Mi Vida A Tus Pies ~ allxPeterParker

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Los días que siguieron se convirtieron en una pesadilla. Interrogatorios, amenazas veladas y un sentido de impotencia que se volvía más palpable con cada minuto que pasaba. Peter se debatía entre la rabia y el miedo, sus emociones una tormenta incontrolable que amenazaba con devorar lo poco que le quedaba de cordura. 

La habitación se volvió su prisión, un microcosmos donde el tiempo se dilataba en la oscuridad. Cada encuentro con el hombre misterioso era una lección retorcida sobre la fragilidad de la existencia. Las demandas del secuestrador, envueltas en un enigma de motivaciones ocultas, mantenían a Peter en vilo, preguntándose qué oscuro propósito se cernía sobre su vida.

La rabia, que al principio era una llama titubeante en su pecho, se convirtió en un fuego voraz. Peter, a pesar de la impotencia física, se aferraba a la chispa de su voluntad, buscando en su interior la fuerza para resistir. La idea de la venganza se incubó en su mente, un germen alimentado por la injusticia de su situación. La llama de la rabia iluminó sus ojos, antes apagados por el miedo, y se convirtió en la fuerza que lo impulsaría a desentrañar el misterio que envolvía su secuestro.

Aunque siempre quedaba el recuerdo de lo que dejó. En las noches silenciosas, Peter comenzaba a añorar la presencia de aquellos que ocupaban un rincón especial en su vida. Extrañaba la seguridad reconfortante de los brazos de Bucky, la calidez apacible de Steve, la chispa intelectual de Stephen, la ternura inquebrantable de Chris e incluso el vibrante malhumor de Tony. Cada uno de ellos dejaba una marca única en su ser, y la ausencia de sus risas, abrazos y complicidades resonaba como un eco melancólico en su alma. Encontró consuelo en los recuerdos compartidos y la esperanza de reunirse nuevamente con aquellos que le habían regalado un arco iris de amor en su mundo.

Cada día se volvía una lucha por la supervivencia, tanto física como emocional. Peter, a pesar de las adversidades, se aferraba a la esperanza como un náufrago a un trozo de madera en medio del océano. La incertidumbre sobre su destino lo impulsaba a descifrar las pistas ocultas en cada encuentro con su captor, alimentando su sed de respuestas.

Las personas que entraron a ese minúsculo cuarto de baño fueron cuatro. De ellos pudo deducir quien era quien según las voces de fuera y los nombres que escuchaba. La "suerte" que ha podido tener es que nunca se quedaba solo, siempre había alguien con él, menos por la noche. Ahí es donde Peter podía calcular más o menos cuántos días llevaba ahí. Solo cuatro días le fueron suficientes para poder analizar bien a cada uno de sus compañeros en tantas horas que están juntos.

Del primero que puede hablar es del hombre al que conoció cuando despertó. Descubrió que su nombre es Logan. Y aunque al principio le parecía intimidante, consiguió "estar cómodo" con él. A Peter le solían dar ciertos ataques depresivos y de llorar constantemente hasta conciliar el sueño. Todo por recordar a las personas que había dejado atrás, más sus parejas, porque algo le decía en su interior, que jamás volverá a ver a sus padres.  A lo que el Omega se dio cuenta de las feromonas que Logan emanaba para tranquilizarlo, sin embargo, eso no fue tan sorprendente como el hecho de que las feromonas funcionaban. Y aunque Logan no fuera persona de muchas palabras, su mirada era aterradora cuando entraba, pero se iba suavizado con el pasar del tiempo en el baño. Aún así, Peter no bajaba la guardia.

Con quien si bajaba la guardia era con Pietro. Un Alfa joven, más o menos tenía su misma edad o incluso más pequeño. Y al contrario de Logan, Pietro no podía mantener su boca cerrada. Podía pasar horas y horas hablando de temas que enlaza de forma extraordinaria. Además de una energía y vitalidad que Peter envidiaba mucho. El Omega ha tenido suficiente tiempo para pensar en lo diferentes que son a pesar de tener una edad similar. Él tan casero y vago y Pietro tan aventurero e intrépido. Peter, aunque no colaboraba mucho en las conversaciones, sentía mucho la ausencia de Pietro cuando salía de la habitación. Un dato curioso es que es al único que le ha podido ver la cara por completo, ya que las primeras veces que entraba al baño se le olvidaba ponerse la mascarilla que siempre se ponen todos. Ya ha llegado un punto en donde hasta Peter se lo recordaba, pero ya ni hace el amago de ponérsela. Pietro siente que no la necesita con Peter, así que no se la pone.

También a veces lo acompañaba un Alfa cuyo nombre no llegó a descubrir aún. Pero es el menos amigable de todos. Solo entra, se sienta en el retrete y no hace más que estar con el teléfono. Y aunque su mirada se ve aterradora entre la capucha de su sudadera y la mascarilla, con el pasar de las horas, las feromonas intimidantes se van desvaneciendo y una sonrisilla reflejada en sus achinados ojos se logra ver. Cuando Peter le intenta hablar, el Alfa solo lo ignora. Da igual lo que diga, solo es una respuesta nula y el silencio se hace más que presente. Solo ha podido descubrir que este Alfa es el padre de Pietro.

Y por último, pero no por ello menos importante, el loco de Wade. No sabía ni como ni cuando ese hombre llegó al mando de todos ellos si solo había paja en su cabeza. Se llamaba Wade, solo ha estado con él dos veces y las dos veces fue parado por Logan y el otro porque casi se le lanzaba de forma indebida a Peter llenándolo de cumplidos y "palabras de afirmación". Eso suponiendo si se le puede llamar palabras de afirmación el llamarle: "pulmoncito de chocolate" o "próstata de mantequilla". Eso fue la primera vez, la segunda vez Wade entró ilusionado y dando brincos al baño enseñando a Peter la preciosa marca de enlace que había aparecido en su antebrazo. A lo que Peter no le creyó al principio, pero realmente era la misma marca de sus novios. Desde ahí, Pietro le confesó a Peter que no le han vuelto a dejar entrar al baño porque no sabía de lo que eran capaz de hacer. Aunque le van comunicando que está loco por entrar y que Wade afirma que se va a casar con Peter en el funeral de Logan, encima de su tumba para ser exactos y que ya está infinitamente enamorado de él. Pero Peter no entiende el como la marca ha aparecido solo cuando el único contacto que han tenido ha sido tan caótico. 

Y aunque este segundo secuestro es un poco más tranquilo que el primero, sigue sin entender porque el destino solo le entrega a locos psicópatas.