14. Sin secretos.

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Taylor

Cada vez que lo veo tengo el mismo sentimiento cosquilleante. Soy las burbujas de una copa de champagne en efervescencia. No me puedo controlar y corro hasta alcanzarlo, me lanzo a sus brazos que inesperadamente están abiertos aguardando por mí, ya está duchado y huele divino. Su perfume es amaderado y ligeramente mentolado, me embriaga de una manera agradable. Quiero enterrar mi cabeza en su cuello y olerlo toda la noche.

Escucho un carraspeo de garganta detrás de mí y me río por lo bajo.

—Somos los padres de Taylor y queremos saber cuáles son tus intenciones con nuestra hija —argumenta Ryan seriamente.

—Ella se ve demasiado joven para ser madre de Taylor —dice Travis.

Ryan se lleva una mano al pecho y finge indignación.

—No entiendo por qué estás vinculandome con esta señora. Cuando digo "nuestra" me refiero a que es mía y de él —explica señalando a Hugh que solo menea la cabeza y se ríe mientras estira su mano para presentarse con Travis. Es el único decente.

—Jugaste maravilloso esta noche. Fue un placer ver a los Chiefs —dice Hugh.

—¿Por qué no le dices que eres de los Bears? —cuestiona Blake y yo coloco los ojos en blanco. Pero me siento muy bien. Tan bien como no me sentía en años, en los brazos de Travis y con mis amigos gastándose bromas tontas.

¿Cuando el mundo comenzó a sonar así? Casi puedo sentir la melodía en mi pulso.

Mis amigos se retiran y Travis me lleva de la mano hasta su auto, una camioneta Bentley negra polarizada.

—¿A dónde vamos?

—Es una sorpresa.

Maneja con calma y me pone ansiosa. Comienzo a mover los dedos sobre mis piernas hasta que estira una mano para sostener las mías. Con el dedo pulgar comienza a hacer suaves círculos tranquilizantes sobre la piel de mis manos.

Llegamos a Emilio's mi restaurante italiano favorito en New York. No me había dado cuenta lo mucho que había conducido hasta ese momento. Travis aparca y sale del auto primero para luego ayudarme a bajar. Me encanta que lo haga.

—Este lugar está extrañamente solo —comento. En la entrada nos reciben y saludo al personal que conozco.

Nada más pisar dentro me doy cuenta de una cosa. No es que haya poca afluencia de comensales. Es que no hay comensales.

—¿Has reservado el Emilio's solo para nosotros dos? —pregunto sin creerlo.

Su sonrisa de medio lado me contesta.

—Nuestra privacidad es importante. Tu comodidad es lo primordial, rubia —explica —, además, quiero hablar contigo de algo que lleva rondando mi cabeza desde ayer y que no puedo sacarme.

Escuchar eso hace que me ponga rígida. He escuchado esas palabras tantas veces... "Taylor, hay algo que anda rondando por mi cabeza y que debemos hablar" se ha versionado muchas veces.

Tomamos asiento en nuestra mesa, hay música instrumental de fondo que se escucha tenuemente.

—Hace poco me di cuenta que la NFL ha estado usando mucho tu nombre —comienza él. Mi cabeza se alza de inmediato de la carta a su cara y mi corazón bombea más sangre de la que necesito. Me mareo. —, quería saber si eso te molesta. No quiero que se aprovechen de ti. Tampoco quiero que creas que tengo algo que ver con eso.

—No creo eso. Solo es el efecto "Taylor Swift" como lo llaman ellos —digo tratando de calmar mi pulso. Él no parece notar el cambio en mí.

—Pues me parece muy injusto, no es posible que una persona coloque tu nombre en un anuncio y ya sus ventas se dupliquen si que tú ganes nada. Estuve hablando con Jason, queremos redactar un acuerdo contigo —se corta un momento y luego continua —, no quiero sonar frío, pero al menos mientras estemos saliendo quiero que recibas parte de nuestras ganancias. Es una locura lo que han aumentado las ventas.

Mi cabeza explota ante eso.

Está tratando de protegerme.

Respiro profundo, pero no lo miro a los ojos cuando digo: —Estoy aquí contigo porque me gustas. Decidí salir contigo la primera vez porque me gustas. Me encanta todo lo que representas. No necesito un acuerdo.

Sus hombros se relajan un poco.

—Quiero hacer las cosas bien, Taylor. Quiero hacerte feliz —pasa sus manos por la mesa hasta tomar las mías, se inclina, yo también me inclino y por primera vez en esta noche nos besamos. Sabe a menta. La dulzura con la que me besa contrarresta totalmente con el Travis que me exigió tragarme su semen. Eso es algo que no voy a olvidar y que espero se repita.

—Estamos bien, cariño. Vamos poco a poco. No necesitas sentir toda esa presión. Olvídate de mi nombre. Me gusta estar contigo porque contigo solo soy Taylor, tu rubia —digo sonriendo.

—¿Todo ok? ¿Sin secretos?

Titubeo un poco antes de responderle. Pero igual contesto.

—Sin secretos.

***

Invito a Travis a mi departamento, y como era de esperarse, él acepta.

El camino a casa es tranquilo y charlamos un poco sobre mi infancia. Pero no puedo quitarme la tensión que me invade.

¿Sin secretos?

Este día me mamé.

Aunque quiera hacerme la muy profesional y adulta ante el tema igual me incómoda mucho, así que decido decirle sobre el contrato en lo que lleguemos a casa.

Pido perdón de antemano porque lo primero que hacemos al llegar a casa es quitarnos la ropa. Travis tuvo un buen partido hoy, necesita aflojar los músculos.

La última vez que estuvimos juntos solo usamos nuestras bocas, pero estaba más que explícito que el día de hoy era el día D.

Travis recorre mi vientre con sus grandes manos antes de bajar a mi entrepierna, ya húmeda por los besos previos y él gruñe de satisfacción al darse cuenta.

—Esta va a ser una larga noche, rubia.

Eso espero.

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3/3

Gente: de verdad se viene lo bueno. El capítulo que viene me duele.

Publicaré el Sábado. Dejen un ❤️ si van a estar esperando.

Cajetín de teorías:

1. Taylor le dice la verdad a Travis.

2. Travis se entera del contrato por su cuenta.

3. Un tercero malévolo expone el contrato.

Gracias por votar, espero sus comentarios. Me gusta leer teorías.

Aaaah y: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, RUBIA! ya son #34 🤭

Pd después de la publicación: ¿Por qué nadie me dijo que hoy es 12?





The guy on the Chiefs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora