Nate
La verdad es que no quería. No quería dejar Nueva York porque como Cassie había dicho, la ciudad me tenía atrapado, pero eso era demasiado egoísta, y estábamos en peligro, así que iremos, a donde sea.
Cassie nos dijo que dormiríamos todos en el salón porque era muy tarde como para conducir ahora, así que le ayudé a subir los colchones del desván.
–Guau. –la oí decir.
Me giré y la vi pasando la mano por los platillos de lo que parecía una batería. La destapó por completo y sonreí al ver que era roja.
Ella abrió más la boca.
–¿Sabes tocar? –le pregunté mientras buscaba almohadas y mantas.
–Sí, mi padre me enseñó. Esta debería ser suya.
Antes de que me girara, un sonido sordo hizo que no pudiera. Uno de los tambores de la batería se había caído.
Cassie pidió perdón varias veces mientras lo recogía. Yo seguí buscando una manta que...
–Dios... –la oí susurrar.
Cuando me volví, la vi de cuclillas, con una mano tapándose la boca y la otra sosteniendo un folio.
Cuando me acerqué, ella se levantó. Pude leer la corta frase que estaba escrita en ella con una sola hojeada.
"Corre, Cassandra"
–Nate...–murmuraba ella.
–¿Dónde estaba esto?
–Dentro del tambor. –lo señala.
El tambor estaba rasgado por la mitad.
Debajo del mensaje, en una esquina casi doblada del folio, había dos iniciales.
"K.M."
–¿Qué son estas iniciales? –le pregunté.
–Es mi padre. –dijo en cuanto lo vio. –Kenneth Miller.
Deslizó una mano por el folio y los dedos se le llenaron de polvo.
–La nota es de hace tiempo. Está llena de polvo.
–¿Pero por qué pondría algo así?
–No importa, tenemos los billetes y nos vamos mañana.
–¡Nate! –oí desde el piso de arriba.
Era Eloise. Baje a toda prisa.
–¿Qué ocurre? –le pregunté.
Ella me puso delante la pantalla de su móvil. Y entonces lo leí.
Un cartel de "se busca" con la cara de Kev se había publicado en twitter.
Oí los pasos acelerados de Cassie subiendo las escaleras. Me aparto un poco y ella misma lo leyó. Puso los ojos en blanco, cansada por esto.
–Kev tiene que huir. Si lo encuentran lo mataran. Necesitamos esos billetes, Cassie. –dice Eloise.
Cassie está al borde del llanto.
–Pero yo...
–Cassandra. –la llama a mi hermana.
Ella frunce los labios. Siempre lo hace cuando está a punto de llorar. Yo la rodeo con mis brazos.
–Está bien. –susurra rota.
–Nos iremos Kev y yo. Llamaremos a Paul para que nos ayude a solucionar esto. No tardaremos, estaréis a salvo. Pero si no te quedas tranquila, podemos llevarnos a Cam, lejos de aquí.
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Todo lo que nunca te dije| segundo libro
Teen Fiction"Sabes que me quedaré. Sólo preguntas para poder oírlo, porque no crees que nadie se vaya a quedar a tu lado. Pero escuchame, Cassandra. Yo siempre me quedaré a tu lado." La vida no es justa, y Cassandra lo sabe de sobra. Tras la última misión y tod...