

Quita la fina tela que separaba sus dedos de mi parte intima y la toca. Empieza a hacer movimientos circulares y yo jadeo del placer.

—Rafe— jadeo.

Los movimientos aceleran y yo jadeo cada vez más. Baja un poco hasta que sus dedos quedan en la entrada de mi vagina y mete un dedo.

—Mmm— gimo y le miro a los ojos. Empieza a hacer movimientos de dentro a afuera y mis gemidos se intensifican.

Vuelvo a unir nuestros labios en una apasionante beso y en mitad de este, mete otro dedo, y los mueve con más rapidez.

—Ahh— gimo.

Quiero follarmelo

—Zoe— gime— quiero follarte...

Desperté agitada y me senté en mi cama.

¿Qué acaba de pasar?

Mire abajo y vi la parte de mi pantalón que roza con mi vagina húmeda, luego mire mi dedo indice y corazón húmedos igual.

¿Acabo de... tener un suelo erótico con Rafe?

Al parecer si, y ¡joder! que bien se ha sentido.

Me levanto y me dirijo al baño, me doy una larga ducha de agua templada y solo podía pensar en una cosa.

Quiero follarme a Rafe

Definitivamente, me encantaba Rafe, me gustaba todo de él.

Salí de la ducha, me puse un pijama nuevo y cambié las sabanas echándolas junto con el pijama a lavar.

Me tumbo en mi cama, otra vez, esta vez para dormir ya que era tarde y poco a poco sentí pesadez en mis ojos y los cerré.

¿𝚀𝚄𝙴 𝙴𝚂𝙲𝙾𝙽𝙳𝙴𝚂? || 𝐑𝐚𝐟𝐞 𝐂𝐚𝐦𝐞𝐫𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora