26. No correré lejos de ti 🔞

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✨Taylor✨

No puedo creer que el equipo haya perdido. Travis está enojado porque las jugadas fueron asquerosas y al parecer no le hicieron los pases suficientes.

Estamos en mi hotel después de un largo y estresante partido, he pedido servicio a la habitación mientras Travis se da una ducha con agua caliente para relajar los músculos y también su temperamento. Sinceramente me estoy preparando para decirle que aún no he logrado terminar con el contrato, sobre todo porque creo que él piensa que es algo terminado desde hace semanas.

Me he portado como una verdadera acosadora con mi equipo legal haciéndolos trabajar día y noche buscando vacíos o algunas que me permitan terminar el contrato con la NFL pero no ha sido posible, entonces a Tree se le ocurrió que simplemente podíamos continuarlo, pero está vez con ambos en el juego y ganando mucho más dinero.

A mí no me hace falta, pero ya que de todas maneras estoy metida en esto hasta el cuello...

—¿En qué piensas? —la voz susurrante de Travis se siente como terciopelo recorriendo mi piel, sus manos tarde en posarse en mi cintura acariciando con pequeños círculos que me hacen fundirme en él —. Te veo disociada.

—Estoy pensando como decirte algo importante —digo sin rodeos y puedo sentir como se va tensando lentamente así que agrego —, pero no es algo que tenga que ser malo para nosotros. Al menos espero que no lo encuentres así.

Usa un poco de fuerza para girarme frente a él dejando mi vista a la altura de su nariz, me inclino de forma natural buscando un contacto que él no me niega y le doy un beso casto en los labios.

—Es sobre el contrato con la NFL —explico y él me insta a continuar —, mi equipo no ha logrado sacarme de allí. Debo seguir hasta el final de la temporada sino quiero buscarme un pleito legal. Es importante para este momento de mi carrera tener la menor cantidad posible de publicidad dañina. Tengo un grupo de ambientalistas que ponen fotos mías en hogueras, así que sí... Ya es suficiente.

—¿Me estás pidiendo algo?, siento que hay una pregunta implicita en tu explicación —inquiere mientras me acaricia la cara —, espero te haya quedado claro lo que soy capaz de hacer por esta relación pero sino es así debo decirte que tu nivel de analisis es decepcionante.

—¡Oye! Eso no es justo —lo golpeo de forma juguetona —. Siento que este es un tema peliagudo entre nosotros, me da miedo que lo malintérpretes.

—Rubia, en realidad accediste a ese contrato porque querías divertirte y no estabas segura si realmente tendríamos química o ganas de intentar algo serio. No te culpo. ¿Se te salió de las manos? Claro que sí, ¿Voy a correr lejos de ti por eso? Obviamente no.

—Entonces, ¿Me apoyaras en esto de la publicidad a la NFL?

—Preciosa, soy parte de la NFL.

Mientras hablamos en voz baja, las manos de Travis comienzan a acariciar mi cuerpo y de un momento a otro me encuentro deseando que me toque en todas partes, pero recuerdo que la comida nos está esperando.

—Se va a enfriar la comida. Pedí italiano, espero no te moleste.

—Tus cosas favoritas son mis nuevas cosas favoritas, pero tenemos la opción dos que se basa en recalentar la comida una vez nos despertemos hambrientos después de un maratón de sexo en reconpensa a tu pobre novio que perdió un juego hoy.

Mis risas no se hacen esperar y la felicidad me recorre. Con Travis todo es así. Las palabras no tienen un peso opresor, las palabras fluyen y nos llevan a la claridad. Los momentos que pueden llegar a ser tensos él los vuelve ligeros con su humor dándole el toque perfecto para relajarme.

Tomo su mano y lo guío hasta la cama, se deja guiar como el más maleable de los hombres o como un hombre que sabe va a recibir lo que pidió. Se sienta y no tardo en subirme en su regazo mientras lo beso profundamente, me tomo mi tiempo para explorar con mis manos su cuerpo y aprovecho el control que me sede para quitarle la ropa despacio observando toda su gloriosa plenitud.

Me meneo un poco mientras me bajo de su regazo y le quitó los boxers que inmediatamente deja ver la longitud de su polla que estaba dolorosamente contenida. Las venas abultadas recorren los lados y el rosa de la cabeza me hace agua la boca, pero decido torturarlo un poco y dejo que mis uñas lo recorran suavemente lo que le ocasiona un escalofrío y me gruñe.

Me río.

—Acabas de gruñir, ¿Eres un oso? —pregunto mientras comienzo a acariciarlo. Arriba y abajo, círculos en la punta, arriba y abajo. No más que eso. Su cara es un poema y yo el autor de su tortura. Los ojos brillantes se abren para lanzarme una mirada llameante haciendo que el calor suba por mi cuerpo de inmediato. Me inclino hacia delante, saco mi lengua y le doy una lamida tentativa. Travis se estremece, lo que seguramente hace que pierda la paciencia porque se levanta tan rápido que no lo veo venir, me toma de la nuca, me inclina la cabeza hacia abajo y dice con voz rasposa y entrecortada mientras agarra la base de su eje: -Succionalo.

Me dejó ir en el frenesí en el que me lleva. Ya no poseo el control, es él follandome la boca mientras comienzo a salivar. Dejo que mis dientes rocen lo suficiente como para que lance un quejido lleno de lujuria y se clave en el fondo de mi garganta. Puedo llevarlo, Travis es más grande que la media, de eso estoy segura, pero yo puedo llevarlo muy bien, y estoy dispuesta a hacerlo muchas veces más solo por verlo poner los ojos en blanco tal cual como está haciendo ahora.

-¡Mierda! -gruñe mientras sigue dando estocadas. Trato de acomodarme, porque la posición inclinada en la que me encuentro se vuelve incómoda pero él parece darse cuenta, sale de mi boca, me toma en brazos y me suelta en la cama.

No me malinterpreten, amo el Travis que me mira con adoración, pero es este Travis -el Travis al que mi cuerpo vuelve loco- el que me hace hervir la sangre. Un Travis cuyas facciones se deforman por el deseo y más tarde por el placer.

—Mmmmm —murmura una vez me tiene desnuda y boca arriba en la cama —. Este rubor —me toca las mejillas y desciende hasta mis pechos apretandolos —, vivo por este maldito rubor, rubia. Estoy tan jodido.

Termina la frase bajando a mi entrada y entrando lentamente. Soy un charco de fluidos que le permiten entrar sin protestas y comienza a moverse lento soltando pequeños gemidos en el proceso. Lo saca hasta la punta y me estremezco sacudiendo mis caderas para alcanzarlo de nuevo. El sonríe. El imbécil sonríe sabiendo lo que quiero y me estiro hasta donde puedo para tomar uno de sus brazos y pegarlo a mí hasta lo más profundo de mi ser. Gime ante la acción y entierra la cara en la curvatura de mi cuello mientras comienza a entrar y salir a un ritmo vertiginoso.

—¡Sí! —exclamo. Me arqueo contra él, empujo y choco con todas mis fuerzas sintiendo como me estira. Comienzo a sentir el tirón en mi vientre que indica lo cerca que estoy y me desespero.

—Mi chica siempre tan desesperada, ¿Quieres venir TayTay? —pregunta mientras baja su mano hasta mi nudo de nervios y comienza girar los dedos. No voy a aguantar más.

—¡Travis!

—Dimelo —dice volviendo a salir de mi centro, la ausencia duele, la necesidad quema. Su piel está tan caliente que siento que voy a hacer combustión. Lucho por levantarme y Travis me deja, cae sobre la cama mientras escalo sobre él hasta volver a enterrarlo en mí para comenzar a montarlo. Apoyo las manos en su pecho y comienzo a brincar como poseída mientras él acaricia mi clítoris. Comienzo a gritar su nombre mientras se desliza una y otra vez dentro de mí, estoy demasiado cerca y cada golpe de su polla me envía cada vez más arriba y arriba, hasta que no puedo más y estallo en millones de estrellitas mientras mi cuerpo convulciona de placer.

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¡Gracias, gracias! ¡Les amo mucho, mucho!

Otra vez gracias por todo el cariño que he recibido de parte de ustedes, especialmente a l@s que votaron en la historia que está participando en el ONC porque pasé a la segunda ronda y eso significa mucho para mí.

Espero les haya gustado el capítulo ❤️✨ comenten y voten por favor 🥰



















The guy on the Chiefs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora