Nate
Quedaba una hora para la misión, y habíamos vuelto a la base. Todo seguía igual que cuando nos fuimos.
El libro que leía Vanessa entre nuestras ociosas conversaciones seguía abierto por la página donde lo dejó.
La taza llena de café que se olvidó Kev por recoger ya se había podrido.
Una sudadera de Harry Styles de mi hermana seguía colgada sobre la silla y los pendientes que Cassie llevaba buscando un mes, estaban sobre la repisa.
Ella ni siquiera lo nota. Lleva toda la hora temblando. He podido ver como se limpiaba una lágrima disimuladamente al ver el libro de Vanessa. Suerte que no ha visto la daga que clavó Zack en el techo, según me contaron.
Me acerco a ella, y aunque intenta evitarme, no lo consigue.
La estrecho entre mis brazos y le doy un beso en la nuca.
El pasado la llevaba atormentando las últimas semanas, y esto no era lo que ella necesitaba ahora.
Oigo como solloza contra mi traje.
–No llores. Me destroza verte llorar. –le suplico.
Ella se aparta de mí para secarse las lágrimas.
–No lo hagas. –me advierte.
–¿Qué no haga el que?
–No me prometas nada.
Suspiro.
–No iba a hacerlo.
–Entonces, ¿qué me ibas a decir?
–Que eres más fuerte de lo que crees.
Ella me mira atónita. Se rasca el cuello, apartando la mirada de mí.
–Lo sé. –me responde.
Me doy por satisfecho.
Casi se me escapa un "todo va a ir bien", pero recuerdo lo que me acaba de decir.
–Cassie. –la llamo.
–¿Sí?
–Te quiero.
Me analiza durante unos segundos. Siempre lo hace cuando le digo algo que no se esperaba. Es como si pudiera escanear mi mente, pero permito que lo haga, porque ya no hay ningún pensamiento que quiera ocultar de ella.
–Y yo a ti. –murmura, bajando la mirada.
–Necesito que tú me prometas una cosa.
Me acerco a ella hasta quedar cara a cara. Cassie ya sabe lo que le voy a decir.
–No. –niega con la cabeza. Las lágrimas de angustia vuelven a brotar de sus ojos. –No lo hagas, no lo digas...
El peso que ha caído en sus hombros hacen que sus manos se columpien, cansadas. Las agarro, y junto a las mías, le envuelvo las mejillas. Cassie siempre ha tenido la piel muy fría. Yo siempre la he tenido tan cálida como el ambiente que causa una chimenea.
y al ser algo contrario siempre he sentido que era algo que nos unía.
–Cassie, tienes que hacerlo. Hoy tienes que volver a ser egoísta, por mucho que te cueste.
–Hace solo dos meses, Nate. No puedo, no puedo...
–¿Por qué? –susurro con cautela.
–Se lo prometí a Zack, Nate. Cuando murió le juré que no volvería a ser egoísta, porque gracias a eso, murió. Y podría pasarte a ti lo mismo, y no soportaría que...
–No va a pasar.
–Te necesito, Nate. Se que hace falta que te lo diga para que lo creas, porque piensas que nadie lo hace, que todo es mejor si te apartas y los dejas de lado, pero yo lo hago. Te necesito casi tanto como el aire que respiro.
Algo me hace retroceder un paso, como si me hubieran asetado un puñetazo en el estómago. No me esperaba eso.
Ahora es ella la que sostiene mis manos.
–No te vayas. –me pide.
Pero yo no estoy acostumbrado a esto. La única persona que había sido tan sincera conmigo era mi hermana, y no solía tenerlo en cuenta por el hecho de que es mi hermana, pero absolutamente nadie me había dicho algo parecido.
Corto la distancia entre nosotros y la beso, enredando mis dedos en sus ondas negras.
Ella une sus manos alrededor de mi cuello.
–Ahora no has necesitado el aire. –bromeó.
Ella suelta una carcajada que hace que me destense del todo.
Ella se vuelve más ligera, está más relajada.
–Se ha acabado el recreo, tortolitos.
Una voz conocida suena al otro lado del salón.
Es mi hermana.
La fulmino con la mirada antes de que ella se encoja de hombros. La acompaña Kev, que está igual que siempre.
Cassie se cruza de brazos, incómoda.
Sonrió internamente.
–¿Estáis preparados? –pregunta Eloise.
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que nunca te dije| segundo libro
Teen Fiction"Sabes que me quedaré. Sólo preguntas para poder oírlo, porque no crees que nadie se vaya a quedar a tu lado. Pero escuchame, Cassandra. Yo siempre me quedaré a tu lado." La vida no es justa, y Cassandra lo sabe de sobra. Tras la última misión y tod...