El gran letrero neon se reflejaba en el parabrisas del carro, este podía no ser un bar de mala muerte como lo quería Bianca pero no era visitado por gente que la reconociera. Aunque estuviera ahí exclusivamente por el trago iba a proteger su reputación. Salió de su mini Cooper y entro en el lugar.
El lugar estaba medianamente lleno pero había bastante espacio en la barra para que se sentara cómodamente en uno de los bancos. El bartender estaba tomando el pedido de alguien al otro lado de la barra, en lo que mezclaba otros licores. Bianca puso una gran sonrisa, ojos coquetos y un billete en su mano para llamar la atención y conseguir un trago, en realidad lo necesitaba. El hombre se acerco y levantó sus cejas a modo de pregunta.
-¡Tequila! -Dijo con una sonrisa y en un elevado volumen para que la pudiera escuchar sobre el sonido de la música en lo que deslizaba el billete en dirección opuesta a la de ella.
El bartender tomo una pequeña copa y la llenó hábilmente con el liquido color ámbar de la botella, poniéndolo después sobre la barra acompañado de una pequeña rodaja de limón y un salero. Bianca tomó el salero y esparció un poco de su contenido en el dorso de su mano, lo lamió y rápidamente vació la copa en su boca. El trago se deslizo por su garganta haciéndola arder en lo que alcanzaba la rodajita de limón y la ponía entre sus dientes para succionar su jugo. Sacudió un poco la cabeza y con los ojos aún apretados se dirigió al bartender y levantó un dedo indicándole que quería otro trago. Repitió el procedimiento y volvió a pedir el líquido ámbar.
Después de al menos diez copas más ya se sentía mareada y las luces de colores se veían mucho más brillantes, haciendo que el lugar entero girara alrededor de ella. Un hombre muy apuesto se sentó al lado de ella y le sonrió amablemente.
-¿Qué estas tomando?- Le preguntó con una amplia sonrisa.
-¡Tequila!- Respondió. Parecía ser la única palabra que había dicho en toda la noche.
-Otro tequila para la señorita por favor- Le dijo al bartender en lo que deslizaba un billete hacia el- Y un whisky.
Él tenia una camisa blanca, un traje negro y la piel ligeramente oscura, se notaba que era mayor a Bianca, pero no por mucho y por el costoso reloj y traje que tenía, se podía deducir que era un hombre con estatus bancario. Les pasaron sus tragos y Bianca se tomó el de ella rápidamente, mientras que él sólo tomó un sorbo y saboreó. El hombre sonrío y sus blancos dientes la hipnotizaron, haciendo que las formas se vieran mas borrosas por los efectos del alcohol.
Bianca levantó el dedo para indicar que quería su copa nuevamente llena, y el hombre se acerco para vaciar la botella en ella. Se la tomó y se levantó para ir al baño. Señaló el letrero con una pequeña mujer pintada que estaba al otro lado de el lugar y se levantó para ir hacía allá, en lo que el hombre de traje se levantaba e iba lentamente detrás de ella. No se demoró nada en lo que pasaba un pomo por su cara y retocaba el labial que tenía y volvía a salir hacia la barra, pero el hombre la había seguido hasta allí y la estaba esperando.
Generalmente Bianca lo hubiera alejado al primer intento de que él se le acercara, pero el alcohol y el dolor que sentía por el funeral nublaron sus pensamientos y la impulsaron a pegarse más a ese hombre que acababa de conocer, y perfectamente podía ser un psicópata. Pero no, dejó que él se acercara y juntara violentamente sus labios con los de ella haciendo las luces más brillantes y las imágenes incluso más borrosas.
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Entre Las Sombras
Mystery / ThrillerLo que comenzó como un plan para llegar a la perfección amenaza con convertirse en su peor pesadilla. Bianca esta a punto de recoger los malos frutos que dio el árbol que ella sembró y su belleza y capacidad de engañar a otros pueden ser su único bo...