Nada más ver entrar a Sammy por la puerta, Tom se levantó de un salto y corrió a saludarlo con un abrazo.
—¡Sammy! No sabía que habías vuelto—dijo Tom sonriendo.
—Leí las noticias...y pensé que me necesitarías—explicó Sammy.
Tom asintió suspirando y tomó asiento de nuevo. Sammy lo hizo a su lado y sonrió a Silke.
—Hemos hecho todo lo posible para retirar la foto de Matthew a tiempo—dijo Silke antes de que le preguntara—Pero la prensa ha sido más rápida y ha atacado a Tom con lo que más le podía hacer daño.
Sammy asintió resoplando y miró a Tom, que estaba con la frente arrugada. Tenía mala cara, le recordaba cuando acogió a Bill en casa y tenía que tratar con él cada día, sin saber de que humor se iba a levantar cada mañana...
—Me encontré con Bill en el pasillo—dijo cambiando de tema—Matthew iba caminando de su mano.
—Si, cuando nos queramos dar cuenta le veremos correr por los pasillos de la discográfica—comentó Tom riendo.
Siguieron hablando del pequeño Matthew, hasta que una agitada secretaria entró sin llamar en el despacho de Silke.
—Perdón por la interrupción...pero ha pasado algo...
No tuvo que terminar la frase, Tom se puso en pie de inmediato y salió corriendo al pasillo llamando a su hermano desesperado.
—¡Bill! ¿Dónde estás?—gritaba sin saberse a donde dirigir.
—Está en recepción—explicó con timidez la joven secretaria de Silke—Casi no le entendemos, no para de llorar y...
—¿Le ha pasado algo a Matthew?—preguntó Tom con miedo.
—No está con él—respondió la secretaria.
Enseguida echó a correr por las escaleras, Sammy y Silke le seguían pisándole los talones. Llegaron al mismo tiempo y lo que vieron les rompió el corazón. El ex cantante estaba sentado en una de las butacas de la recepción tratando de explicar entre sollozos lo que le había pasado.
—Bill... ¿dónde...?—empezó a preguntar Tom.
—¡No lo sé!—gritó Bill histérico—Estaba...estaba a mi lado...me empujaron y cuando me levanté ya no estaba...le he buscado por todos lados pero es como si se hubiera esfumado en el aire...
Dejó de hablar porque sentía que le faltaba el aliento. Todo se estaba volviendo negro, pero no quería desmayarse. No podría hacerlo hasta saber que su hijo estaba a salvo a su lado.
—Silke, llama a la policía—ordenó Sammy con voz firme—Que registren el parque de arriba abajo, tienen que haber dejado alguna pista...o algo...
Tom dejó todo en sus manos, el se encargó de tratar de consolar a su hermano. Se sentó a su lado y le abrazó con fuerza mientras le apartaba el pelo con una mano y le besaba en la frente una y otra vez.
La policía llegó en menos de un minuto. Tres agentes se dirigieron al parque y empezaron a buscar en vano, si tenían un coche esperando ya estarían bastante lejos.
A Bill le llevaron al despacho de Silke y allí otro agente le tomó declaración, aunque tampoco pudo sacar nada en claro. Todo había ocurro con mucha rapidez y en esos momentos no podía pensar en claro.
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Tal vez
RomanceTal vez que su sueño se rompiera en mil pedazos fuera lo mejor que le podía haber pasado. En su momento solo lo vio como un gran problema que quiso que afrontar él solo, pero con el paso del tiempo vio que tal vez no estaba tan equivocado, que siemp...