13. Esposas de deportistas desesperadas y Taylor Swift.

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Taylor

Blake escupe el agua que estaba bebiendo y me mira como si me hubiese vuelto loca.

—¿Que hiciste qué?

—Firmé un contrato con la NFL dónde dice que debo aparecer en los partidos y que estoy de acuerdo con el uso de mi nombre.

—¿Por qué? —inquiere aún mirándome con ojos de loca.

Suspiro.

—Porque igualmente iba a salir con Travis. De todas maneras ellos iban a salir ganando, Blake. Iban a tener su publicidad sin que ganaramos nada.

—¿Nosotros quienes? ¿Travis está ganando algo?

—En realidad, sí. No directamente de la NFL, pero creeme que está ganando algo con todo esto así él no quiera.

—Eso no quita que no sepa que firmaste un contrato millonario que lo involucra.

—Su nombre no está en ningún lugar. Es algo entre la NFL y yo. No tiene nada que ver con él.

Blake niega y frunce los labios.

—Pues deberías decirle igual, porque guerra avisada no mata soldado. Sería bueno que él esté conciente de todo esto.

Mi cabeza se mueve negativamente. Ella no entiende. Travis y yo apenas estamos comenzando una relación, no voy a comentarle estás cosas solo por temor a lo que pueda pensar en futuro si se entera. He tenido suficiente tiempo para pensar en el contrato, y la verdad es que en ningún lugar nombran a Travis. Para Tree y mis abogados: él solo es un efecto colateral.

Esta situación me genera sentimientos encontrados, aún así, no creo estar del todo obligada a comentarle nada.

Veo el brazalete en mi muñeca y de repente me entra un sentimiento de culpa. No es cualquier cosa. Es un brazalete de Tiffanys, con cuentas de oro y marfil con el número de la camisa de Travis. El 87 brilla bajo mi mirada marcandome como suya. Llegó con una nota y un ramo de peonías rojas después de nuestra primera noche juntos.

«¿Qué es lo correcto?» pienso para mis adentros.

—Lo correcto es que vayas con nosotros —grita Ryan desde la sala haciéndome saltar.

—Pero si no estoy invitado —acota Hugh. Había olvidado que esos dos estaban reunidos.

—Eres Hugh Jackman. Estás invitado, ¿Verdad, Taylor?

Yo sonrío de medio lado y asiento.

—Podemos ir todos juntos.

***

Una de mis condiciones personales para The Eras Tour es no ingerir ni una sola gota de alcohol mientras esté de show en show. Por eso no hago reparos cuando en el palco principal llega el staff con vasos llenos de vodka. Puedo ser Miss Americana and the Vodka Prince.

Hoy sí me controlo, no solo porque estoy con mis amigos, también lo hago porque me iré con Travis, y dado a nuestro primer encuentro, no quiero que piense que soy una borracha. Nada de borracheylor hoy. Tal vez más adelante.

Rayan y Hugh continúan hablando algunas cosas sobre el rodaje de su próxima película y Blake y yo continuamos cotillando sobre farándula. Porque quiera o no quiera, yo siempre me entero de todo lo que dicen de mí.

Esa tarde a los Chiefs les va muy bien. Pero puedo notar como Travis trata de hacer pasar desapercibida su lesión en la rodilla. Sé que le afecta y le aqueja pero él trata de fingir que no. Se lo comenté hace dos noches por mensaje pero desvió rápidamente la conversación una vez aclarado que iba a su terapia.

Le gusta fingir que no tiene nada y cada vez que se nota un poco bromea sobre eso. Me preocupa. Siendo el un atleta de alto rendimiento, su cuerpo lo es todo. Yo no soy atleta y mi cuerpo lo es todo, como cantante cualquier pequeña cosa me afecta a mí y a mi show.

—Me encanta como lo sigues con la mirada. Es tan tierno.

Le doy un codazo que la hace reír. Me dentego en el tercer vaso de vodka que me mantiene achispada.

—Vengo aquí por él. Yo soy fan de los Eagles.

—Amiga, sigue diciendote eso. Ahora eres una chica Chiefs. ¡Viva Kansas City! —grita Blake y la gente alrededor se agita gritando lo mismo —, dentro de poco vas a estar saliendo con Brittany Mahomes y las otras esposas. Seguro hasta les proponen tener un Reality.

—Un Reality —resoplo.

—Sí, se va a llamar "Esposas de deportistas desesperadas y Taylor Swift" —dice Ryan —. Es importante agregar tu nombre completo, dulzura.

No puedo evitar reírme a carcajadas ante eso y justo en ese momento los Chiefs marcan y termina el partido.

Los nervios recorren mi cuerpo ante la anticipación.

Ya quiero verlo.

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2/3

Esperen el otro.

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The guy on the Chiefs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora