No sabía como había conseguido dormir, se quedó abrazando a su hermano con los ojos cerrados, escuchando sus sollozos incontrolados...
Cuando abrió los ojos estaba amaneciendo y estaba solo en la cama. Se levantó con rapidez, preocupado de lo que pudiera haber hecho . No era la primera vez que trataba de huir de él...pero le encontró en la habitación de su hijo aún llevando en sus brazos su peluche favorito. Miraba la cuna vacía al tiempo que por sus mejillas le resbalaban las lágrimas.
Se puso a su lado y le atrajo poniendo un brazo sobre sus hombros.
—Tienes que comer algo—susurró tras besarle en la mejilla.
Bill se dejó llevar. Permitió que le hiciera salir de la habitación de su hijo y bajó a la cocina. Se sentó con pesadez en una silla y mientras que Tom preparaba el desayuno él seguía aferrado a lo único que le quedaba de su hijo.
—¿Qué...qué te dijo la policía?—preguntó con un hilo de voz—¿Se llevó David a nuestro hijo?
Tom se dio la vuelta poniendo delante de él un bol con cereales al tiempo que negaba con la cabeza.
—David no tiene nada que ver—dijo sentándose en una silla a su lado—La policía lo estará interrogando...
—¿Para qué?—cortó Bill—Si no ha tenido nada que ver, la policía se tiene que dedicar a buscar a Matthew y no perder el tiempo con él.
—Yo...les conté lo que te hizo—murmuró Tom arrugando la frente.
—¿Por qué?—gritó Bill sin querer.
—Porque tiene que pagar por ello, y era la única manera de tenerlo vigilado 48 horas—se explicó Tom—No me creo que no haya tenido nada que ver...
Dejó de hablar al ver como rompía a llorar. Se mordió el labio y se apresuró a abrazarle.
—No tenías ningún derecho a contar...mi secreto—sollozó Bill contra su cuello—Ya no hay nada que hacer, después de tanto tiempo...
—No permitiré que se salga con la suya—cortó con firmeza Tom—Te hizo mucho daño, puede que en esa época tú y yo estuviéramos distanciados, pero ahora que te tengo a mi lado podré hacer algo para solucionarlo.
Se quedó abrazándole hasta que sintió que remitía el llanto. Se separó y le limpio la mejilla de lágrimas con ambas manos. Luego cogió la cuchara y le dio a probar el desayuno, arrugando al frente al ver que se negaba.
—Matthew te necesita en perfecto estado—susurró arrugando él también la frente.
Le vio asentir resoplando y terminó de llevarle la cuchara a los labios.
—¿Por qué no llama nadie?—preguntó Bill mirándole fijamente—El que se lo haya llevado, no pide ningún rescate ni nada....es extraño...
—Pagaría el doble de lo que me pidiera—aseguró Tom con firmeza—Él no me importa, solo recuperar sano y salvo a nuestro hijo.
Bill asintió con la cabeza y cogiendo él mismo la cuchara desayunó sin ganas. Tom tenía razón, si no se cuidaba caería enfermo y no estaría allí cuando su hijo le necesitara.
Terminaron de desayunar y decidieron ir a la comisaría, no podían quedarse en casa cruzados de brazos sin hacer nada. Se estaban vistiendo cuando llamaron a la puerta. Se miraron y echaron a correr escaleras abajo, abriendo la puerta....desilusionados al ver que era su padrastro.

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Tal vez
RomanceTal vez que su sueño se rompiera en mil pedazos fuera lo mejor que le podía haber pasado. En su momento solo lo vio como un gran problema que quiso que afrontar él solo, pero con el paso del tiempo vio que tal vez no estaba tan equivocado, que siemp...