Cassandra
Habían pasado seis meses, y mi vida había dado un gran giro.
Pocos días después de la última misión, la universidad de Nueva York me llamó, contándome que habían sido informados de mi causa estos últimos meses y que estarían encantados de tenerme en su universidad.
Aún recuerdo las cien veces que Nate me dijo lo orgulloso que estaba de mí.
Seguían reconstruyendo la estatua, y habían construido un puente con acceso privado para acudir a la agencia. Eloise y Kev se encargaron de ella ahora y montaron sus propias clases de defensa personal para jóvenes.
Nosotros seguíamos viviendo en nuestra pequeña cabaña, como una familia.
Cameron cada día hablaba más rápido y crecía un poco más. Me emocionaba tener la oportunidad de ver todo el proceso de su vida.
Nate y yo estábamos mejor que nunca. La universidad le quiso dar a él también una beca y ahora estudiaba derecho y yo medicina.
Siempre me besaba por los pasillos y hacía que me llegaran notitas que pasaba en cadena por los estudiantes.
Hoy era un día especial. Últimamente me había atrevido a hacer cosas que ni en mil vidas hubiera hecho hace seis meses.
Me había hecho ya tres tatuajes. Un rayo en la parte trasera del hombro, que ya nos habíamos tatuado todos, en honor a la agencia, el título de la canción Style, en honor a que la pusó Zack en el coche después de que me dispararan, en el tobillo, y el libro abierto que Vanessa dejó en la agencia por encima del codo. Era un ejemplar de orgullo y prejuicio. Jamás la imaginé leyendo un libro tan antiguo, pero ella misma me demostró que no todo es lo que parece y que la persona que parece un monstruo puede estar escondiendo cegadores rayos de luz.
Hoy volví al mismo estudio con Nate de la mano.
Había sido cosa de un impulso. De hecho, eran las once de la noche, y sabíamos que quizás nos arrepintiríamos. Pero él me convenció después de tanta insistencia.
Y lo hicimos.
Yo me tatué la constelación de capricornio con las medidas exactas de los lunares de su mejilla, y él se tatuó la de escorpio con la medida de los lunares de mi párpado.
–No me voy a arrepentir de esto. –me dijo.
–¿Por qué? –le pregunté.
–Porque te quiero tanto que sería imposible que me arrepintiera de llevar algo en mi piel relacionado contigo.
Esboce una sonrisa. Jamás me acostumbraría a que me dijera esas cosas.
–Yo también te quiero.
–¿Tanto para qué? –sonrió, vacilón.
–Como para casarme contigo. –solté.
La sonrisa murió en sus labios cuando sus ojos me golpearon como agujas en los míos. No había sido muy consciente de lo que acababa de decir.
–Me casaré contigo. –me dijo.
Reí bajo la luz artificial de las farolas.
–Y yo te besaré en el altar. –le aseguré.
–¿Y después qué?
★
Dos días después, me acerqué al cementerio. No había sido un buen día y necesitaba despejarme. Le lleve unos tulipanes blancos a Zack y unas orquídeas violetas a Vanessa, que deje sobre sus tumbas.
Me senté enfrente de la de Zack.
–Hola. –dije. –Se que hace mucho que no te envió un audio, pero sólo ha sido por un motivo; me sentía muy cobarde. Sentía que tenía que venir aquí, y decírtelo cara a cara. Y la verdad es que... no pienso mandarte más audios, ni perder más lágrimas en tu ausencia, Zack.
Por mucho que me duela, tengo que dejarte ir para poder brillar. Por supuesto, vendré a visitarte, pero me parecía muy egoísta desaparecer por un tiempo sin darte explicaciones. Te quise mucho, Zack, pero nunca estuvimos hechos para formar un "nosotros". Me temo que nuestra historia acaba aquí. Un día nos veremos de nuevo y te recibiré con los brazos abiertos, pero por ahora, voy a vivir lo que me quede. –me levante ayudándome con los brazos. –Adiós, Zack.
Una silueta esperaba que terminara detrás mía. Era la madre de Vanessa. Parecía que habíamos coincidido.
–Hola. –me saluda. También lleva unas flores violetas para su hija. –Siento interrumpirte. Y también siento como nos conocimos. Empecemos de nuevo. Soy Koemi Nakamura.
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que nunca te dije| segundo libro
Teen Fiction"Sabes que me quedaré. Sólo preguntas para poder oírlo, porque no crees que nadie se vaya a quedar a tu lado. Pero escuchame, Cassandra. Yo siempre me quedaré a tu lado." La vida no es justa, y Cassandra lo sabe de sobra. Tras la última misión y tod...