Mi Vida A Tus Pies ~ allxPeterParker

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Peter se enganchó de la camiseta de Steve y comenzó a trepar por ella, el rubio no hizo nada para impedirlo. Así el omega por fin quedó a la altura del alfa y lo abrazo por el cuello. Escondido en la curvatura del hombro del alfa, comenzó a sollozar. Steve solo podía sujetarlo con fuerza.

- Pequeño, ¿qué ocurre?

Era lo único que a Steve se le ocurría hacer. Jamás estuvo con un omega en celo, realmente tuvo muy pocas relaciones. Sexuales sí que ha tenido, bastantes, pero ninguna con un omega en celo. 

- Me duele... por favor alfa, ayúdame... 

- ¿Como quieres que te ayude? 

- Ponlo dentro... por favor...

Steve entendió enseguida a que se refiere, no hacía falta ser un genio. Como es obvio no dejará a su omega sufrir. Y menos cuando notó al chico restregarse en su pierna en busca de infracción y algo de alivio. 

Por una parte sentía mucha lástima por el chico. Pero por otra, las feromonas de Peter ya invadían su cuerpo. Se habían metido en lo más profundo de su ser y sabía que ya sería muy difícil controlarse y más con un omega superior como Peter. 

Peter era tan apetecible.

Steve lo cargó y lo llevó al cuarto de Bucky, ahí estarán más cómodos. Conforme iba caminando, notaba como la respiración de Peter era pesada y muy forzada, necesitaba a su alfa ya. Pero Steve sabía que Peter no conseguiría su alivio tan fácilmente con solo el rubio. La anatomía de Peter era diferente a la de otros omegas, él necesitaba por lo menos 4 veces más que un chico  normal. 

Steve lo pasaría muy mal. Pero sabía que merecería la pena. 

Abrió la puerta, entró y cerró. Peter ya estaba que se subía por las paredes. Acariciaba a Steve, hacía infracción con su alfa, lamía y mordía su cuello y mejilla y eso a Steve le volvía totalmente loco. En un abrir y cerrar de ojos, su mirada se hizo oscura. 

¿Es en serio que las feromonas de un omega... le hayan vuelto loco?

Steve se acercó a la cama y tiró encima al omega. No lo hizo con brusquedad, pero al omega le encantó ese acto. Como le gustaba que le trataran rudo en la cama, pero siempre con cierto control.

Al entrar en contacto con la suave tela del colchón, Peter gimió de manera placentera. Rebotó en la cama. Enseguida cogió en un puñado la sábana y apretó con todas sus fuerzas mientras arqueaba su espada. Le molestaba cualquier tipo de roce, siempre y cuando sea ajeno a la mano del alfa que tenía delante. Al cual no reconocía muy bien, solo lo notaba por las feromonas. Le daba igual quien fuese, solo sabía que ese alfa era SUYO. Todo era estaba nublado ahora mismo, solo pudo encontrar la mirada del alfa de milagro. Le pedía suplicando que lo alivie ya.

Por el contrario Steve ya se había quitado la camiseta y simplemente miraba como su omega se retorcía a sus pies. Estaba de rodillas en la inmensa cama y no podía dejar de mirar a la criatura que tenía a sus ojos. 

Las miradas de los dos se cruzaron, las dos eran oscuras y llenas de lujuría. Peter le suplicaba que le aliviara, mientras que Steve le tentaba un poco. 

- Peter... ¿me estás suplicando?

Peter solo jadeaba era incapaz de responder, a este paso ya había deshecho la cama en un matojo de sábanas. 

Al no recibir respuesta del omega, Steve enseguida puso sus manos en el colchón, una a cada lado de la cabeza de Peter. Acercó su cara a la del chico y volvió a hablar.

- Te estoy preguntado algo, omega... respondeme.

Peter ni siquiera podía ya mantener la mirada en la de Steve. Apartó la vista y asintió. 

- Quiero que lo digas. Dímelo y haré lo que quieras. 

- Por favor...

- Por favor... ¿qué?

Por instinto las piernas de Peter se enrollaron en la cadera de Steve y sus manos pasaron a estar una en el hombro y la otra en la nuca. Sus uñas se clavaban en esa extensión de piel, así produciendo al alfa grandes escalofríos por toda su columna vertebral. 

- Quiero que me folles... mejor que nadie... por favor...

Steve sonrió con dientes, era una gran sonrisa. Era justamente eso lo que quería escuchar de su hermoso omega. 

- ¿Acaso me estás retando?

Peter lo negó, pero no era convincente para Steve.

- No te hagas el tonto. ¿Acaso estás intentando hacer ver que no te daría el mismo placer que otros alfas? A saber cuantas personas estarían deseando tener así como te tengo yo ahora mismo. Dime Peter, contestame sinceramente. ¿Cuantas veces ta has follado a Bucky?

Peter solo se retorcía en la cama y haciendo fricción con su entrepierna con la de Steve, roce que disfrutaban los dos a decir verdad. El chico solo jadeaba y ya no estaba del todo consciente, necesitaba ese alivio en ese momento. 

Pero Steve se impacientaba y quería su respuesta.

Cogió las muñecas y las estampó contra el colchón, a cada lado de la cabeza de Peter. Sus piernas se abrieron paso entre las del omega y su rodilla derecha apretó su entrepierna así privándolo de cualquier roce, a no ser que la rodilla se moviera por voluntad de Steve. Peter gritó de frustración.

- No has contestado a la pregunta, si contestas te daré algo mejor que solo roces. 

El chico jadeo pero contesto. Musitó una suave palabra. "Una"

- ¿Una vez?

Peter asintió con la cabeza.

- ¿Por qué tengo la sensación de que me mientes ahora mismo?

- No... no miento...

Steve rió y movió suavemente la rodilla. Peter gimió. El alfa aprovechó los movimientos que el omega hacía para esconderse en su cuello y aspirar su olor. Era realmente delicioso, sin dudarlo. 

El alfa decidió que era hora de para con los jueguitos. Era hora de pasar ya directamente a la acción. Se puso de rodillas, soltando las manos de Peter. Estas fueron directamente a su propio cuerpo, especialmente a su pecho. Necesitaba caricias y no sabía muy bien si las obtendría. 

Steve lo notó y en realidad quería hacer sentir bien a Peter. Es así que de un solo movimiento, cogió la camiseta del omega por el hueco de la cabeza y estiró a los lados haciendo que se partiera en dos. Acción de la que Peter no rechistó. Steve acarició todo el tren superior de Peter. Desde el pecho hasta el abdomen. Los músculos del omega estaban definidos por la delgadez y las actividades físicas que realizaba. 

El rubio mordió su labio inferior y no pudo evitar calentarse por la escena que tenía en frente. Este omega entero para él.

Enseguida se desprendió de lo que le quedaba de ropa a Peter dejandole totalmente desnudo ante sus ojos y Steve no podía sentirse más afortunado. Simplemente no podía. Su respiración era entrecortada y a bocanadas. Le estaba costando mantener la poca cordura que le quedaba. 

Peter habló alejando a Steve de esa fantasía suya en la que los dos podría estar solos.

- Por favor... alfas, no aguantó más. Por favor.... alfas. 

Peter hablaba en plural. Estaba llamando a todos sus alfas. Y a Steve le molestaba, pero le hacía sentir superior también. Solo él podía tener a Peter en este lugar y de esa manera. 

- Oh tranquilo, no vendrá nadie más. Y te enseñare que no vas a necesitar a otro alfa dentro de ti, solo yo. ¿Entendido?

Peter ya no reaccionaba, estaba temblando. 

Lo necesitaba ya.