9. Es un empate.

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Taylor

Llego al estadio sin avisarle a Travis porque deseo darle una sorpresa. Se ha comportado como el mejor de los hombres. Estuvo pendiente de mí después de nuestra primera cita, incluso envió flores al día siguiente, pero yo estaba muy metida en toda la situación que está viviendo Sophie. A ver, al señorito "todo está muy bien" no le quedó claro que terminar una relación por teléfono no está para nada bien. Mucho menos si tienes dos hijas y tu esposa está fuera del país.

Después de dejar a Sophie en mi departamento en New York, viajé directamente a Misuri y así es como hoy estoy aquí. El administrativo de la NFL sabía que vendría así que tienen para mí un staff completo que me guía y me da un distintivo para el área VIP. En realidad no es la primera vez que estoy aquí pero sí es la primera vez que vengo a ver un juego como Taylor Swift. Ingreso al box dónde hay muchas personas cercanas a los jugadores, casi nadie se percata de mi presencia hasta que unas niñas pequeñas gritan: "¡No puede ser, es Taylor Swift!" Las saludo y le mando besitos. El chico del Staff que me guía me lleva hasta donde está una mujer mayor rubia, lleva la camisa con el número de Travis y asumo que es su madre.

-Hola, buenas tardes -saludo. Ella se gira para verme y su rostro muestra sorpresa.

-Hola, querida, ¿Cómo estás? -saluda ella amablemente -, ya pensábamos que no vendrías. Travis te estaba esperando. Yo soy Donna, su madre.

-¡Oh, lo siento! Es que quería darle un sorpresa, mucho gusto, yo soy Taylor -digo acercándome para darle un abrazo y aprovecho de presentarme. Sé que ella me conoce, pero no hay que perder la educación-, estuve tentada a llamarlo pero preferí sorprenderlo.

-Bueno, llegas justo a tiempo ya está por comenzar el partido.

Cuando volteo veo que ya han salido al estadio para entonar el himno. Las personas gritan fascinadas. Ésta es una de las cosas que más me gustan del football americano, la fanaticada apasionada que pinta sus caras y grita a todo pulmón por sus jugadores favoritos.

-¿Quieres algo de tomar, Taylor? -pregunta Donna y asiento dándole las gracias. Ella se gira hacia una chica del staff y pide dos cervezas que llegan en vasos rojos. Todo aquí es rojo. Me encanta.

Mi atuendo incluso combina con todo a mi alrededor. Ya he dicho que soy fan de los Eagles pero hoy estoy aquí por Travis.

El partido comienza muy bien para los Chiefs, quienes tienen los jugadores más rápidos así que logran marcar unos tantos antes de la mitad del partido. Donna y yo comentamos cada jugada, más ella que yo porque con dos hijos en la NFL es una experta.

Luego de dos cervezas comienzo a gritar y Donna se ríe por mi entusiasmo.

-¡Vamos, corre! -grito a Travis, aunque no puede escucharme es como si un cable nos conectara porque en lo que le hacen el pase el voltea hacia el box, me mira y comienza a correr rápidamente para marcar -¡SÍ! ¡CORRE!

Entonces marca el touchdown y comienza a bailar lo que hace reír a todos en el box. Un chico a mi lado se inclina hacia mí mientras dice: -Es guapo, ¿cierto? -dice el muchacho de piel oscura.

-Sí, él es muy lindo. Bastante espontáneo.

-Que bueno que están juntos ahora, a Travis le hacía falta alguien que lo aplacara.

Mi nariz se arruga ante ese comentario pero inmediatamente me río y niego con la cabeza.

-Travis no necesita que lo aplaquen. Está muy bien como está. Y en realidad no estamos haciendo esto, solo nos estamos conociendo.

El chico asiente y no dice nada más pero cuando volteo me doy cuenta que Donna ha estado mirándome todo el rato y parece complacida con mi respuesta.

The guy on the Chiefs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora