En un área no especificada en Muskoka, Ontario, veintidós jóvenes acababan de llegar en lo que probablemente para varios, se transformaría en una de las épocas más inolvidables de sus vidas.
Claro que, inolvidable no es siempre sinónimo de algo positivo.
La tensión de estar entre un montón de desconocidos afectaba a unos más que otros, y era claro al ver cosas tan básicas como la posición que tomaban al estar siendo presentados uno por uno al llegar a aquel muelle.
Desde aquellas personas tan dulces que resultan afables con su sola presencia, como Heather, hasta aquellos individuos que imponían miedo sin tener que decir una sola palabra, como DJ.
Todos resultaban igual de intimidantes, si le preguntabas a alguien con la falta de seguridad de Justin.
Y todos resultaban igual de patéticos y desesperados por atención para su presentador; Norbert Hatchet.
—Este es el campamento Wawanakwa, su hogar por las próximas ocho semanas, los campistas que... —El imponente presentador estaba leyendo fastidiado el libreto que le entregaron los internos esa mañana, el cual le pareció tan tonto que siquiera terminó de revisar.
Se consideraba alguien con carisma natural, ¿Por qué querría leer un tonto libreto?
No, él tenía cosas más importantes que hacer, como probar por su propia cuenta que todo fuera lo más insoportable posible para ese montón de concursantes.
—¡McLean, ven aquí! —Llamó a uno de sus asistentes, con este corriendo rápidamente a su lado, con una mirada tan abatida que podría competir con un veterano de guerra.— Este libreto es una porquería, les dije que quería libertad creativa en mis líneas, ¿Terminaron el circuito de retos que les encargué?
—Blaineley, uh... Mildred se está encargando, señor.
—¿Ella? ¿Es en serio? ¿La que lloró por un par de pirañas? No puedo confiarle nada a ustedes dos.— Bufó, entregándole el montón de hojas al más joven, notando como todos los participantes les observaban confundidos por la particular actitud del host.— Explíca tú esto, tengo que asegurarme de que esté todo en orden.
—¿Yo? ¿En verdad? Es el estreno, ¿Cree que puedo?
—Claro, se que puedes hacerlo... Bueno, eso y que le debo un favor a tu madre, solo encárgate... ¡Ustedes, montón de ineptos, escuchen a Chris si quieren quedarse en el programa!
Chris asintió con su cabeza, viendo como el adverso se alejaba corriendo de una forma hasta militar. Por su lado, tuvo que aguantar la sonrisa que le daba tener sus cinco minutos de fama, que al final del día, era lo que anhelaba a futuro, por eso aceptó ese trabajo tan desgastante.
—Muy bien... —Aclaró su garganta, buscando escucharse lo más parecido a un presentador posible.— El que logre permanecer más tiempo en la isla del drama sin que lo eliminen ganará la cantidad de cien mil dólares. Los campistas que los rodean serán sus compañeros de cabaña, sus competidores, y tal vez hasta sus amigos, ¿Alguna pregunta?
—¿Entonces dormiremos todos juntos? —La voz de Duncan fue la primera en alzarse, en una pregunta quizá demasiado obvia, sin embargo, en el fondo, solo quería saber si tenía esperanza de estar lejos de uno que otro sujeto del lugar que no le daba buena espina.
Por supuesto, no podía decir nada más directo, quedaría como un total grosero, pero ganas no le faltaban al notar como lo miraba Courtney.
—Quiero mi litera debajo de la del señorito. —Soltó ella para molestarlo al notar ese sutil rastro de incomodidad en el rostro de Duncan, logrando sacarle un pesado suspiro cargado de desagrado.
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¡Drama Total! (Clichés Opuestos AU)
FanfictionEn un área no especificada en Muskoka, Ontario, veintidós jóvenes acababan de llegar en lo que probablemente para varios, se transformaría en una de las épocas más inolvidables de sus vidas. Claro que, inolvidable no es siempre sinónimo de algo pos...