V - Ni Vive Ni Deja Vivir

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     Fue una muy mala noche para Bianca, a pesar del Tramadol todo su cuerpo dolía incontrolablemente y la luz hacía que su cabeza palpitara. Había pasado todo ese tiempo de supuesto sueño dándole vueltas a la cama y pensando en las cinco palabras que habían sido estampadas en el pequeño y escalofriante papel. No habían razones para hacer algo así. Claramente Lucas fue asesinado, y ella lo había presenciado de antemano, pero el hecho de que hubiera sido asesinado gracias a ella le daba un vuelco gigantesco a la historia.

     Decidió levantarse de la cama y dirigirse al baño para arreglarse, debía ir a la estación de policía para que le hicieran algunas preguntas. Se quitó su pijama y la dejó en el suelo, en lo que esperaba que el agua caliente empezara a salir de las finas tuberías que recorrían la casa; se fijó en el espejo y un destello de horror segó sus ojos por un segundo. Su hermoso y estilizado cuello estaba cubierto en marcas con formas de manos en colores negros, morados y verdes, haciendo ver su piel increíblemente pálida y sus ojeras aun mas profundas.

     Decidió entrar a la ducha y dejar que el agua caliente limpiara toda la suciedad de su cuerpo. Sentía cada gota caer en su cabeza, resbalar por su cuerpo a través de su piel desnuda y bajar hasta la planta de sus pies para irse por el drenaje. Tomó su esponja, le echó un poco de jabón liquido y sacó espuma de esta, para después pasarla por toda su zona superior, enfocándose en su espalda y cuello. Quería liberar toda la tensión que tenia atrapada en su cuerpo, para poder salir de este y viajar a otros mundos donde no todo estuviera tan mal, donde lo que había pasado el día anterior fuera falso y Lucas siguiera vivo. Era inútil pensar en la vida de su novio, que para muchos fue increíblemente malgastada.

     Enjuagó el jabón y sacó un poco de shampoo de la botella, dispuesta a acicalarse y consentirse todo lo que pudiera antes de enfrentar la realidad. Después de masajear su cuero cabelludo con delicadeza y haber enjuagado el producto de limpieza de su pelo salió de la ducha, donde el vidrio estaba empañado, un poco de agua había salpicado el baño y se veía vapor moviéndose alrededor.

     Entonces fijó su mirada en las letras escritas en el vidrio, claramente pintadas con una mano, y lo peor pintadas mientras ella estaba bañándose a tan solo dos metros de ese lugar. Era otro mensaje e igualmente escalofriante al último que le habían dejado.

"Estoy observando, y mataré otra vez si tengo que hacerlo.

Besos, La Bestia."

     ¿Matará otra vez? Esta persona no conocía límites a lo que estaba haciendo, la vigilaba, y Bianca estaba segura que era el hombre con capucha negra que la había seguido toda la semana. Estaba en todas partes, en sus clases, en su carro, incluso había entrado numerosas veces a su casa; no parecía haber escapatoria de lo que estaba pasando. Pero lo mas preocupante del nuevo mensaje que le había dejado era ¿Mataría para ella o la mataría a ella? Era una clara amenaza pero ella no tenia claro para quien.

     Con su mano borró el mensaje. Si alguien se enteraba de estos mensajes podía correr peligro, La Bestia no parecía ser alguien con el que se podría racionar. Volvió a su cuarto donde encontró una evidente ventana abierta que dejaba entrar la corriente de aire y los asesinos, así que la cerró para poder vestirse y salir lo más rápido posible de ese lugar.

     Se puso un vestido negro y ligeramente holgado, unas botas color miel que combinaban, una bufanda blanca y negra para cubrir las marcas de su cuello y unos grandes lentes para ocultar sus ojos cansados, irritados por las lágrimas y sobre todo ojerosos. Se puso un poco de rubor para disimular su palidez y labial para tratar de curar sus labios partidos. Se veía mucho mejor que antes de que tomara la ducha, pero Bianca seguía siendo un desastre a nivel emocional y físico, estaba tan despreocupada por lo que pasaba alrededor que el impacto del nuevo mensaje había desaparecido rápidamente. Había tomado solo una taza de café al desayuno y ya estaba en camino hacia la estación de policías, quería salir de ese enredo lo más pronto posible.

Entre Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora